Cuando Dorna anunció durante el verano 2016 la modificación del reglamento que acababa con los famosos alerones de MotoGP, pensamos que se ponía punto y final a los carenados extravagantes en la categoría reina. Ducati había marcado el paso dotando a sus Desmosedici de unos contundentes alerones que, bajo varios puntos de vista, podían resultar peligrosos en caso de caída o contacto con otro piloto. Pero hecha la ley, hecha la trampa. 2017 comenzó con carenados tradicionales pero pronto comenzaron a surgir ideas y soluciones para reproducir exactamente los mismos efectos. ¿Los más atrevidos? Una vez más, Ducati con su Hammerhead pero no han sido ni mucho menos los únicos y más tarde o más temprano, todas las marcas han tomado algún tipo de medida en esta dirección.
Aprilia
El primero de los carenados diseñados por Aprilia se estuvieron probando en los test oficiales de Phillip Island, poco después de que Yamaha saliera a pista en Sepang con su doble pared/capa. Aquel prototipo utilizaba el concepto ya adoptado por la mayoría; reducir la anchura del frontal, que es la base, y ganar así distancia y superficie de contacto con el aire. Aprilia prácticamente hacía dos agujeros en los lados de su carenado en el que las paredes harían de alerón. No obstante, los de Noale cambiaron de diseño en San Marino optando por un suplemento en forma de corchete acoplado en los lados.
Ducati
Siguiendo el mismo concepto que Aprilia, Ducati optó en primer lugar por dos enormes cuencas en el frontal de la Ducati GP17. Gigi Dall’Igna reconocía echar de menos los beneficios aerodinámicos de los alerones de 2016 y ya en Qatar tenían listo el primer diseño. Aquel Hammerhead evolucionó al carenado que hoy están utilizando de forma regular Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso. Fue en el Gran Premio de la República Checa cuando Paolo Ciabatti avisaba en televisión de que “llamaría la atención”. Los alerones, de nuevo en forma de corchete, salían por debajo de la toma de aire mientras que por arriba se extendía el frontal de forma plana, recordando en cierta medida a su prima la Ducati 1299 Panigale. La alternativa ha ayudado a Jorge Lorenzo con el paso por curva, ganando un pequeño extra con el que poco a poco pilota de una forma más natural. Danilo Petrucci probó una variante más en la que se colocaba una lámina más en la parte inferior.
Honda
Como Ducati, Honda también llevó al Circuito de Losail un primer avance de las piezas que debían sustituir a las pequeñas aletas de 2016. En su caso, como en el de Yamaha, una capa externa creaba un espacio vacío entre el carenado y el interior de la pieza donde podían colocar una lámina de fibra de carbono. Es decir, como si hubieran cubierto el alerón. Más adelante, en Brno, y llamando menos la atención, extendieron esa cubierta a lo largo de los laterales.
KTM
En Mattighofen tampoco quisieron quedarse atrás y para el Gran Premio de las Américas en Texas, KTM tenía listo un frontal distinto a lo visto hasta el momento. En vez de incorporar en los laterales piezas supletorias con un alerón interior cubierto, KTM optó por afilar y aplanar el frontal de su moto. Exactamente como si lo hubieran comprimido con unos alicates. Según Bradley Smith, con ello ganaron muchísima estabilidad en recta, especialmente frente a baches en el trazado. El inglés declaró entonces que la diferencia en Texas era de varias décimas y que suponían un nuevo concepto que marcaba mucha más diferencia que cualquier alerón de su Yamaha en 2016.
Suzuki
Suzuki, del mismo modo que Aprilia, trajo a MotoGP su primer set de carenados de doble capa durante los test oficiales en Australia. Entonces se optó por cubrir la zona frontal que tapa los semimanillares y, aunque ayudaba a controlar los caballitos de la moto, restaba velocidad punta, algo que también le ocurría a Ducati, especialmente con la versión de Danilo Petrucci. ”El Bigotes”, su última evolución, para tener el mismo efecto pegando la rueda delantera al asfalto pero sin llegar a afectar a la velocidad punta. En palabras de Álex Rins:
“Es muy efectivo y nos ayuda mucho a mantener la rueda delantera en el suelo en aceleración. El punto positivo es que no perdemos en el apartado de velocidad, al menos en mojado, respecto a cuando íbamos sin alas. Es todo positivo. El otro carenado sí que ayudaba a controlar la rueda, pero no era muy efectivo para la velocidad punta. Se ve que Suzuki quiere mejorar y se está implicando”.
Yamaha
Yamaha tuvo el honor de ser los primeros en levantar la liebre ya en los primeros test de Sepang. Aquella primera versión ha evolucionado con el tiempo y tras el Gran Premio de la República Checa, Yamaha probaba con una nueva modificación en su doble pared: las láminas interiores en fibra de carbono eran mucho más finas, haciendo sitio para cuatro de ellas en vez de las dos originales. Además, del mismo modo que KTM, optaron por aplanar el frontal formando un pico de líneas rectas de lo más sorprendente de la parrilla. En esa superficie plana, además, insertan un pequeño orificio más.
¿Cómo funcionan?
El objetivo de todos estos avances en cuestiones aerodinámicas es simplemente el de ejercer una carga aerodinámica sobre la moto y conseguir que “se pegue” al asfalto. En fuertes aceleraciones y pese a los sistemas anti-wheelie, las MotoGP se levantan como demonios apuntando al cielo con el frontal, perdiendo tracción y generando inestabilidad. Esta carga extra viene a contrarrestar el empuje de la rueda trasera mientras se acelera pero también durante la propia trazada ayudando a que pilotos como Jorge Lorenzo, que se quejan de falta de sensibilidad con el tren delantero, ganen un extra de sensaciones. Pero como más vale una imagen que mil palabras, os dejamos el siguiente vídeo explicativo.