'Andrea Dovizioso derrota a Marc Márquez por milésimas', rezaba el titular de la crónica de la carrera. Un titular que describía, sin adornos ni valoraciones, lo que acababa de suceder en el Losail International Circuit en la carrera que daba el pistoletazo de salida al Mundial de MotoGP 2018.
Se desató la histeria colectiva, y no era para menos. Después de cuatro meses de sequía en lo que a carreras de MotoGP se refiere, el Gran Premio de Qatar decidió tres carreras por un total de 162 milésimas. Dos luchas de última vuelta habían calentado el ambiente para que Dovi y Marc volviesen a citarse en el que ya se está convirtiendo en su banco del parque particular: la última curva.
Solos los dos, sin más horizonte que una bandera a cuadros. Esta vez, Valentino Rossi lideraba a los testigos. Poco importaba, mirar atrás no era una opción. Habían pasado una veintena de vueltas vigilándose, agazapados entre los demás. Llegada la hora de la verdad, se habían quedados solos en la noche catarí. Entre los miles de focos del trazado, había dos apuntando hacia ellos.
DOVI, VENCEDOR
En las carreras no hay más ley que la del cronómetro, que certificó lo que pudo verse en la imagen. Con apenas media moto de ventaja, que a más de 300 km/h se tradujo en 27 milésimas. 27 es el número del que ya es el único piloto que le supera en victorias con Ducati, ya que con la de Qatar suma ocho y deja atrás las siete de Loris Capirossi.
Un dato aún más impactante: desde el GP de Italia del año pasado, Dovizioso ha ganado la mitad de las carreras de MotoGP: 7/14. Resulta una barbaridad en el clima de igualdad mecánica que reina en la categoría y que da buena fe de la simbiosis entre Dovi y la Desmo. El sobrenombre de ‘DesmoDovi’ les viene al pelo, porque son casi un mismo ente.
Además, en Qatar se pudo sacar la espina de sus tres terceras posiciones consecutivas. Llevaba sin acabar segundo desde hacía un año, y no iba a tolerar que Márquez le superase. Sabía que tenía que hacerse fuerte en Losail para empezar a cimentar sus opciones de título. La temporada será muy larga, pero estos 25 puntos eran innegociables: si tu rival es Marc, no hay concesión que valga.
MARC, VENCEDOR
En los títulos no hay más ley que la de los puntos, y Marc lo sabe. Las dos últimas temporadas ha aprendido que hay días en los que hay que fastidiarse y sumar lo que se pueda. Una media inglesa que aplica a su manera. Y su manera dice que a estas alturas de temporada el umbral de riesgo aceptable es algo más elevado. Y si llega a la última vuelta con opción de ganar, el umbral desaparece.
Para ser justos, ya había desaparecido cuando Dovizioso se puso líder pasando a Johann Zarco en la recta. Llevaba toda la carrera marcando al italiano y no iba a concederle ni medio sector de margen. La opción era pegarse a su rueda y así lo hizo, citándole para un duelo bajo la luna en el que tenía, a la vez, todo y nada que perder.
Nada que perder porque el segundo puesto, en Qatar, ya era fantástico. Todo que perder porque una caída hubieran sido 20 puntos, lo que implicaría regalarle a Dovi un colchón. Daba igual. Se adhirió a la pista como pudo para seguir el infernal ritmo del de Ducati y llegó pegado para un intento de garantías. No fue suficiente, tampoco pudo hacer más. También daba igual. Bastaba con verle la cara para saber que también había ganado… y quizás más que su rival.
MARC 7 – 5 DOVI
La lectura en caliente daba un resultado de 3-0 para Dovizioso. Era inevitable revivir mentalmente los duelos de Austria y Japón hace un año, con idéntico resultado. Volvió a salir a la palestra la coletilla del anti-Márquez, la cual tiene cierta lógica. Ante el ímpetu del 93, la frialdad del 04 volvió a imponerse.
Sin embargo, pasados los minutos, se veía a Marc casi más contento, y las declaraciones lo corroboraban. Dovizioso mostraba su preocupación por lo cerca que había llegado Márquez en un circuito en el que debió meter más puntos. Márquez expresaba su felicidad por haber llegado con opciones hasta la línea de meta, recalcando que las tres derrotas no dolían porque eran en territorio enemigo.
Los números, ya enfriados, tampoco engañan. Andrea Dovizioso ha ganado cinco puntos. No respecto al de Honda, sino respecto a 2017 (de 20 a 25). Marc Márquez ha ganado siete (de 13 a 20). El cronómetro engaña menos.
En distancia al ganador, Dovizioso ha ganado unas cinco décimas. Márquez casi siete segundos.
En ambos casos, 7-5 para Márquez. Así se explican sus caras.