Revisión discos embrague

Cuando un embrague comienza a manifestar desgaste, lo más probable es que ya sea tarde e incluso nos podrá dejar tirados. Para conocer su estado es importante verificar de cuando en cuando el desgaste de sus discos.

José María Torres-Acero. Fotos: Hoppen & Sanz

Revisión discos embrague
Revisión discos embrague

Utilizar un aceite inadecuado, como el que está específicamente formulado para motores de automóvil, acorta considerablemente la vida de los discos del embrague en una moto. Otro factor es el propio desgaste provocado por el abuso o mal uso de este elemento. Los síntomas son muy evidentes, es lo que se conoce como «embrague que patina»: con una marcha larga engranada apreciamos que el motor sube de vueltas pero la moto no avanza en la misma proporción. Esto sucede porque el paquete de discos que forma el embrague ha perdido sus tolerancias.

Para este reportaje hemos escogido exprofeso un embrague de una moto ya bastante clásica, con un acceso a los discos similar a lo que nos podemos encontrar en una trail actual. La morfología de este órgano es muy parecida en todos los motores. No así su acceso. Motos destinadas a competición se encuentran mejor  preparadas para realizar la operación que mostramos. Lo habitual hoy en día es que los embragues tengan su propia subtapa en el cárter para llegar hasta los discos, y que su accionamiento sea hidráulico.

En este caso, al carecer de su propia subtapa de acceso, hay que desmontar el cárter que cubre el embrague. No todos los tornillos que lo sujetan son de la misma longitud, así que apuntaremos dónde va cada uno. Antes habremos vaciado el aceite.

La junta se ha podido quedar pegada y se romperá si tiramos. Con ayuda de una hoja afilada la despegaremos. Lo mejor, está claro, es que cuando saquemos cualquier tapa del cárter del motor pongamos una junta nueva.

La campana del embrague engrana con el piñón del cigüeñal. Para evitar que el conjunto gire al aflojar los tornillos de la tapa de la maza del embrague podemos colocar entre medias como mostramos un trozo de plástico grueso. Bloqueará sin deteriorar esos engranajes.

Los tornillos de la tapa, o plato, de la maza del embrague suelen ir muy apretados. Podemos recurrir al truco que mostramos en la foto para aflojarlos. Cuando toque volverlos a ponerlos lo ideal es usar la llave dinamométrica dando el par de apriete que recomiende el fabricante.

Sacaremos todos teniendo especial cuidado de que no se nos caigan los muelles que llevan detrás. En el montaje no es imprescindible colocar el tornillo y su muelle juntos y en el mismo orificio del que lo hemos sacado.

Con ayuda de un calibre mediremos la longitud de cada muelle para verificar que éstos se encuentran dentro de las tolerancias que especifica el fabricante. El dato lo encontraremos en el libro del usuario de nuestra moto. Si da menos medida hay que cambiarlos.

Una vez fuera todos los tornillos ya podemos retirar la tapa que cubre el conjunto maza y campana del embrague. En algunos casos lleva adosado en la cara que no vemos un rodamiento de agujas plano. Si fuera así ¡atención a la hora del montaje!

Esa varilla con punta que vemos en la foto puede llevar pegada una pequeña bola. Si no ha salido es que está en el canal que tiene el eje del cambio en su centro. Si nos es posible la sacaremos para verificar su estado. Si estuviera aplastada o gastada la pondremos nueva.

Los discos. Como se aprecia en la foto, los hay de dos tipos y van colocados alternativamente. Nos fijaremos bien en su orden para colocarlos igual en el montaje. Si han salido muy secos es síntoma de que el aceite que usamos no es bueno o le faltaba nivel.

El paquete de discos ha de darnos una medida que se encuentre entre las tolerancias que nos indica el fabricante. Si da menos tendremos que cambiar todos los discos o al menos los más gastados. Midiéndolos unitariamente sabremos cuáles son.

Como podéis ver y como ya hemos comentado, hay dos tipos de discos: con almenado exterior o interior. Los primeros son los que sufren más desgaste. Una inspección ocular, o apoyándolos sobre un cristal, nos indicará si están alabeados.

Una vez que hemos comprobado que no hay desgaste procedemos al montaje, repitiendo a la inversa los pasos anteriores. Eso sí, tanto como si montamos los mismos discos o elementos nuevos, los untaremos con aceite del que usamos en el motor.

De uno en uno iremos alojando lo discos en el conjunto maza campana de embrague. Lo habitual es que empecemos y finalicemos por uno de almenado exterior. Aunque los de almenado interior se gastan menos, si observamos alguno en mal estado lo pondremos nuevo.

Con el plato de la campana de embrague en su posición y tornillos apuntados apretaremos éstos en cruz. Para que se viera mejor hemos establecido un orden numerado. Ponemos la tapa de cárter, aceite, ajustamos el mando de embrague y… trabajo terminado.