Andrea Dovizioso y el milagro de Nicky Hayden

La película de MotoGP optará al premio de 'Mejor guion adaptado'.

Nacho González

Andrea Dovizioso y el milagro de Nicky Hayden
Andrea Dovizioso y el milagro de Nicky Hayden

La penúltima página del guion, la preparación del desenlace, ya está escrita: el mejor piloto del mundo llega a Valencia con medio título en el bolsillo y con la firme convicción de ir a sumar uno más a sus ya abultadas vitrinas, que empiezan a adquirir unas dimensiones realmente históricas.

A unos pocos boxes de distancia, un talentoso piloto que empezó la temporada sin aparecer en las quinielas, sueña con destronar al elegido.

Es el argumento de MotoGP 2017, pero no concursará en la categoría de mejor guion original, sino en el de mejor guion adaptado. Claramente, se trata de un remake de una de las mejores películas del motociclismo moderno: MotoGP 2006.

Han pasado once años y la historia se repite. Con matices, por supuesto. La forma de llegar al desenlace no puede ser más distinta... aunque en ambas haya habido protagonismo para sus compañeros de equipo: Andrea Dovizioso ha alargado la lucha por el título con 25 puntos en la penúltima carrera tras batir a Jorge Lorenzo. Nicky Hayden se complicó enormemente con un cero motivado por un error de Dani Pedrosa.

En Valencia, Hayden necesitaba un pequeño milagro: recortarle ocho puntos al mejor piloto del momento: Valentino Rossi. También en Valencia, Dovizioso necesitará un milagro enorme: recortarle 21 puntos al mejor piloto del momento: Marc Márquez.

Aquel 2006 acabó con el drama en el box de Valentino Rossi, que falló en el Ricardo Tormo y vio cortada su racha triunfa en la categoría reina. El título fue a parar a las vitrinas del añorado Nicky Hayden, que se jugó un ‘all in’ y lo ganó, dibujando un 69 en el cielo de MotoGP.

También, como en aquella temporada, los tres primeros puestos irán a parar a tres marcas diferentes: por aquel entonces, fue un Honda vs Yamaha con la Ducati de Loris Capirossi –que había empezado el año ganando- en el tercer escalón final del podio.

En esta ocasión, ese puesto será para Yamaha y Maverick Viñales –que curiosamente también comenzó la temporada en lo más alto-, con Honda y Ducati jugándose un título por primera vez en su historia. Pero no es el momento de hablar de terceros.

En 2006, Rossi llegó a estar a 51 puntos a falta de seis carreras. En las cinco siguientes sumó 101 puntos sin bajarse del podio para llegar líder a la última cita. En este 2017, Márquez ha estado, en dos ocasiones distintas, a 37 puntos del líder. Tras romper el motor en Silverstone perdía el liderato a falta de seis careras, pero en las cinco siguientes ha sumado 108 puntos para llegar líder a la última cita.

Como sucedía hace once años, las opción de vivir un final apoteósico propiciado por algún giro dramático en los acontecimientos -por ejemplo, que Márquez llegue duodécimo a la última vuelta a un segundo del undécimo mientras Dovizioso gana la carrera y que el campeón se decida en función de si Márquez consolida o no el adelantamiento al undécimo en la última curva- entra ya en el territorio de las utopías más absolutas. En ese sentido, esta vez las expectativas son casi nulas.

No pasa nada. No todas las grandes películas necesitan una batalla final que dure 45 minutos.

De hecho, las mejores películas te atrapan durante dos o tres horas sin necesidad de una última escena grandilocuente que justifique el precio de la entrada. La realidad es que el precio de la entrada de MotoGP 2017 está más que amortizado.

Valencia es un extra. Un epílogo a 17 grandes premios, el bonus track de un disco de 17 canciones para todos los gustos, con ritmos frenéticos entremezclados con vals acuáticos; vertiginosos temas de rock con varios intérpretes a coro, baladas ejecutadas con precisión a dúo y, si, también algún melódico solo de una belleza más pausada.

Merecía este extra, este epílogo, este bonus track regalado por Ducati y Andrea Dovizioso, aquel piloto que pasó por Honda y Yamaha hasta encontrar su casa decorada en rojo, compartida en su primer año con Nicky Hayden.

Del de Kentucky, Dovi aprendió –como todos en aquel 2006- que la historia se puede reescribir. Que en el motociclismo, los milagros existen.

Este año, Nicky se fue, pero gracias a Dovizioso, su recuerdo en Valencia estará más vivo que nunca. Desde su título, otros dos se han decidido en el Ricardo Tormo (2013 y 2015), pero no como aquel.

Este año, el mejor piloto del mundo llega a Valencia con medio título en el bolsillo y con la firme convicción de ir a sumar uno más a sus ya abultadas vitrinas, que empiezan a adquirir unas dimensiones realmente históricas.

A unos pocos boxes de distancia, un talentoso piloto que empezó la temporada sin aparecer en las quinielas, sueña con destronar al elegido.

Once años después, el ‘All in’ lleva el 04.