Suzuki Van Van Grimpeur por Forged Motorcycles, sensaciones a pequeña escala

La Van Van está de moda y preparaciones como la de estos parisinos hacen emerger su auténtico yo.

Carlos Domínguez | Foto: Forged Motorcycles

Suzuki Van Van Grimpeur por Forged Motorcycles, sensaciones a pequeña escala
Suzuki Van Van Grimpeur por Forged Motorcycles, sensaciones a pequeña escala

Pese a tener un precio alto para los componentes que monta, la Suzuki Van Van está de moda. Lo está porque quien la compra no necesita lo mejor de lo mejor, sino que busca una moto curiosa, agradable a la vista, ágil y fácil con la que poder circular por la ciudad con la mayor comodidad –y estilo– posible. Incluso cuenta con ciertas facultades camperas. Rematada con aire vintage, vive una segunda –o tercera– juventud al recibir el visto bueno de la generación nacida en los 80 a rebufo del movimiento custom.

Pero, ¿qué ocurriría si dejamos que uno de los principales preparadores parisinos se meta, de cabeza, a preparar una? Pues que habría que tener cuidado, porque pueden salir cosas muy excéntricas, aunque no necesariamente malas. En este caso, el resultado es espectacular: un caramelo para el urbanita con aspiraciones off-road. Forged Motorcycles ha construido una Suzuki Van Van prácticamente irreconocible, de aspecto robusto, incluso más resistente que la original.

La Van Van de Forged ya no es esa niña buena si temperamento, es una moto ágil a la que buscarle las cosquillas. De hecho, y según el ángulo desde el que miramos, tiene un cierto aire a las motos de enduro y motocross de los 60 y 70 habiéndose deshecho del amortiguador central para pasar a un doble amortiguador trasero. Las gomas son unas Pirelli de tacos gruesos monadas sobre llantas de 18”. Y por encima de ellas, vemos asomar la cola de un escape fabricado en acero cuyo colector está arropado en cinta térmica.

Sensaciones en pequeñas dosis.

Mirad además ese asiento cuidado al detalle, en cuero oscuro, como si ya viniera mojado y embarrado de casa. Rejilla al faro para protegerlo de piedras rebeldes, intermitentes minimalistas para evitar romperlos en las más que probables caídas… Y un depósito en acero helado.

Una moto pequeña pero dispuesta a traer un mundo de sensaciones.