Con el final de la temporada 2018 de MotoGP vuelven los carenados negros exhibiendo fibra de carbono, los experimentos con nuevo material, nuevos motores, nuevas soluciones aerodinámicas, ajustes… vuelven las agotadoras jornadas de pruebas y, con ellas, la oportunidad de poner sobre la pista cualquier idea que pase por la idea los ingenieros de la marca de turno. En los últimos años, con Gigi Dall'Igna al frente del equipo de competición de Ducati, hemos vivido en este aspecto una auténtica revolución.
Aunque la idea no era nueva, fue Dall'Igna quien volvió a insistir sobre el uso de alerones en los carenados de las motos de la categoría reina para crear una fuerza extra sobre la rueda delantera. Y el invento, aunque alocado y de un aspecto estrafalario, marcó el camino de la aerodinámica de toda la parrilla. Tanto, que la organización de MotoGP tuvo que ponerse al día y tomar cartas en el asunto para crear una normativa específica.
¿Qué nos depara 2019? Aunque todavía estamos muy lejos de los modelos definitivos que saldrán a la pista de Qatar el próximo 10 de marzo, los tests de Jerez nos han dejado ver un adelanto del aspecto que podrían tener las MotoGP de 2019.
Recuperando el "torque arm"
Uno de los elementos que más llamó la atención y que pudimos cazar mientras eran probados fue el "torque arm" que ves en la foto de arriba. Sergio Romero estuvo en las instalaciones del circuito andaluz para poner a prueba la Ducati Panigale V4R y pudo consultar a los ingenieros de Bolonia sobre aquel elemento. El objetivo es reducir el rebote de la rueda trasera y evitar que ésta se despegue tanto del suelo en las frenadas más fuertes.
La solución no es nueva y, dentro de la propia marca, ya se trabajó en los 80 con soluciones parecidas que tuvieron más o menos éxito, aunque ésta es una evolución de aquellas. Entonces, se creaba un paralelograma que unía la pinza del freno directamente al chasis, pero en este caso, este brazo cuenta con un carril interno y en vez de estar sujeto al chasis, lo está a la suspensión trasera, permitiendo todo tipo de ajustes según necesidades.
Según hemos podido saber, tanto Danilo Petrucci como Jack Miller, que probaron el avance después de Álvaro Bautista, presente en Jerez para los tests de SBK y sustituir a Michelle Pirro, marcaron sus mejores vueltas en el asfalto andaluz con el "torque arm" montado. Esto no significa en absoluto que se convierta en un elemento de la GP19, pero seguramente se lleve, todavía más evolucionado, a los tests de Sepang programados para inicios de febrero.
Alerones, ahora en el colín
Parece claro que el equipo de Gigi Dall'Igna tiene el contacto del eje trasero con el asfalto como una de sus tareas para 2019. Otro elemento probado en Jerez fue un colín con alerones adheridos que efectivamente tenía la finalidad de crear una fuerza sobre la parte trasera de la moto que ayudara a evitar que se levantara al agarrar con fuerza el freno delantero. Además, al tener el neumático trasero en contacto con el suelo, da la oportunidad al piloto de aprovechar al máximo las distancia de frenado, sin perder ni un sólo centímetro al circular sólo sobre la rueda delantera.
Como teoría no está nada mal, salvo por el problema que conlleva colocar unos alerones en la parte trasera. Si estos tuvieran algún efecto en aceleraciones, se podría traducir en una moto incontrolable en las salidas de curva. Entendemos que durante el estudio aerodinámico de Ducati han encontrado ese punto mágico en el que el mismo cuerpo del piloto, que es el único elemento que puede cambiar su forma, logra evitar la carga aerodinámica en aceleraciones y rectas, pero la crea en las frenadas.
Sea como fuere, parece que se avecina una temporada más de innovación sin precedentes y es que, como declaraba Valentino Rossi antes de dejar Jerez, Ducati ha conseguido una infraestructura muy similar a la de los equipos de Formula 1, que cada temporada se ven forzados a encontrar nuevos avances aerodinámicos para ganar esa décima o milésima que separa al segundo del campeón del mundo. Estamos muy lejos de poder hacer apuestas pero, de momento y a juzgar por el ritmo de sus pilotos, Ducati se posiciona una vez más entre los favoritos mientras fábricas tan fuertes como Yamaha todavía no se han decidido sobre qué motor utilizar.
