En los años 60 se discutía en nuestro país si el casco debía o no ser obligatorio, algo que el tiempo nos ha demostrado ser imprescindible. Desde entonces se han ido incorporando prendas y equipamiento que han hecho mucho más segura la conducción en moto, como los monos de cuero, la cordura, las espalderas, etc. Ahora que la tecnología vive otro momento álgido con la masificación de la electrónica, tenemos otro sistema capaz de evitar muchas lesiones, el airbag.
En la competición lleva desarrollándose desde hace diez años, por parte de Alpinestars y Dainese, lo que les ha llevado a tener soluciones muy interesantes y efectivas. Es cierto que ha habido alternativas anteriormente, en chaquetas e incluso cascos, pero la aplicación de los nuevos giróscopos y la telemetría hacen que ahora las prendas sean independientes y funcionen a la perfección.
Desafortunadamente yo he tenido la ocasión de probarlo en mis carnes probando la moto de Tito Rabat en Almería. Unos instantes antes, Alex Márquez me preguntó si lo había probado y contó que la primera vez que «usó» el airbag, en Mugello, pensó que se iba a hacer mucho daño en las costillas al entrar en la graba pero que el sistema lo evitó. En mi caso la caída fue a 100 km/h con una par de volteretas, y la absorción del impacto fue total y a pesar de doblar las protecciones de metal del mono, el hombro no sufrió ningún daño. Todo este trabajo que se ha hecho en la competición, con sensores que analizan en milisengundos lo que sucede en seis ejes y con telemetría interna, está ya disponible para el cliente de la calle.
Alpinestars Tech-Air
Alpinestars ha diseñado el sistema Tech-Air, una prenda que se puede combinar con dos chaquetas de la marca, la Alpinestars Valparaiso y la Alpinestars Viper. Se trata de una chaleco de malla que cubre el torso fabricada en tejido Poly-fabric, que a su vez integra una espaldera y el airbag. Éste cuenta con una pequeña unidad de control (ACU) que gestiona su actuación y que dispone de los cables para la carga y la conexión con la chaqueta exterior. El firmware que rige la centralita, actualizable, garantiza la protección contra impactos desde 25 milisegundos hasta cinco segundos.
Una vez detecta que se va a producir una caída dispara unos infladores de argón, que hinchan el airbag en la zona de la espalda, los riñones, el pecho y los hombros. Esta centralita tiene un sellado especial que protege toda la electrónica entre -10ºC y 50ºC. El punto más interesante del Tech-Air es que se vende por separado y se puede utilizar de manera autónoma, sin ningún sistema asociado a la moto. Esto permite al piloto tener siempre la protección, independientemente del tipo de terreno y uso, ya que ha sido configurado para carretera o para hacer trail fuera de ella.
Clover Airbag
Clover también tiene su sistema de airbag, como en el caso de Spidi, de activación mecánica, lo que significa que el piloto tiene que estar conectado a la moto mediante un cable para que entre en acción. De modo que corresponde a lo que podríamos considerar la generación anterior, si bien la seguridad que aporta es muy superior a la de cualquier prenda sin esta ayuda. Hay dos opciones, un kit externo y otro interno, que se coloca dentro de la parte trasera de las chaquetas compatibles, como la Clover Crossover2.
La chaqueta es de corte turístico con capas, ventilación y membrana impermeable, pero que aumenta la protección al añadir el sistema. El airbag protege el cuello, la espalda y la zona lumbar, un área bastante extensa. Desde que recibe la tensión en el cable tarda 80 milésimas de segundo en hincharse. Una vez desplegado, su protección es 6,4 veces superior a la de una espaldera convencional.
Dainese D-Air
En septiembre de 2015 y aprovechando las 1.000 activaciones del D-Air, Dainese lanzó su chaqueta Dainese Misano 1000. Hereda directamente de la competición el sistema D-Air, que tiene detrás una experiencia y «know how» de 15 años. La clave de esta chaqueta de cuero es que en su interior hay una tecnología muy moderna, con electrónica, GPS, sensores y una telemetría que activan el airbag. El algoritmo de la centralita utiliza los seis sensores para analizar el comportamiento de motorista 800 veces por segundo y en función de ello decide si desplegar el sistema ante golpes, resbalones o caídas.
El airbag en sí consta de una «bolsa 3D» que proporciona un hinchado uniforme de cinco cm en toda su superficie, además se fabrica con una estructura de microfilamentos patentada. En combinación con la espaldera protege la clavícula, el pecho y la espalda del piloto y limita la hiperflexión y la hiperextensión del cuello. El sistema se pone en funcionamiento con el cierre de la chaqueta y tiene un LED como indicador. Como en la competencia se puede recargar después de una activación.
Spidi DPS Airbag
Spidi también tiene una larga tradición en el campo de los airbag, ya que empezó en 1999 con su chaleco DPS, que fue el primero del mercado. Desde entonces el «safety lab» ha ido evolucionando sus prendas con este sistema hasta tener el Spidi DPS Neck que salió en 2012 y que ha pasado de los 1.500 gr de peso a tan solo 800 y su tiempo de apertura ha disminuido de los 800 a los 200 milisegundos. Cuenta con tres opciones dentro de la gama, el Vest Neck DPS, un chaleco que se puede combinar con otras prendas, le Venture Neck DPS, integrado en una chaqueta de cordura y el T-2 NecK DPS, en el que el sistema lo equipa un mono de cuero. En todos los casos se trata de un sistema que se infla alrededor del cuello, estabilizando los movimientos de la cabeza.
Su accionamiento es mecánico, a través de un cable de Keramida que resiste hasta 200 kg. No es una tecnología ni tan moderna ni tan rápida como la de sus compatriotas italianos pero sigue aportando un extra en cuanto a seguridad.
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