Los mercados de fichajes siempre dejan movimientos sorprendentes, también en el motociclismo, donde de vez en cuando hay pilotos que cambian de campeonatos de forma inesperada. El curso pasado, uno de los más sorprendentes fue el paso del estadounidense Cameron Beaubier al Campeonato del Mundo de Moto2.
Con 28 años decidía lanzarse de nuevo a la aventura mundialista y salir de su zona de confort: el MotoAmerica Superbike, donde había ganado cinco de los seis últimos títulos, arrasando en ese 2020 con 16 victorias en 20 carreras para finalizar el año con 135 puntos de ventaja sobre el subcampeón, su compañero Jake Gagne, que no había conseguido ni un solo triunfo.
La marcha de Beaubier -y la ausencia de su antiguo rival Toni Elías- dejaba un vacío de poder sin un favorito claro. Candidatos había de sobra: Bobby Fong se había mostrado fuerte con Suzuki, Mathew Scholtz tenía la regularidad para soñar con todo, llegaba el potente Loris Baz con la Ducati, Josh Herrin ocupaba el hueco del vigente campeón… y también estaba Gagne, claro.
Sus once podios en 2020 le ponían en la terna de aspirantes, y pese a haber sido campeón de la MotoGP Rookies Cup en 2010, haber conquistado dos títulos nacionales (AMA Daytona Sportbike en 2014 y MotoAmerica Superstock en 2015), tener experiencia en el Mundial de Superbike y contar con un año de experiencia en la moto campeona, arrancaba el curso 2021 sin haber ganado nunca una carrera en la clase reina del nacional estadounidense.

Comenzar la temporada con una caída no ayudó a apoyar su candidatura, pese a haberse hecho con la pole. Sin embargo, se quitó la espina de inmediato ganando la segunda manga con gran autoridad para dejar claro que había que tenerle muy en cuenta. No obstante, la sensación seguía siendo de vacío de poder, y Gagne tendría que sudar para compensar su cero inicial ante el fiable Scholtz.
Nadie podía imaginar lo que sucedería a partir de ahí. El trinomio formado por Jake Gagne, la Yamaha YZF-R1 y el equipo Fresh N' Lean Attack Performance Yamaha ocupó ese vacío y se llenó de poder hasta convertir la temporada en un impresionante monólogo en el que arrasaba con una autoridad asombrosa.
Tras esa primera victoria llegaron dos más, otras dos y así hasta 16 consecutivas, destrozando el récord de diez seguidas que compartían Josh Hayes y el propio Beaubier. El diluvio que marcó la última cita truncó su racha, pero tras dos ‘derrotas’ pudo cerrar el año con su 17ª victoria en 20 carreras, batiendo también el récord histórico absoluto al superar las 16 de Beaubier en 2020.
Nada ha tenido que ver el Jake Gagne de 2021 con el del curso anterior, y mucho menos con el de un lustro atrás, antes de irse al WorldSBK. Sin la figura que había dominado el campeonato, el californiano se ha llenado de poder para convertir lo que se presuponía una igualada lucha en una nueva tiranía que ahora le toca intentar mantener.