En ocasiones, las diferentes administraciones sacan a subasta motocicletas para que sus dueños hagan frente a un impago o a una falta de dinero. En ese momento, cualquier persona que esté interesada y que cumpla una serie de requisitos podrá participar en la subasta para adquirir la moto en cuestión.
¿Quiénes realizan la subasta?
Hay varios organismos públicos que pueden realizar la subasta, desde la Guardia Civil, la Seguridad Social o Hacienda, hasta ayuntamientos y diputaciones. Por eso, antes de participar hay que informarse bien del modo en que se va a realizar y las condiciones que plantean cada uno de ellos, puesto que puede haber pequeñas diferencias a tener en cuenta. Esa información se obtiene en los diferentes boletines que publican las administraciones (BOE, boletines oficiales…).
¿Qué se necesita para participar en la subasta?
Generalmente hay que dejar un depósito para formar parte del grupo de personas que van a participar. Obviamente, cada organismo justifica ese depósito. A partir de ese momento será posible hacer una oferta que deberá presentarse en un sobre cerrado antes de que comience (en ese mismo sobre debe ir el depósito).
¿Cómo se subasta?
Hay tres formas de participar. La más común es acudir al lugar donde se lleva a cabo para poder pujar más alto que otros “competidores”, al igual que se ha visto en cientos de películas. Este es el modo más recomendable puesto que se ve el género de primera mano y se puede reaccionar a los intentos de los demás pujadores.
Otra forma pasa simplemente por el envío de la oferta y esperar que con esta sea suficiente. Ni que decir tiene que no resulta recomendable si de verdad se desea adquirir una moto. Y la tercera son las subastas online, que cada vez se realizan con mayor asiduidad, especialmente en estos momentos en los que impera el distanciamiento social.

¿Qué hay que comprobar?
Al tratarse de subastas públicas, hay que tener en cuenta que las motos no siempre estarán en perfecto estado o con todos los elementos necesarios (documentación, juegos de llaves, revisiones…), con lo que conviene documentarse lo mejor posible para saber cuál es el estado real y así poder hacer una puja que realmente valga la pena y esté en consonancia con el vehículo que se está intentando comprar.
Por ello no está demás comprobar que tiene todos los papeles en regla e inspeccionar que está en buen estado. Al estar en depósitos públicos o regidos por un estamento público, será posible visitar la moto y cerciorarse de qué posibilidades tiene y de cuál es el precio que se está dispuesto a pagar por ella.
¿Merece la pena una subasta de motos?
Responder a esta pregunta resulta complicado ya que dependerá de los logros y la satisfacción de cada persona que ha participado en una subasta. Por un lado, es posible hacerse con motos más caras y que ya estén descatalogadas por un precio que presumiblemente será menor al del mercado (a no ser que la subasta se dispare).
Sin embargo, por otro está el riesgo de haber pujado de más por algo que realmente no lo vale. Así pues, será la habilidad del participante quien “decida” si merece la pena o no.