Evel Knievel: una vida más allá del límite

Una infancia difícil convirtió a Evel Knievel en un tipo realmente duro y atrevido. Durante su vida llegó a sufrir hasta 433 fracturas óseas. Falleció a los 69 años, dejando tras de sí una biografía imposible de emular. Muchas de sus hazañas, aún hoy en día, son difíciles de creer.

Evel Knievel tuvo una vida "de película". Los colores y las estrellas de la bandera de Estados Unidos siempre estuvieron presentes en sus indumentarias y en las decoraciones de sus motos.
Evel Knievel tuvo una vida "de película". Los colores y las estrellas de la bandera de Estados Unidos siempre estuvieron presentes en sus indumentarias y en las decoraciones de sus motos.

Se puede afirmar que este estadounidense nacido en el estado de Montana en 1937 fue el primer gran "stuntman" de la historia, muy famoso por sus grandes proezas sobre una moto en las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado. Cuando han pasado doce años desde su muerte, Evel Knievel aún es un tipo muy recordado. No hay duda de que fue un adelantado a su tiempo, “un grande" que en 1975 llenó el estadio de Wembley de Londres con 90.000 espectadores que acudieron para ver una de sus gestas más espectaculares. ¿Te imaginas ser capaz de llenar un macroestadio así con una actuación en la que “solo" vas a dar un salto? Pues él lo consiguió.

Evel Knievel: una vida más allá del límite

En 1975 Evel Knievel fue capaz de reunir a 90.000 espectadores en el estadio londinense de Wembley. Acudieron deseosos de ver cómo saltaba por encima de 26 autobuses.

En aquella cita Robert Craig Knievel logró sobrepasar 26 autobuses colocados por parejas y de forma transversal al sentido de su “vuelo". Eso sí, en el aterrizaje su moto rebotó y le “sacó por orejas", fracturándose la pelvis en la caída. Pero este tipo de lesiones no parecían asustarle lo más mínimo. Prueba de ello es que cinco meses más tarde realizó un salto similar en Ohio (Estados Unidos), pero en esa ocasión pudo acabarlo felizmente. Además, fue su vuelo más largo, en el que recorrió 163 pies (casi 50 metros) por el aire.

Evel Knievel: una vida más allá del límite

En Wembley tuvo una aparatosa caída al aterrizar después de un gran salto. Se fracturó la pelvis pero aun así salió a pie.

Evel fue criado por sus abuelos y siendo muy joven cometió una serie de delitos menores que le “ayudaron" a encauzar su vida por otros derroteros. También es cierto que era una persona muy simpática y bien parecida que caía bien incluso a la policía y eso le ayudó a salvar con éxito algunas situaciones comprometidas. En su juventud practicó atletismo, salto de esquí y hockey sobre hielo, pero donde destacaba realmente era a los mandos de una bicicleta, con la que era capaz de realizar difíciles piruetas, dejando claro que había nacido para el mundo de las acrobacias sobre dos ruedas. A los trece años consiguió que sus abuelos le regalasen su primera moto, y a partir de ahí no paró de idear y de llevar a cabo hazañas impresionantes.

Sus abuelos le regalaron su primera moto cuando tenía 13 años. A partir de ahí no paró de plantearse retos

Además, muchos de sus retos eran instigados por algunos de sus mejores amigos. Uno de sus más allegados, un día le retó en un bar: “¿A que no tienes… de saltar el cañón del Snake River en Idaho?" Esas palabras bastaron para que Evel aceptase el desafío y se pusiese manos a la obra. Al no conseguir los permisos legales necesarios, compró unos terrenos para poder llevarlo a cabo. Entonces fabricó una especie de moto/cohete que bautizó como Skycycle, con la que primero realizó dos intentos fallidos sin piloto. A pesar de ello, consideró que en el tercer intento debía pilotarla él. Además de las miles de personas que estuvieron allí para verlo en vivo, el reto fue emitido por muchos canales de televisión de la época. Knievel no logró cubrir los más de 500 metros que unían el punto de partida con el de llegada. Un paracaídas que llevaba la Skycycle se abrió antes de tiempo y le frenó en sus aspiraciones, cayendo a mitad del recorrido sin consecuencias para su físico. Pero esta hazaña le sirvió al simpático estadounidense para extender su fama a prácticamente todo el mundo, y contribuyó para que sus actuaciones se ampliaran a Europa y Australia.

Evel Knievel: una vida más allá del límite

Knievel intentó "saltar" el cañón del Snake River en Idaho con una moto/cohete que llamó Skycycle. No logró el reto, pero aquella hazaña hizo que su fama se extendiese por todo el mundo.

Además, Knievel siempre aprovechaba sus citas para dar consejos a los jóvenes, para que se alejasen del mundo de las drogas y de la delincuencia, y para que viviesen de forma sana y con ganas de superar retos. Su “magia" y fama le sirvieron para convertirse en uno de los habituales en los platós de los programas de televisión con mayor difusión de aquellos años. Knievel se retiró en 1977 tras saltar una gran piscina llena de tiburones. Consiguió realizar el salto, pero al caer se desvió hacia la derecha y lesionó a un espectador y a un camarógrafo. Además, se fracturó los dos brazos y se golpeó seriamente en la cabeza, lo que pesó para decidir que había llegado el momento de su retirada. Entonces tenía 40 años.

Evel Knievel: una vida más allá del límite

A los 40 años voló sobre una piscina llena de tiburones. Tras aterrizar mal colocado se fracturó los dos brazos y se golpeo en la cabeza. Ahí decidió que había llegado el momento de su retirada.

Durante su jubilación se dedicó a la pintura y a trabajar para la Fundación “Make a Wish" dedicada a atender a niños con enfermedades terminales. Además, en 1999 se tuvo que someter a un trasplante de hígado debido a una hepatitis que probablemente había contraído en una de las múltiples transfusiones de sangre que tuvo que recibir a lo largo de su dilatada carrera. También padecía diabetes y fibrosis pulmonar, pero aun así continuó colaborando en los espectáculos de su hijo Robbie, quien ha seguido sus pasos y ha realizado largos saltos en moto sobre todo tipo de obstáculos y en los lugares más insospechados. La figura de Evel Knievel fue realmente popular en la década de los 70. Tal fue su fama, que se hicieron dos películas sobre su vida (“Evel Knievel" en 1971 y “Viva Knievel", en 1977) protagonizadas por él mismo. También sirvió de inspiración para muchos diseñadores de juguetes.

Evel Knievel: una vida más allá del límite

Muchos niños de la época disfrutaron de juguetes con Evel Knievel como protagonista.

Incluso el famoso boxeador Muhammad Ali (Cassius Clay) le citó en el momento previo a su mítico combate contra George Foreman en 1974 y también es nombrado en muchas canciones de distintos y afamados grupos musicales de su época. Está claro que lo que hizo Robert Craig Knievel es muy difícil de emular. Más si tenemos en cuenta que la mayoría de sus saltos los realizó a los mandos de una pesada Harley-Davidson XR750 de flat track, una moto muy poco indicada para esos menesteres. Mucho mérito lo de este norteamericano. Por eso es recordado como “Stuntmen King".

Evel Knievel: una vida más allá del límite

Evel Knievel ostenta el Record Guinness de fracturas óseas. Llegó a sufrir ¡433! a lo largo de su vida.