La industria motociclista japonesa y Toyota apuestan unidos por el hidrógeno

Honda, Yamaha, Suzuki y Kawasaki se han unido a Toyota para desarrollar un programa común para el desarrollo de motores de hidrógeno para motocicletas.

MOTOCICLISMO

La industria motociclista japonesa apuesta por el hidrógeno.
La industria motociclista japonesa apuesta por el hidrógeno.

Mientras el debate sobre la descarbonización prosigue, y en Europa la opción eléctrica se plantea como la única alternativa viable a los motores de combustión, en Japón se plantean otras alternativas. Además de trabajar en el desarrollo de un modelo único e intercambiable de batería, junto a otras industrias motociclistas occidentales, los cuatro grandes fabricantes japoneses, Honda, Yamaha, Suzuki y Kawasaki, y el gigante automovilístico Toyota han decidido explorar conjuntamente la vía alternativa de hidrógeno, y van a trabajar en el desarrollo de un proyecto común sobre este tipo de propulsión.

Los cuatro grandes y Toyota han oficializado este acuerdo formando el proyecto HySE: “Hydrogen Small Mobility and Engine Technology”. La importancia de este acuerdo reside en que no se trata de un mero acuerdo de intenciones, sino un compromiso real, rubricado por los máximos ejecutivos de las industrias japonesas.

Aunque la industria japonesa ya ha iniciado el desarrollo de proyectos independientes basados en el hidrógeno que se encuentran en un estado avanzado, como los realizados por Toyota, o el espectacular despliegue de Kawasaki en el pasado EICMA de Milán, donde hablaron de su proyecto basado en la Supercharged Ninja H2, de inyección directa e hidrógeno gaseoso comprimido, este movimiento de la industria japonesa cobra especial interés porque tiene como objetivo principal las motos, pero también la micromovilidad.

Cada constructor trabajará en un área concreta de desarrollo. Honda liderará la investigación en el desarrollo de motores de hidrógeno; Suzuki se hará cargo de un estudio sobre funcionalidad, rendimiento y fiabilidad de los motores; Yamaha investigará los requisitos de los sistemas de repostaje y los depósitos de hidrógeno, y además, junto a Kawasaki, se hará cargo de las pruebas prácticas en prototipos para evaluar su rendimiento, funcionalidad y fiabilidad.

Habrá que seguir atentamente cómo evoluciona el proyecto. Japón fue una nación pionera en apostar en 2017 por el hidrógeno en el camino a la descarbonización, pero su plan estratégico para crear una “sociedad del hidrógeno” a través de una estrategia nacional, empleándolo como combustible para la industria, la automoción y la energía del hogar, no ha dado los frutos deseados ya que no se han alcanzado los objetivos que se marcaron.

A la espera que se defina más detenidamente cómo se materializará toda esta colaboración de la automoción japonesa, no cabe duda que es un paso muy positivo de cara al inevitable proceso de la descarbonización, porque abre la vía a la movilidad eléctrica, que en lo relativo a las motos dista mucho de ser comparable por rendimiento y usabilidad a los motores de combustión interna.

Moto que utiliza hidrogeno como combustible. Fuente: iStock/ISvyatkovsky

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