En el afán por anticiparse a los hechos, cada dos por tres aparece el nombre de algún talento jovencísimo al que se señala como el futuro de su deporte. Y, por si vincular la palabra futuro con algún preadolescente no fuese suficiente carga de presión, con demasiada frecuencia se utilizan conceptos de lo más grandilocuentes como el de ‘diamante en bruto’.
Se puede inferir que el uso del término ‘diamante’ es para diferenciarlo del resto de ‘joyas’, a las que normalmente se suele referir como ‘perlas’; llegando un punto en el que es difícil distinguir si se habla de deportes o joyería. El problema no está en el uso de dicha metáfora, sino en el abuso de la misma: se encuentran diamantes con demasiada facilidad.
A eso se añaden las coletillas del ‘nuevo X’, siendo X alguna superestrella del deporte en cuestión, sobre todo si son de la misma nacionalidad. En el caso del motociclismo, es imposible llevar la cuenta de todos los italianos que han recibido el sobrenombre del ‘nuevo Valentino Rossi’, y de los españoles que han tenido que lidiar con eso del ‘nuevo Marc Márquez’.
Uno de los últimos es el andaluz José Antonio Rueda, que empezó a deslumbrar al proclamarse campeón de España de Moto4 2016 ante dos pilotos mayores que él como Dani Holgado y Pedro Acosta. Eso le llevo a la estructura del Estrella Galicia 0,0 con quienes saltó a la European Talent Cup tras ser tercero en el nacional de 85GP en 2017.

Tras ser cuarto en sus dos temporadas en la copa monomarca del FIM CEV dio el salto a Moto3 en 2020, donde empezó a sufrir por el lastre que llevaba. Un año sin podios y otro con apenas un par de presencias en el cajón hizo que mucha gente empezase a olvidarse de él para posar sus miradas en otras 'joyas', 'perlas' y 'diamantes'.
Él siguió trabajando, puliendo su pilotaje mientras daba el estirón para llegar a este 2022, donde fue seleccionado para la MotoGP Rookies Cup. Tenía dos vías distintas para llegar a los grandes premios, dos escaparates para enseñar su talento a los equipos mundialistas. Con el doble de oportunidades tenía también el doble de presión por aprovechar una. No se le notó.
Durante el año supo adaptarse al contexto de cada categoría y sus rivales, exhibiendo dos de las principales características de los diamantes. En JuniorGP puso el brillo, logrando varias victorias en solitario; evidenciando estar varios pasos por delante del resto para proclamarse campeón mundial con una enorme antelación. En la Rookies tuvo que sudar mucho más para batir a Collin Veijer.
Ahí tuvo que hacer gala de su gran dureza para rayar la resistencia del neerlandés y llevarse el título en la última carrera, logrando así hacerse con un doblete inédito de títulos que no pasó desapercibido para Aki Ajo. El finlandés no dudó en hacerse con sus servicios para 2023 y tiene fama de ser todo un experto en reconocer un diamante de verdad.