En el año 1971 Honda decidió situar en Atessa, una pequeña localidad del noreste de Italia, la producción de sus modelos más vendidos en Europa. Desde entonces la marca japonesa ha fabricado millones las unidades de diferentes modelos en tierras italianas. Pero este vínculo entre las dos naciones no se basa solo en la producción, ya que tres de sus principales diseñadores, creadores de modelos como la Africa Twin, la gama CB o la ADV, son italianos. Es más, la superventas X-ADV es un producto ideado totalmente en Italia.
En los comienzos de la fábrica italiana un equipo de japoneses se mezclaba en los procesos de producción, controlando y supervisando todo el funcionamiento interno. Pero poco a poco con el paso de los años se fue dotando de más independencia a la delegación italiana, quedando actualmente una única persona directa de japón. Esto hace ver la confianza total que la marca tiene en el equipo humano encargado de llevar a cabo todos los trabajos que se realizan en la planta italiana, tanto de diseño como de fabricación.
En la fábrica, ademas de la producción de los diferentes modelos, también se llevan a cabo trabajos de prototipado y desarrollo de nuevos modelos, por lo que la aportación de la rama italiana a la marca japonesa es mucho más profunda de lo que cabría imaginar.
De este modo Honda ha conseguido adaptarse a la demanda europea, trabajando codo con codo con las personas que viven y conocen muy bien el mercado del viejo continente.
La fábrica italiana de Honda
En las 14 hectáreas de terreno que ocupan las instalaciones, destacan a primera vista las amplias zonas verdes, lo que hace ver que hace 50 años Honda ya pensaba en la sostenibilidad a largo plazo. La fábrica ahora funciona con energía 100% verde, generando además el 12% de esta gracias a placas solares situadas dentro de sus instalaciones.
Actualmente cuenta con una capacidad para fabricar 100.000 unidades al año, nutriéndose de proveedores cercanos para la producción de determinados componentes. Lo mismo ocurre con los casi 1000 trabajadores, viviendo la gran mayoría a no más de 25km de la fábrica. De este modo se crea un ecosistema completo en los alrededores de la región de Abruzzo, generando una gran riqueza en la zona ligada en gran parte a la fábrica japonesa.
Dentro de las instalaciones cuenta con hornos de fundición, unidades de mecanizado, equipos de soldadura robotizada de última generación y todo lo que podáis imaginar en lo que se refiere a última tecnología de fabricación. Todos los procesos terminan en una misma línea de montaje, que está pensada para poder cambiar de modelo en solo 2 minutos, pudiendo así adaptarse a la demanda de forma mucho más rápida y flexible.
Los controles de calidad en toda la fábrica son excepcionales, con un departamento de control de calidad sumamente amplio. Esta sección se encarga de coger muestras aleatorias de las diferentes secciones, chequeando continuamente los diferentes procesos. Como dato, se revisa el apriete de los diferentes tornillos varias veces durante la cadena de montaje, llegando a las 100.000 comprobaciones al día. En la última sección de la línea de montaje, ya con la moto completamente ensamblada, se realiza la inspección final con test dinámicos, donde se prueban frenos, motor y componentes eléctricos, antes de dar el visto bueno final y dejar la moto lista para enviar.
Esta filosofía de saber hacer de Honda no queda solo plasmada en la tecnología empleada y en los controles de calidad, también en la limpieza de la fábrica, en detalles como los guantes blancos de todos los empleados y en el empeño que ponen todos y cada uno de los trabajadores, que son valorados y cuidados en todas las secciones. Estos tienen incentivos para promover mejoras en sus puestos de trabajo, consiguiendo así hacerles partícipes e implicarles en el desarrollo de nuevos procesos. De media, cada año, de introducen más 700 mejoras en los procesos de fabricación gracias a los trabajadores, muchas de ellas además acaban siendo patentadas.
Alma japonesa, diseño italiano
Durante nuestra visita pudimos entrevistar a tres de los principales diseñadores de la marca en Italia. Valerio Aiello, responsable del diseño la gama Neo Sports Cafe, Mauricio Carbonara, diseñador de los últimos modelos de Africa Twin y de la X-ADV, y Giovanni Dovis, diseñador de la ADV350 y de la nueva Hornet, que pronto verá la luz.
Con trayectorias diferentes -Giovanni llegó a Honda en su primer trabajo recién salido de la universidad, mientras que Valerio y Maurizzio comenzaron en Honda en 2001 y 2005 respectivamente-, los tres han alcanzado el culmen de sus carreras en Honda, donde han podido desarrollar su creatividad en el diseño, pero ligándola siempre a la funcionalidad de los diferentes modelos. Como nos cuentan, lo que ellos imaginan sobre el papel muchas veces hay que adaptarlo la realidad, haciendo funcionales piezas que de inicio eran solo estéticas, cumpliendo un fin de diseño y un fin funcional. Por ejemplo, en la gama Neo Sports Café, se inspiraron en los relojes de esferas mecánicos y de estilo industrial, con la gama Adventure en las motos del Dakar, y sobre esas inspiraciones crean sus diseños, pero como nos comentan, nunca deben caer en la reproducción pura.
Una parte del trabajo de estos tres diseñadores es también buscar las necesidades y gustos de los europeos, sobre los que crear nuevos diseños y fusionarlos con la filosofía de Honda, tanto estética como funcional. Su objetivo es mantener la línea de diseño y tradición de la marca japonesa, pero aportando innovación y nuevas características. Por esto, el trabajo de diseño se realiza de forma conjunta con Japón, intercambiando información continuamente, tratando de combinar sus ideas e inspiraciones de diseño con la ingeniería que compondrá el modelo final de producción. Esta relación italo-japonesa ha sido evolucionada a lo largo de los años, siendo ahora una simbiosis muy buena entre todos los departamentos implicados. A esto ayuda sobre manera la creación actual de modelos 3D, que pueden ver y modificar rápidamente antes de llevar el modelo a la arcilla.
Muchas veces los diseñadores trabajan sobre motos ya desarrolladas, por lo que tienen que adaptarse a bases ya hechas, mientras que otras veces pueden partir desde cero creado “concept bikes” y pudiendo partir de diseños muy artísticos. Sobre esos primeros bocetos más cercanos al arte que a la realidad, es sobre los que luego se va trabajando en conjunto con los ingenieros para desarrollar el modelo final, como ocurre con la nueva Hornet, sobre la que se ha buscado unas líneas limpias y sencillas que recuerdan a un abejorro, insecto del que recibe el nombre. Por ahora solo hemos visto bocetos, pero pronto podremos ver cómo es el modelo final de producción.
Mootos utilitarias de 350cc
En esta ocasión hemos podido probar los modelos 350 de las motos urbanas que se producen en Atessa, tanto SH, como Forza y la nueva ADV350, siendo muy curioso ver cómo nacen de la nada, desde tubos y metal fundido y componentes sueltos, hasta los modelos finales con los que pudimos hacer 300km por carreteras de todo tipo.
Siendo la misma motorización los comportamientos son realmente diferentes entre ellas, por lo que dependiendo del uso que vayamos a hacer, la elección deberá de compra debe ser una u otra, ya que en precio la diferencia no es demasiado relevante.
Todas cuentan con la misma potencia y velocidades puntas, siendo el peso y la parte ciclo es lo que determina el comportamiento de cada una de ellas. El motor de 350cc es suave y lineal, y nos parece la opción perfecta para circular tanto en ciudad como en el extrarradio, permitiéndoos ademas hacer alguna escapada por carreteras segundarias o a velocidades mantenidas por autovía.
Todas cuentas también con características muy útiles en ciudad, como amplios huecos para el asiento, siendo mayores en la Forza y ADV, pero solo la SH cuenta con plataforma plana en el suelo. Y es que la SH es la más ágil de las tres, y es con la que sentimos las mejores sensaciones de aceleración, frenada y manejabilidad. Por lo que este modelo nos parece ideal para un uso totalmente urbano.
Cuando cambiamos y nos subimos a la Forza ganamos en protección aerodinámica y aplomo, siendo más cómoda para recorridos más largos. Al tener más peso y volumen perdemos algo de reacciones y agilidad, pero ganamos estabilidad en todas las situaciones.
Al subirnos después a la ADV tenemos sensaciones parecidas a la Forza, pero esta vez con más firmeza y aplomo en el tren delantero y también en el trasero. La horquilla con tijas aporta un extra de estabilidad y sensaciones de conducción deportiva, y el mayor recorrido de suspensiones permite también ir más cómodos en carreteras en mal estado o en zonas de muchos badenes, permitiéndonos también entrar en pistas y caminos con cierta comodidad.
Mismo motor con tres usos parecidos, pero no iguales. Pero en precio sí son muy similares, partiendo de 6.150€ para la SH, siendo 75€ más para la Forza y quedándose en 6.450€ la ADV350.
Viéndolas a simple vista la diferencia de precio parece que no podría corresponder por la diferencia de volumen y aspecto, pero conociendo ahora cómo se fabrican y el trabajo que tienen detrás, se entiende mejor que la distancia en euros sea tan sutil.
