Montesa Cota 4RT, prueba en detalle, fotos y ficha técnica

Por vez primera la Cota 4RT apuesta por el blanco como color «corporal», tonalidad que ya en el pasado tuvieron muchos modelos de Cota. Una luminosa renovación estética que aporta frescura y aligera la imagen, aunque sea solo una percepción visual. En el blanco da la Cota y se mantiene como adalid del trial en formato cuatro tiempos.

Santi Ayala | Fotos: Juan Sanz

Montesa Cota 4RT, prueba en detalle, fotos y ficha técnica
Montesa Cota 4RT, prueba en detalle, fotos y ficha técnica

Renunciar al rojo, el color corporativo de la marca, en favor del blanco representa una decisión que no es transcendental en el comportamiento de la moto pero sí en la capacidad para estimular al comprador. Bien de una moto nueva entera o de un conjunto de plásticos completos en blanco, algo que muchos ya habéis hecho antes, entre otras cosas, porque la versión Racing Replica los lleva -aunque difuminada por los adhesivos de Respsol- así como la homóloga TLR que se vende bajo marca Honda, que siempre ha tenido el blanco como coloración. Montesa vuelve a mostrar lo importante que resulta cuidar el envoltorio para destacar el caramelo que hay dentro. Marketing, por supuesto, tan instaurado en nuestra sociedad, animada a tener mucho impacto visual con el que alimentar nuestros sentidos. El trialero es sensible en términos estéticos, y más de una venta llegará por el blanco, más elegante, combinado con matices en azul y rojo, junto al depósito de aluminio al natural, sin pintar -aire de más ligereza-. La renovación estética se completa con las botellas de la horquilla Tech en negro -estiliza- y las barras cromadas.

La 4RT 260 ´17 monta ahora el pedal de arranque más largo.

El trial no vive de la incesante necesidad de presentar muchas novedades en cada temporada, pues ni la modalidad lo requiere ni el mercado tiene una renovación tan continuada de motos como en el enduro y el cross. Es por ello que la Cota, superada su década de vida en formato 4RT, sigue vigente, presumiendo de una calidad estructural avalada. Basta pasear por la fábrica en Santa Perpetua de Mogoda, Barcelona, para ver lo bien que se produce -a un ritmo de quince unidades diarias, en un período de campaña de producción específico, limitado a unos meses-. Incluso en elementos como las piezas de aluminio, que ahora se hacen allí soldadores propios construyen los bastidores, los depósitos…y antes los suministraba un proveedor externo -los italianos de Verlicchi, por ejemplo, que tuvo que cerrar por quiebra-.

Más patada

No, no es que el motor reciba cambios y por ende responde con empuje extra. Es porque la 4RT 260 ´17 monta ahora el pedal de arranque más largo, el mismo de la Cota 300 R, el cual permite hacer más palanca y facilita la puesta en marcha, en muchos casos al primer intento. Como he comprobado en la prueba, pues sin duda he conseguido poner la mecánica en funcionamiento siempre bien, aplicando el conocido protocolo de empujar el pedal de forma continuada, sin prisa, con solidez y, sobre todo, manteniendo el pedal abajo hasta oír el motor en marcha. Y si no lo hace, patada con gas a fondo para resetear el sistema, y a la siguiente patada, arranca –le beneficia para arrancar el ralentí alto, no mucho para que luego no corra sin gas-. Es en medio de una zona, si se cala el motor, cuando más agradecemos la presencia de esta palanca larga, pues arranca mejor, pieza de recomendable monta en las 4RT de años anteriores -encaja perfecta-. Quizás, a algunos os pueda molestar el extra de longitud palanca, que sobresale un poco por encima del chasis y os puede rozar con la bota. Pero seréis los menos.

Reconozco que hay tres cosas que me encantan de la 4RT. La primera, no tener que hacer mezcla en la gasolina. La segunda que con la inyección desaparece el previo de abrir paso de gasolina, tirar del aire... Y la tercera, el sonido 4T. Vale pensad que soy un poco moñas pero sí, el sentido del oído, en mi caso es protagonista en el disfrute de una moto.

Frena perfecta la 4RT con el material Braktec, de tacto directo y mordaz.

El motor 4T es una fuente de energía directa e inmediata al gas, con capacidad extra sobre las 2T de usar el bajo régimen para moverse a punta de gas, gracias al par que aflora con solidez. Nos permite sentir seguridad pues parece que nunca se parará, agradable para hacer zonas a ritmo. Al dar gas, la 4T reacciona pronta y tiene arrancada directa. En definitiva, permite enlazar pasos por el recorrido o la zona sin excesos de gas y olvidando el uso del embrague. Un guiado diferente en matices a llevar una dos tiempos, mucho más vivaracha e impulsiva.

El grupo termodinámico mejoró en 2016 con otra bomba de gasolina, de mayor caudal, con la que, junto al reprogramado de la centralita, la curva de potencia ganó bajos y medios. Algo que en esta 4RT 2017 volvemos a notar, con aportación extra de empuje en las revoluciones iniciales. Y al cortar gas, se aprecia la otra mejora del 2016: la clara reducción del freno motor con un sistema de descompresión de los gases del cárter. Sólo eso hace sentir una conducción más lineal y controlable. Aunque, innegable, esa retención 4T resulta perceptible, tanto al subir como al bajar, debiendo saber administrarla.

Lo mismo que hay que administrar la gran tracción que reporta la Cota, especialmente donde baja la adherencia, como barro, arenilla, tierra batida… pues si nos pasamos con el gas, notaremos la querencia a escarbar de la rueda trasera, inherente a un 4T.

 Nos permite sentir seguridad pues parece que nunca se parará.

En sentir la presencia constante del par influye el desarrollo secundario, con la corona de 41 dientes, que aporta un tiro directo del motor. La otra nota diferencial de la Cota 4RT sobre una 2T la vuelvo a tener con la marcha a escoger. En una 2T la primera es raro usarlo, y en la Cota puede ser la marcha reina por excelencia. Su par motor y su tracción, con elasticidad, ayudan a ir pausados, cabeza arriba, mirando bien el obstáculo, llevando el ritmo y decidiendo con criterio. La posible brusquedad que aparecería en una 2T para hacer una zona en primera, no la hay con en este motor. Mecánica bimodal que deja también hacer la misma zona en segunda, con idéntica solvencia, pero con otro ritmo. Y la tercera ya para rampas de velocidad que podemos encarar sin tocar si quiera el embrague, elemento a olvidar en muchas ocasiones con esta moto -responde progresivo, suelta rápido y con un tacto sólido en la maneta-. El cambio engrana perfecto las marchas, con tacto duro del selector -certeza de haberla metido bien- y corto recorrido de la palanca.

En el puesto de conducción quedas bien metido en la moto, y dado el ancho del cárter y de la caja del filtro, hay permanente contacto del cuerpo con ella, útil para moverla. Aunque, inevitablemente, las piernas quedan más abiertas que en una 2T y salientes los pies, pudiendo rozar más fácil en los pasos de ancho mínimo -las 2T son más estrechas-. Recordad que en 2016 se pusieron los estribos más bajos y atrasados, cargando más peso atrás para aligerar la dirección y aumentar la tracción.

En una trialera la manejabilidad es un aspecto a considerar. Con sus casi 77 kilos, llena, la Cota no es tan ágil como otras, ni tan espontánea. Pro y contra pues su mayor aplomo a muchos os gustará pues no se os escapa de las manos y perdona errores por nuestra falta de técnica. La 4RT asegura la trazada y rezuma estabilidad. Pero al moverla en parado o para subir escalones hay que aportar impulso extra, que no es sinónimo de torpeza o falta de capacidad, que nada de esto tiene la Cota. Es lo de siempre, menos directa que una 2T.

El bastidor de aluminio nos agasaja con solidez, aplomo y precisión en sus trazadas, un bálsamo de tranquilidad al piloto. Chasis que en uso de trial excursión responde de diez. Y recordad que para rodar cómodos por la montaña sentados, la 4RT lleva de serie un asiento elevado, removible fácilmente, con un útil y amplio hueco portaobjetos bajo el sillín.

 Con sus casi 77 kilos, llena, la Cota no es tan ágil como otras.

En la suspensión, parece que a la tercera va la vencida y el conjunto de horquilla Tech y amortiguador Ollé R16V, tienen más tacto y no se hunden tanto. Trabajan algo más progresivas, y no tan lentas en extensión como antaño, sobre todo el amortiguador. Una suspensión pensada para uso aficionado y no competitivo. Lo mismo que pasa con las gomas Dunlop, que un amateur las aprovechará y un pro, cambiará por otras de más agarre.

Frena perfecta la 4RT con el material Braktec, de tacto directo y mordaz. Por supuesto la palanca de freno sigue sobresaliendo de más, por el ancho motor y por su gran puntera.

Recordatorio ineludible en cada prueba de la Cota: no tiene testigo de reserva ni llave de paso de combustible -ojo los olvidadizos porque cuando se acaban los dos litros del depósito no hay nada que hacer-. El otro aspecto mejorable es la funcionalidad del acceso al filtro del aire pues exige retirar el guardabarros trasero -cuatro tornillos- más otros cuatro tornillos de la tapa del filtro.

Conclusión

En el blanco sigue dando Montesa con su 4RT. Preciosa trialera, de presencia imponente, que facilita la práctica de un trial confortable, dejando a quien la lleva que la conduzca. Rezuma par motor y buena patada general. Aunque presenta menos beneficio por el peso total, el ancho del motor, y reacciones propias de un 4T como el freno motor.

Lo mejor:
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    Aplomada

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    Calidad e imagen

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    Control general

Mejorable:
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    Masa total

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    Sin reserva

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    Ancho cárteres