¿Cómo debe ser un casco junior para menores que van en moto?

Un elemento clave de seguridad y de especial importancia cuando se trate de niños

Un padre y un niño equipados con su casco para ir en moto. Fuente: iStock / Morsa Image
Un padre y un niño equipados con su casco para ir en moto. Fuente: iStock / Morsa Image

Si comprar un casco (un elemento esencial para la seguridad en carretera cuando se va en moto), es crucial; mucho más cuando se trata de un modelo junior para los más pequeños. Una pieza clave en lo que se refiere a proteger la cabeza de posibles lesiones, además de evitar riesgos innecesarios cuando uno lo lleva puesto. Por eso, antes de fijarse en el diseño de dicho artículo, conviene pararse en sus características de seguridad para elegir el más adecuado. 

Eso si, un aspecto importante que no pueden olvidar los padres: un niño solo puede ir como acompañante en una motocicleta cuando haya cumplido los siete años, siempre y cuando su estatura no sea de menos de 1,30 metros y el conductor sea uno de sus padres o tutor legal; tal y como marca la normativa de Tráfico. Pese a todo, lo recomendable desde la Dirección General de Tráfico es esperar hasta los 12 años para que un niño viaje en moto. 

Un casco adecuado

A la hora de elegir un casco junior, la primera premisa es comprar un casco debidamente homologado y que sea adaptado a su talla (que no le quede demasiado apretado, pero tampoco muy suelto), además de que la cinta de sujeción quede ajustada bajo su mentón. En este último caso y si el niño usa gafas es importante ponérselas justo a continuación de haberse colocado el casco. De esta manera las patillas de las mismas no quedarán muy ajustadas y le puedan molestar. 

Niña con casco. Fuente: iStock / cappels
Niña con casco. Fuente: iStock / cappels

Pero hay más consideraciones a tener en cuenta. Así pues, los cascos más adecuados en este sentido es bueno que sean ligeros pero que absorban bien los impactos que pueda sufrir el menor, además de contar con un fondo interior transpirable que permita la circulación de aire para que el niño no sude demasiado. ¿Un plus de comodidad añadido? Si, además, el material resulta antialérgico y la hebilla de cierre es micrométrica para garantizar un mejor ajuste y agarre. 

Seguridad ante todo

Con el casco listo y antes de subirse a la moto para dar una vuelta, desde la DGT recuerdan algunos consejos, ya no solo de utilidad, también de obligado cumplimiento por parte de pequeños y grandes. Y los primeros tienen que ver con la equipación: además de la cabeza, deben ir protegidos con una chaqueta adecuada, guantes, pantalón y botas. También es desaconsejable llevar una mochila a la espalda pues podría desestabilizarles y en caso de accidente podría entrañar mayor riesgo de lesiones.

Antes de iniciar la marcha es el momento de saber el lugar que tiene que ocupar el niño, siempre en el asiento correspondiente detrás del conductor cuando se trate de un ciclomotor o la motocicleta. Tras sujetarse con firmeza colocará los pies en los reposapiés laterales para ir más cómodo y seguro. 

¿Cómo conducir con un niño detrás? La respuesta es obvia pero no viene mal tenerla presente. Lo mejor es acelerar de manera suave la motocicleta e ir subiendo la velocidad poco a poco. Eso sí, nada de conducir de manera temeraria y agresiva ni asumir riesgos innecesarios. Unas pautas que deben prevalecer incluso si no se lleva a un niño de copiloto. Y si se va a viajar por recorridos interurbanos, el niño no podrá tener menos de 12 años. 

El último consejo tiene que ver con el momento de subir o bajar del ciclomotor en el que hay que prestar atención a la ubicación y estado del tubo de escape para que no se queme. De la misma manera, lo mejor es que lo haga por la zona más segura y cercana a la acera. 

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