La marca del ala dorada parece acostumbrarnos en los últimos tiempos a tener que esperar un poco de más para conocer sus nuevos modelos de campo. Un segmento, en el que, como sabéis, la temporada futura suele arrancar con seis meses de adelanto -por ejemplo, los modelos 2018, es habitual que estén a la venta en el verano de 2017-.
La versión de 2018 marca la renovación más importante de la Honda CRF 250 desde su lanzamiento en 2004.
Lo cierto es que la espera, en ocasiones, guarda cierta parte de encanto, por la ilusión y el ansia de conocer por fin algo con lo que llevamos un tiempo soñando. Honda desveló las novedades de su CRF 250 2018 en el pasado mes julio, y su interés se disparó inmediatamente puesto que no era unos cambios cualesquiera: se trata de la renovación más importante de la 250 4T roja desde su llegada al mercado en el año 2004. Y es que no solo se ha estrenado un nuevo bastidor en aluminio -séptima generación-, y se han renovado las suspensiones con lo último de Showa, sino que también se ha rediseñado un nuevo motor, descartando el conocido sistema Unicam en favor de una culata con doble árbol de levas. El cilindro más “cuadrado”, la admisión más recta, el doble colector de escape o el cambio más cerrado, son algunos otros de los muchos cambios de la nueva MX2 roja. De todos ellos ya hemos dado cuenta en el artículo específico de las novedades de las Honda CRF 250 2018, por lo que pasamos directamente a lo que realmente interesa: ¿cómo va en pista? Si pensáis que solo con leer nuestra prueba no tenéis suficiente, sabed que la nueva Honda CRF 250 2018 llegará a los concesionarios a partir de diciembre a un precio de 8.700 euros.
Honda CRF 250 2018, más carácter
Pese a la renovación de la carrocería, el asiento y el depósito -genial que sea en titanio, qué pena que no se vea...-, la nueva CRF 250 transmite esa sensación común a casi todas las Honda de sentirte como en tu moto de toda la vida tras recorrer apenas cincuenta metros. El conjunto muestra una ergonomía perfecta, estrecha en la medida justa y con una superficie plana y limpia que permite una gran libertad de movimientos. Se mantiene el conocido manillar Renthal de 22 mm., demasiado alto para nuestro gusto, y con unos puños que también podrían aportar un tacto más cuidado. Todos los mandos proponen un accionamiento muy suave, también el embrague, aunque éste con un punto de desconexión un tanto impreciso. Una maneta de embrague, que debemos accionar obligatoriamente para hacer funcionar también el nuevo arranque eléctrico, de eficacia intachable.
El nuevo motor supone un gran paso adelante en cuanto a empuje en la gama alta de revoluciones.
La presentación de la nueva Honda CRF 250 2018 tenía lugar en el bello trazado italiano de Ponte Sfondato, al norte de Roma, un trazado natural con marcados desniveles y largas rectas. Nos basta con afrontar la primera de las subidas para reconocer inmediatamente el nuevo talante de la MX2 roja, que ha dado uno y hasta dos pasos adelante en cuanto a empuje en la gama alta de revoluciones. El nuevo motor DOHC se desmarca de la anterior mecánica ya desde la gama media, que se presenta con mayor garra y patada, y continúa con una estirada notablemente mejor. La CRF 250 ’18 ofrece un brillante elasticidad, subiendo de vueltas hasta muy arriba, y clara sensación de que la caballería continúa empujando con ahínco hasta el corte de encendido.
Más excitante, más puntiaguda, más rápida… Nos parece claro que el nuevo modelo es más potente que el anterior. Honda anuncia un incremento de potencia de un 9 por ciento, lo cual debería suponer una cifra máxima de en torno a los 43 caballos, pues para el anterior modelo se declaraban 39 caballos. Cuando tengamos oportunidad comprobaremos dichas cifras en nuestro propio Banco de Potencia de nuestro Centro Técnico -en el cual la CRF anterior rendía 36 CV-, pero en la pista romana sí nos llevamos la impresión de que la CRF 250 ’18 ya está en el grupo de las MX2 con «cuarenta caballos». Y aún con ello, su progresiva subida de vueltas en bajos también permite que siga siendo una máquina recomendable para aficionados de nivel medio y usuarios noveles en motocross.
El mapa de motor 3 aporta una agradecida dosis de empuje extra en la gama baja.
El incremento de prestaciones en altos también ha significado un empuje en bajos ligeramente menos lleno, sobre todo al abrir el gas fuerte en curvas cerradas con el motor muy bajo de vueltas. En dicha situación, es verdad que el motor anterior aportaba un golpe de gas más directo. No obstante, en la nueva CRF 250 ’18 es fácil encontrar ese extra en bajos con tan solo pulsar el botón de cambio de mapa y escoger el modo de motor «agressive», que aporta una mayor eficacia en bajos y una subida de vueltas más rápida. Sin duda, nuestro modo favorito en esta nueva mecánica en la que, como es habitual en la marca, también se aprecia una potencia ligeramente «tamizada» por los rigores de ser políticamente correctos -escapes muy silenciosos, caja del filtro con entradas tapadas...-. Apostamos a que los preparadores de motores lo tendrán bastante fácil para sacar todo el potencial de la CRF 250 ’18 con simples modificaciones.
Uno de los cambios que también se notan es la nueva transmisión con desarrollo más cerrado en todas las marchas. Diferencia sutil, pero que se agradece en la pista, pudiendo afrontar con garantías las curvas más cerradas en segunda, y las más amplias en tercera. El salto entre marchas es más corto y exige jugar más con el cambio, pero siempre parece posible encontrar la marcha adecuada para cada situación. Además, el nuevo motor con mayor capacidad para subir de vueltas, evita el que las marchas se queden excesivamente cortas en las rectas. Un cambio que, por cierto, propone un accionamiento muy bueno, suave y preciso.
Honda CRF 250 2018, agilidad y precisión
El potenciado carácter motriz de la MX2 roja viene acompañado de un apartado ciclo que está a la altura de las expectativas, claramente más deportivo y completo que antes. El nuevo chasis mantiene su principal baza en la agilidad, con un tren delantero muy rápido de reacciones y muy dócil para iniciar los virajes. Una faceta que ya existía en la anterior CRF, pero la de 2018 se desmarca con una mayor precisión, aguantando mucho mejor el agarre a lo largo de la trazada y con más aplomo a ritmos elevados. Como un cuchillo cortando mantequilla; pero que antes era una navaja, y ahora se ha convertido en una katana.
Excelente equilibrio en el nuevo chasis, más ágil pero a la vez más preciso y aplomado.
Honda anuncia un peso de 108 kilos con depósito lleno, dos más que antes, pero os aseguramos que en la pista parece ser bastante más ligera, por su agilidad felina. La tendencia anterior a subvirar y cerrarse de más en las curvas en apoyos fuertes, resulta ahora bastante menor, aunque es cierto que no ha desaparecido del todo. Ocurre lo mismo con la estabilidad a alta velocidad en recta, que no es perfecta, pero sí que se ha dado un buen paso adelante, que desde luego se agradece.
Las nuevas suspensiones Showa ofrecen mucha sensibilidad y gran suavidad de respuesta.
La nuevas suspensiones marcan el tercer punto de mejora más destacado de la nueva Honda CRF 250 ’18, y que además, a diferencia de su hermana mayor la temporada pasada, plantea una puesta a punto con la que se ha dado en el clavo prácticamente a la primera. La horquilla Showa de 49 mm., con sistema de doble cartucho y muelles metálicos, transmite una suavidad de respuesta magistral, con mucha sensibilidad ante cualquier gesto, genial capacidad de absorción en zonas de baches y un endurecimiento muy progresivo. Es cierto que de partida propone un reglaje ligeramente blando, pensado lógicamente para los pilotos jóvenes -y livianos- de MX2. Algo que no impide una buena resistencia a los topes de recorrido en los saltos, pero que sí genera bastante hundimiento delante en apoyos y frenadas
Pero no hay de qué preocuparse, en realidad, puesto que esta horquilla destaca también por un sistema de reglajes preciso y muy eficaz, encontrando diferencias claras con un par «clics», tal y como comprobamos de primera mano en Ponte Sfondato. Detrás, el amortiguador muestra también un comportamiento muy equilibrado, suave y absorbente, e incluso con mayor aguante inicial que la horquilla. Por su parte, señalar que los frenos aportan una potencia más que suficiente, aunque vistas las nuevas capacidades del conjunto no vendría mal un mordiente más agresivo o un tacto más directo en la bomba.
En general, la nueva Honda CRF 250 2018 resulta más competitiva que el modelo anterior, tanto por su motor más potente, como por su deportivo apartado ciclo, lo cual no impide que también sea un conjunto aprovechable y ápto para aficionados de diversos niveles.
Lo mejor:
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Motor más potente
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Agilidad en curva
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Suspensiones
Mejorable:
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Empuje en bajos
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Diseño manillar y puños
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Sonido descafeinado