La cuenta atrás ha sido larga, pero la nueva Honda CRF 450 2017 de motocross ya está entre nosotros. Bueno, en realidad, los futuros propietarios de la nueva moto de cross roja todavía tendrán que esperar un par de semanas más, puesto que su llegada al mercado español se espera para el próximo mes de enero. Su precio será de 9.300 euros, y aclaramos, además, que la versión comercializada en nuestro país contará de serie con arranque a pedal y también eléctrico, una de la grandes novedades de la CRF 450 ´17. De dicho cambio, y de todas las demás mejoras, que afectan a la práctica totalidad del modelo, ya las detallamos hace unos meses, por lo que no os haremos esperar más y pasaremos directamente al comportamiento de la nueva criatura de la marca del ala dorada.
La presentación europea ha tenido lugar en un circuito próximo a la ciudad de Cagliari, en la isla italiana de Cerdeña. Allí nos aguardaban seis tandas de 15 minutos, sobre un circuito de suelo arenoso y húmedo, con muy buen agarre. El trazado resulta ratonero y sinuoso, con mucho cambio de dirección y curvas de radio corto, sin faltar saltos de todo tipo -largos, cortos, aterrizajes “al plano”, dobles en subida…- y una generosa presencia de baches -de tamaño medio-. Al subirnos a la gran protagonista del día, pronto comprobamos que no hay grandes cambios en la configuración del puesto de mandos. Tanto el manillar -alto y ancho-, como las estriberas, mantienen su posición y diseño, y también repite el asiento de superficie muy plana. La nueva carrocería ofrece una anchura similar -muy correcta, ni excesiva y demasiado fina-, aunque sí apreciamos unos plásticos de superficie más lisa y limpia, permitiendo una óptima libertad de movimientos.
El motor cobra vida con bastante facilidad -salvo con marcha engranada, pues así le cuesta-, aunque ya sólo con el gesto de bajar el pedal apreciamos una mayor compresión que antaño. ¿Cómo funciona el arranque eléctrico? Pues todavía no lo sabemos, ya que todas las unidades de prueba en esta presentación equipaban solo el arranque a pedal -aunque los modelos CRF 450 X de enduro, también presentados en Cerdeña, se veían arrancar «a botón» con aparente normalidad-. Pocos metros nos hace falta recorrer, ya en acción, para confirmar que la nueva Honda CRF 450 ´17 muestra un talante motriz bien diferente a la anterior, con un nivel de energía, rabia y músculo bastante mayor. La entrega resulta inmediata y muy llena desde muy bajo régimen, con unas reacciones al gas tan rápidas que incluso resultan un tanto agresivas, para según qué terreno y nivel de conducción o aguante físico. Sirva de ejemplo del renovado carácter de la MX1 roja, el hecho de que si bien en años anteriores el mapa de motor “agresive” siempre era nuestro favorito, en Cerdeña encontramos mucho más acierto en el modo “suave”, incluso ante un terreno de tan buen agarre. Pero la mayor diferencia del nuevo modelo con respecto al anterior, resulta todavía más clara al superar la gama baja de revoluciones, con un medio régimen bastante más poderoso. La nueva CRF 450 posee más garra en medios, y también hace gala de una subida de vueltas más rápida y efectiva. En cierto momento de la gama media, se produce una patada de potencia que no llega a ser violenta, pero que sí aporta mucha excitación y otorga la confianza de tener un golpe de gas salvador en situaciones comprometidas -saltos, barro profundo, o corregir fallos-. Además, ¡ahora sí!, la entrega en medios está acompañada de un rendimiento en altos a su altura, con clara percepción de que hay más caballos y que éstos se mantienen en auge durante más tiempo -aunque no diríamos que el régimen máximo ha aumentado-. En general, la nueva Honda mantiene un empuje general homogéneo, progresivo y aprovechable, aunque también está claro que ya no es la moto “sosa” y excesivamente “dócil” de antes, sino que se ha enfatizado su carácter «racing».
No podemos conceder tantos halagos al cambio y al embrague, pues ambos presentan un accionamiento duro e impreciso, al menos un poco más que en el modelo anterior, del que tampoco se ha solventado la tendencia a calarse en ciertas situaciones. En el caso del cambio, sí que nos ha gustado el nuevo desarrollo, más corto en todas las marchas, y que permite un rodar más natural usando casi siempre la tercera velocidad. De los tres mapas de motor, el número 2 -suave- ha sido el que más nos ha gustado para la pista de Cerdeña, como señalamos antes, aunque también encontramos disfrute en el mapa 3 -agresivo-, pues ofrece una entrega más llena en bajos y medios, aunque con más precisión en los gestos de abrir-cortar que con el mapa 1 -estándar-.
El comportamiento del apartado ciclo también ha variado ligeramente en la Honda CRF 450 2017, aunque no tanto como la respuesta motriz. Los cambios en la geometría y la rigidez del chasis y el basculante han servido para ganar claramente en estabilidad. La nueva 450 nipona no carga tanto peso en el frontal de la moto como antes, apreciándose un reparto de pesos más centrado. La agilidad en curva sigue siendo francamente buena, entre las mejores de su clase, aunque sí ha perdido un poco de la rapidez felina que ofrecía antes en el momento de iniciar los virajes. A cambio, el tren delantero permanece ahora más aplomado, y no solo a alta velocidad en recta, sino que también resulta más preciso y seguro en curvas rápidas. En general, y también en sintonía con el renovado talante del motor, el chasis de la nueva Honda reluce por su eficacia a ritmo alto, en detrimento de la docilidad de uso y facilidad de aprovechamiento para usuarios "amateur". Misma ganancia, en el tren trasero, bastante más “calmado” que antes, tanto al entrar en curva, como al acelerar en zonas bacheadas. La roja ofrece una gran sensación de tracción y admirable capacidad para limitar pérdidas de adherencia.
Las nuevas suspensiones nos han dejado un ligero sabor agridulce. Regusto dulce, porque nos parece que tanto la horquilla como el amortiguador poseen un gran potencial, pero también pensamos que la puesta a punto de partida no era la ideal para las condiciones del circuito que, por otra parte, es un buen ejemplo del tipo de trazado que abundan en Europa y España –pistas reviradas, de baja velocidad y rotas-. La nueva horquilla Showa con muelle en acero posee un tarado bastante firme, no tanto por retención hidráulica, sino que nos parece más una cuestión de muelle duro o exceso de aceite. En acción, la nueva Honda se comporta con maestría ante aterrizajes de saltos largos y en la absorción de impactos fuertes, pero brilla menos al lidiar con una sucesión de baches o al transmitir tracción al apoyar en curva –de ahí pensamos que proviene el descenso de agilidad en curva-. El lado positivo es que el sistema de ajuste hidráulico resulta muy preciso y eficaz, apreciándose claras diferencias con uno o dos clics. Gracias a la atenta disposición del técnico de Showa, que además es español y se llama Yeray Bermúdez, en Cerdeña optamos por abrir el hidráulico de compresión -primero un poco, y al final casi a tope…-, disfrutando así de un comportamiento mucho más confortable y eficaz. Además, aun con la firmeza de los tarados, sí que nos ha gustado mucho la progresividad y suavidad con la que trabaja la Showa, y por eso creemos que con el tarado adecuado -menos «norteamericanizado»…- puede resultar una horquilla muy, pero que muy buena. La respuesta del amortiguador sí que nos ha parecido muy satisfactoria en Cerdeña, aportando mucha tracción, buena absorción y tacto cómodo, con la única necesidad de incrementar el juego muerto de origen, para bajar ligeramente la parte trasera –SAG dinámico a 114 mm, cuatro más que de serie-. Por último, los frenos Nissin de la Honda CRF 450 2017 mantienen su brillante nivel, con mucha potencia y alta precisión en ambos ejes.