Honda NS400R, una réplica de calle de la moto de competición

A mitad de los 80 los fabricantes japoneses decidieron aprovechar la repercusión de los Grandes Premios y lanzaron una serie de réplicas de calle de sus motos oficiales, unas motos de vida breve pero que, como las Honda NS400R, se convirtieron en míticas.

Pepe Burgaleta. | Fotos: J.C. Orengo. Moto propiedad de Eduardo Sanz

Honda NS400R, una réplica de calle de la moto de competición
Honda NS400R, una réplica de calle de la moto de competición

Soichiro Honda, el fundador de Honda Motor Co, era un declarado enemigo de los motores de dos tiempos. Desde los primeros años, la compañía se había concentrado en fabricar motores de cuatro tiempos, y lo hizo durante décadas. Tuvieron que llegar los años 70 para que los «dos tiempos» empezaran a formar una parte sustancial del catálogo del fabricante japonés, y lo hicieron en un campo en el que un 2T era absolutamente imprescindible, el motocross. El lanzamiento de la Honda Elsinore CR250M de 1973, diseñada por Soichiro Miyakoshi, coincidió casi con la retirada de Soichiro Honda de la dirección de la compañía.

En cadena

Pero la llegada de la moto de cross y la cesión de las riendas de la compañía por parte de Honda, también provocó que se abriera la veda de la fabricación de motos dotadas de motores de dos tiempos, muchas de ellas deportivas.

El primer modelo de carretera de alta cilindrada de varios cilindros llegó en 1982, la Honda MVX250 de tres cilindros. Honda ya había entrado en el Mundial de 500 cc con una moto de tres cilindros en V un año antes, y al siguiente logró su primer título en la categoría. La Honda MVX250, sin embargo, no tenía una estructura como la de la moto de carreras, porque la disposición de sus cilindros colocaba dos mirando hacia delante y uno atrás.

Había razones de diseño para ello, básicamente lograr el espacio necesario tras el motor para colocar la caja del filtro de aire, la batería, y otros elementos auxiliares, además de hacer un chasis estrecho en esa zona, algo difícil con dos tubarros ocupando este espacio. La Honda MVX250 no se llegó a importar en Europa, restringiéndose a un mercado doméstico en plena expansión.

Reacción

El gran boom llegó justo después del lanzamiento de la Honda MVX. Yamaha presentó en otoño de 1983 su Yamaha RD500 con motor 4 en V y 2 cigüeñales y un año después Suzuki hacía lo propio con la Suzuki RG500, ambas con versiones de 400 cc para Japón, por motivos legislativos. Honda reaccionó y no dejó pasar la oportunidad de aprovechar sus éxitos en el Mundial, y lanzó la Honda NS400R, pero al contrario que sus rivales, sólo en versión de 400 cc.

La Honda NS era una moto con la misma arquitectura en su motor que las Honda MVX250, pero ya sin los problemas que aquejaban a aquéllas. Chasis y estética eran similares a los de las motos de competición, y lo mismo ocurría con un buen número de las soluciones tecnológicas como las llantas desmontables Comstar, el sistema antidive en la suspensión o las válvulas ATAC en los escapes, y de láminas en la admisión. Era una moto menos potente que sus competidoras, y su motor, aún con más de 70 CV, bastante utilizable. Su gran problema era el mismo del resto de esta generación de deportivas de 2T ultratecnológicas, su coste. Era una moto cara, y no sólo de adquisición, sino también de mantenimiento. Al final, una moto de cuatro tiempos de prestaciones similares, era más pesada, pero también más utilizable.

La Honda NS400R tuvo una vida corta, ya que en 1987 dejó de fabricarse. Tres años de vida, que fueron los mismos que los de todos los modelos de esta generación de deportivas basadas en las motos de competición del Mundial de 500 cc. Tuvo su momento de brillo, pero sobre todo en el corazón de los aficionados, ya que de todos los que suspiraban por ella, tan sólo una mínima parte acabó en las tiendas. Hoy en día sigue siendo una moto con una aureola a su alrededor, un ejercicio de ingeniería y diseño que no tuvo continuidad.

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