Atípica

24 horas de Montmeló. La carrera más larga del panorama nacional ha roto esquemas. Por un lado la lluvia hizo acto de presencia por primera vez en la historia de esta prueba y, por otro, el equipo Català ha roto el maleficio que perseguía al dorsal número uno, que nunca había logrado la victoria en las 24 horas de Montmeló

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Con un plantel de pilotos al más alto nivel, se presagiaba que esta prueba de resistencia iba a batir récords dejando viejos anteriores registros de número de vueltas totales y vueltas rápidas. Pero no fue así, la aparición de lluvias y el intenso calor dificultaron la labor de los pilotos, que rodaron un segundo más lentos que en la edición anterior.

Los equipos favoritos, los habituales Yamaha Folch y Suzuki Català, acompañados por el Cop de Gas BQR, se impusieron desde los comienzos de la carrera, aunque no pasó mucho tiempo antes de que los número uno de ambos equipos sufrieran sendos percances. El primer equipo Folch apenas superada la primera hora de carrera dijo adiós tras quemar el motor fruto de una perforación en el radiador producida por una pequeña piedra. Por su parte el de Català sufrió una caída que dañó partes importantes de la GSX-R que condicionó el ritmo de carrera durante toda la prueba.

Superado el ecuador de la carrera, dos de los equipos que luchaban por los primeros puestos junto a la Yamaha Folch y a las Suzuki Català, el Glaner Endurance y el Cop de Gas BQR veían como sus respectivas monturas decían basta dejando solos a los favoritos.

Así, los dos equipos Català y el que aun permanecía en pista de la escuadra Folch, se dirigían a la victoria, pero a tres horas del final de la prueba, la número dos de las Suzuki se caía quedando irreparable y dando una nueva oportunidad a los de BQR que finalmente lograron, no sin haber superado importantes dificultades, alzarse con la tercera plaza.

La primera plaza del cajón fue a parar finalmente a manos del equipo Suzuki Català, que lograba victoria por tercera vez siendo la primera vez en la historia de estas 24 horas que lo hace de manera consecutiva. Los de Folch, dejaron escapar esa primera plaza que, a priori y según el maleficio del dorsal número uno, era suya.