Gas Gas EC250R 2012

La nueva versión Racing de la Gas Gas EC250 cuenta con los mismos avances tecnológicos que su hermana estándar, pero incorpora distintos elementos difrenciales que la convierten en una moto de enduro ideal para los usuarios más exigentes.

M. Nilsson/ Ll. Llurba. Fotos: Lluís Llurba

Gas Gas EC250R 2012
Gas Gas EC250R 2012

Hace aproximadamente un mes que Gas Gas hizo la presentación mundial de su renovada, esperada y atractiva Enducross 250. Una máquina que siempre ha estado en los puestos de cabeza en nuestras listas de ventas y que, pese a la crisis, ha incorporado numerosos e importantes cambios, siempre manteniendo su propia identidad.

Lo cierto es que gran parte de sus novedades se han basado a las opiniones de su piloto Iván Cervantes que, entre otras cosas, apostaba por un chasis de mayor rigidez estructural para responder a una trazada más precisa. Además de éste y otros cambios (embrague, bieletas, la caja de filtro o el depósito de 10,5 litros -un 15% más grande-), la firma catalana fortalece, si cabe, su posicionamiento en el mercado con una versión «Racing», una variante que ofrece un equipamiento más deportivo.

Si ya de por sí, la versión estándar gozaba de una estética agresiva, los acabados «R» la dejan de entredicho al incluir una carrocería con distintos colores y otros elementos diferenciales que se desmarcan del modelo convencional. Los plásticos se presentan con elementos en blanco -guardabarros delantero, aletines del radiador-, y otros en negro -placa portafaro, cubremanetas...- con decoración específica. Evidentemente, también ha incorporado elementos más deportivos como una horquilla Marzocchi, puños Pro Grip, amortiguador Öhlins 888, neumáticos Metzeler Six Days, discos Galfer «wave».

La caja de filtro tiene a cada lado unos agujeros de ventilación extra Twin Air; la corona es una Talon anodizada en dorado, y el manillar un Renthal TwinWall. Además, la EC250R, como las demás «R» de la familia Enducross, monta un cubrecárter de plástico AXP más envolvente, palanca de cambio anodizada, llantas decoradas con adhesivos en el cerco... O sea, por unos 600 euros más respecto al modelo convencional dispondremos de lo mejorcito del mercado.

Dinámicamente, la EC250R nos gustó sobremanera. Su nuevo bastidor aporta una sensación de rigidez y aplomo general loable. Es una máquina que te pide ir a fondo sin ningún tipo de sobresalto, traza muy bien las curvas y la respuesta de su propulsor es exquisita, todo un portento desde muy bajas vueltas y, aunque parezca contradictorio, totalmente controlable para cualquier usuario. Sin embargo, se ha convertido en una moto muy rígida, menos cómoda y bastante más exigente para el piloto, sobre todo si éste no posee un nivel demasiado elevado.

La suspensiones son algo más duras respecto al modelo estándar, pero cumple muy satisfactoriamente su objetivo que no es otro que el de dar gas. El primer recorrido de la horquilla es, en nuestra opinión, demasiado dura. Una severidad que se acentúa cuando el terreno es muy irregular. Asimismo, y una vez superado ese recorrido inicial, se comportan de manera ejemplar, más si nuestro pilotaje es cada vez más agresivo. No obstante, el amortiguador trasero resulto ser un algo más blando respecto a la horquilla, aunque un ningún caso resulto incómodo.