Tras un prolongado y tranquilo periodo de recuperación, Héctor Barberá ha vuelto a la pista, en el estreno con su nueva escudería, Pons Racing, bajo los mismos colores que le patrocinaron el año pasado, Pepe World y HP, y con un nuevo compañero, Axel Pons, el hijo del patrón del equipo.
Las condiciones no fueron las mejores para los dos días de pruebas, especialmente el segundo día que, contra pronóstico, se produjo un sensible empeoramiento en el agarre del asfalto. Afortunadamente la limitada evolución de las Aprilia RSA 250 permitió a Barberá centrarse en el trabajo de recuperar sensaciones tras su larga inactividad, y el valenciano rodó con calma, sin marcarse tiempos ni objetivos a corto plazo, pero no obstante Barberá terminó bastante satisfecho los entrenamientos, aunque sus tiempos, marcados por la cautela de las pruebas y las condiciones complicadas de la segunda jornada, estaban lejos de los registros del pasado Gran Premio. Barberá marcó 1’48”210 (la vuelta rápida en el GP fue 1’46”143 -Bautista-, y la "pole" 1’45”636, también Bautista).
Al final, el entrenamiento terminó antes de lo previsto porque Barberá sufrió un fuerte latigazo de la moto, golpeándose un dedo de la mano que se había roto semanas atrás en un entrenamiento. Aunque no tuvo mayores consecuencias,
Barberá optó por terminar las pruebas debido a la hinchazón que se produjo: "He finalizado el trabajo antes de tiempo, hoy ha sido un día muy soleado y con muy buena temperatura, y pensé en un inicio que podríamos conseguir unos buenos registros, pero la sorpresa ha sido la falta de grip con la que nos hemos encontrado. Hemos ido probando varias soluciones para ir encontrando la mejor puesta a punto posible en estas condiciones mejorando un poco los tiempos de ayer, pero sobre todo lo que buscamos es ir trabajando para llegar en la mejor forma posible al primer GP. Tenía bastantes problemas de agarre pero más o menos íbamos encontrando, cuando un fuerte derrapada me ha dado un golpe en el dedo que me fracturé hace un mes y se me ha hinchado muchísimo. Por lo que he preferido dar por finalizados los entrenamientos para no dañar más la lesión. Salvo este inconveniente, las dos jornadas han sido muy positivas, sin pensar en los tiempos. Creo que estamos el camino, ya que me he sentido muy cómodo sobre la moto y con el equipo. Siguiendo por este camino llegaremos con muchas garantías, espero estar totalmente recuperado de esta pequeña lesión para los próximos entrenamientos en el circuito de Estoril el 15 de marzo".
Por su parte, Axel, que subía a una «dos y medio» por primera vez en estas pruebas, trabajó en la adaptación a la nueva categoría, más acorde con su complexión física, puesto que las motos de 125 ya le resultaban bastante justas para su talla. Va a ser un salto grande el del joven Pons, porque aún está lejos del ritmo del Mundial, y en el Circuit su mejor tiempo fue 1’53”6.