Llevar a un niño en la moto conlleva una gran responsabilidad y hay que tener en cuenta que su seguridad es lo primero. Por ello deberá ir pertrechado con ropa adecuada y, claro está, con alguno de los mejores tipos de cascos junior que hay en el mercado.
Los niños en las motos
Antes de apuntar cómo elegir un tipo de casco para niños cabe recordar que de acuerdo con el Reglamento Oficial de Circulación, en una motocicleta no se puede llevar como pasajero a ningún menor de 12 años. Esta norma tiene únicamente una excepción que incumbe a los mayores de 7 años, los cuales pueden ir acompañar al piloto siempre que este sea su madre, su padre, su tutor o alguien mayor de edad que esté autorizado para hacerlo. Dicho esto, pasemos a la elección del casco junior, la cual no se debe tomar a la ligera.
¿Cómo deben ser los cascos junior?
A la hora de elegir un casco para niños, lo primero en lo que hay que fijarse es en que esté debidamente homologado. Si se alberga algún tipo de duda, hay muchos otros por los que decantarse.
El siguiente aspecto en el que hay que ser muy estrictos es que el modelo elegido tenga la talla adecuada. Nunca puede ser mayor que la cabeza del pequeño, ya que eso puede provocar daños fatales en caso de accidente. Por lo tanto, comprar uno de mayor talla porque está creciendo y pronto no le valdrá, no es de recibo. Desde RACE, apuntan que según la Organización Mundial de la Salud, el 20% de los cascos salen despedidos cuando se produce un accidente y la talla no es la correcta o están mal abrochados.
Y este es precisamente el tercer punto que se debe tener presente. El casco junior no solo debe tener la talla correcta, sino que además ha de ir siempre abrochado. Por lo tanto, un buen cierre también será algo que valorar en el momento de la elección.
Tipos de cascos junior
En cuanto a la tipología, conviene optar por un casco integral, ya que protegen más que los jet. No obstante, habrá que sopesar cuándo y cómo lo va a utilizar. Quizás se dé el caso de que apenas suba en la moto o lo haga por zonas poco transitadas o en las que es poco probable sufrir algún percance. En ese escenario un casco abierto puede ser una buena elección.
- Cascos off road o para motocross: Pensados para caminos que no son de asfalto, por lo que requieren una buena amortiguación de impactos. Es importante acompañarlos de gafas protectoras para evitar lesiones en los ojos.
- Cascos urbanos tipo jet: diseñados para distancias cortas, más urbanos y abiertos. Los menos seguros y también los más económicos.
- Cascos integrales: fabricados en una solo pieza, como se menciona al principio, son los más escogidos y los que más variedad ofrecen.
Probarse el casco
Sea cual sea la elección, el niño siempre deberá probarse el casco antes, pues solo de ese modo se podrá comprobar si se ajusta adecuadamente, si está cómodo con él o si le entran las gafas en caso de que las necesite.
Y por supuesto, debe ser un casco diseñado específicamente para menores y no uno para adultos pero de menor tamaño. Conviene señalar que, en muchos cascos, se emplea un mismo tamaño de calota (la estructura exterior) para que, mediante la instalación acolchados internos de diferentes tamaños, puedan ofrecer dos tallas diferentes. Por ejemplo, una calota de un mismo tamaño, con diferentes interiores, puede dar como resultado un casco de la talla S y de la talla XS. No obstante, los cascos infantiles pueden tener un tamaño de calota más pequeño de lo que sería un XS para adultos. Éstos suelen pesar más y terminarán resultando más incómodos para los pequeños. De hecho, los cascos junior están fabricados con materiales resistentes pero más ligeros, adaptados a la morfología de los niños.
Finalmente, habrá que atender a las recomendaciones habituales cuando se adquiere un casco: que sea nuevo, que sea antivaho, que los elementos de seguridad estén en perfecto estado…
