Anesdor confía en que el mercado siga creciendo en 2023

Si 2022 ha sido un buen año para la industria de la moto, la asociación gremial del sector, Anesdor, tiene confianza en que la tendencia se mantenga en 2023 y el mercado crezca un 4,3 %.

Juan Pedro de la Torre

Anesdor hace balance de 2022
Anesdor hace balance de 2022

Como ya publicamos días atrás, el mercado de la moto en España cerró el ejercicio 2022 con un crecimiento en su conjunto de un 4,6 %, lo que ha permitido alcanzar las 202.293 unidades, lo que sitúa el nivel de las matriculaciones por encima de 2019, antes de la pandemia, que ya había sido un año especialmente bueno y marcaba una tendencia de recuperación con el mejor resultado desde la crisis de 2008 que hundió las matriculaciones motociclistas.

Así pues, viendo el entorno hostil en el que se ha desarrollado la actividad en 2022, todavía arrastrando las secuelas de la pandemia, el encarecimiento de las materias primas y las dificultades logísticas, a las que se ha añadido las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, con un incremento de los costes energéticos y otras serie de complicaciones, un balance tan positivo resulta alentador. De hecho, Jordi Bordoy, presidente de Anesdor, ha arrancado su balance con unas palabras totalmente clarificadoras de la situación: “El ejercicio 2022 ha arrojado unos positivos y esperanzadores datos”, ha dicho. Y es normal que se vea así porque la industria de la moto, a diferencia de otros sectores de la automoción, ha tenido capacidad para sortear las dificultades y salir airosa de la situación.

El crecimiento se ha basado una vez más en el segmento del scooter y en especial del 125, que sigue siendo la categoría reina de sector motociclista, y en el lado negativo ha estado el ciclomotor. Cabe destaca el crecimiento de la moto eléctrica, que ha alcanzado las 17.103 unidades, un 32,2 % más, impulsado por una creciente demanda urbana, a pesar de que el ciclomotor eléctrico, que no goza de ayudas a la compra, y que se presenta como el vehículo ideal para la nueva movilidad urbana por sus características, no ha podido aportar mucha ayuda en este terreno.

Incluso haciendo balance de 2022, Anesdor ha aportado los datos de la venta de motos de segunda mano, un importante volumen, 471.138 unidades, aunque con un crecimiento menor que las de vehículos nuevos, un 1,1 %. En conjunto, moto nueva y la moto de segunda mano alcanzaron las 673.431 unidades, un 2,1 % más que en 2021, y la relación entre ambos mercados es de 2,3 motos usadas vendidas por cada moto nueva matriculada.

Futuro esperanzador 

“Podemos mirar al futuro con optimismo y gran confianza”, dijo Bordoy, porque a pesar de que la incertidumbre es la palabra que actualmente se emplea para definir el presente en el marco de la industria y la economía, las previsiones de Anesdor son de los más optimistas para el presente ejercicio, en el que la asociación confía en que se mantenga el ritmo de crecimiento. De cara a 2023 se espera un crecimiento de un 4,3 %, lo que permitirá alcanzar las 210.900 unidades, confiando en un crecimiento superior de las motos convencionales por encima de los scooters, dado que en 2022 estas categorías, las de motos de hasta 750 cc y superiores, se han visto más afectadas por las dificultades logísticas y de suministro que la categoría de 125 cc.

En Anesdor creen que el usuario, de un modo natural, ha elegido la moto como la mejor opción en este arranque de la nueva modalidad, destacando “un crecimiento sensible de la cuota femenina en el uso de la moto a partir de la pandemia”, destacó Bordoy. Esto se refleja en la ganancia de espacio de las matriculaciones de motos frente al resto de la automoción, que ha pasado del 11 % de 2018 al 17,3 % actual.

Según Bordoy, el usuario ha entendido los valores que aporta la moto a la movilidad, como su polivalencia, su eficacia, su sostenibilidad, y también un coste más asequible, tanto en su compra como en su mantenimiento: “La moto reduce los atascos, tiene menores emisiones, libera espacio en la circulación y en los aparcamientos, es la forma más viable y económica en la lógica transición hacia la movilidad del futuro”, señaló.

Dificultades

No obstante, el mundo tampoco es de color de rosa. José María Riaño, secretario general de Anesdor, lamentó el habitual desinterés de la Administración por la moto: Contemplamos con preocupación el desinterés de las administraciones públicas por la moto. No se la tiene en cuenta en el planteamiento de la Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que en 2023 se tienen que implantar en 149 municipios españoles, y la Administración sigue sin adaptar las etiquetas medioambientales a la realidad de la moto”, indicó.

La moto sigue siendo ignorada en los PMUS (Plan de Movilidad Urbana Sostenible), que resultan fundamentales especialmente ahora con la obligada implantación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en 149 municipios españoles de más de 50.000 habitantes. Anesdor destacó lo poco desarrollada que está esta cuestión, y la desigual atención en diferentes ciudades, poniendo como ejemplo Madrid y Barcelona, cuyo tratamiento a la moto en las ZBE es diametralmente opuesto. Anesdor va a trabaja próximamente con la Federación Española de Municipios y Provincias para trasladarles las inquietudes del sector y sus usuarios.

Las etiquetas medioambientales siguen siendo la gran asignatura pendiente que Anesdor no consigue superar con la Administración: “Siguen sin adaptarse las etiquetas de la DGT a la realidad. No hay una etiqueta específica para moto, no hay una etiqueta ECO para moto, cuando con la normativa Euro 5 las motos tienen unas emisiones inferiores a las de los coches con motores GLP o GNC que disfrutan de etiqueta ECO. No son los mismos factores de emisión: una moto de la categoría C no contamina igual que un automóvil de la categoría C”, indicó Riaño.

“Esto es un error: la moto representa el 15 % del parque y el 17 % de las matriculaciones, son vehículos diferentes de las bicicletas y de los automóviles, y tienen una singularidad específica, necesitamos un tratamiento diferenciado”, insistió.

Rueda de prensa Anesdor
Rueda de prensa Anesdor

Igualmente, se insistió en la necesidad de revisar la fiscalidad de la moto, otra vieja reclamación de Anesdor, que lamenta que precisamente la mayor carga fiscal recaiga en los vehículos nuevos, que son, precisamente, los más eficientes y que menos emisiones producen, cuando lo que debería aplicarse es un impuesto por el uso de los vehículos que no penalizara a los más nuevos frente a los viejos. Un incentivo a la compra de motos nuevas a través de un Plan RENOVE ayudaría a renovar el parque motociclista, que cuenta con una edad media de 17 años, uno de los más antiguos de la Unión Europea, aunque Anesdor considera que el Gobierno no va a plantearse medidas de este tipo en estos momentos.  

En el lado del balance positivo, Anesdor también destacó la positiva evolución de la siniestralidad, con un descenso del 12 % en el número de fallecidos, siendo el sector de la moto en el que más ha descendido la siniestralidad. La tasa de fallecidos y heridos graves por cada 10.000 vehículos matriculados, del 8,07 en 2007 a 2,4 en 2021.

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