El prematuro adiós de Daijiro Kato

Hace ahora 12 años, el Mundial se tiñó de luto por el funesto accidente de Daijiro Kato. El japonés, uno de los más grandes talentos que el país del sol naciente ha alumbrado, perdía la vida tras chocar a más de 200 km/h contra el muro de Suzuka.

Marta Gastón Fotos: Gold&Goose

El prematuro adiós de Daijiro Kato
El prematuro adiós de Daijiro Kato

La sensación era generalizada: algún día, Daijiro Kato se convertiría en el primer campeón japonés de la clase reina. Talento, desde luego, no le faltaba. Lo había demostrado con creces desde que, en 1996, debutara en el Mundial de 250cc como wild card. Lo hizo en su casa, en Japón, en el mismo escenario que unos años precipitaría su adiós prematuro. En Suzuka, acabó subiendo al podio. Solo pudieron superarle Biaggi, a la postre campeón, y su compatriota Numata. Un curso más tarde, y de nuevo invitado por la organización, repetiría metal en el trazado nipón, aunque en esta ocasión cambiaría el bronce por el dorado. A penas superó por unas décimas a Ukawa y a Harada, pero le bastaron para adjudicarse su primer triunfo en el campeonato.

En el 98 la diferencia se incrementó: ocho décimas sobre Nakano y casi un segundo sobre Matsudo fueron las necesarias para cosechar la segunda victoria de su vida. Al igual que había ocurrido anteriormente, el éxito le sobrevino como piloto no permanente. La del 99 sería su última visita a su país como wild card. En Motegi, pista que se estrenaba en el calendario, Kato no logró brillar tanto como las veces precedentes, pero aún así cuajó una buena actuación bajo la lluvia: terminó quinto.

Campaña completa

Enrolado en las filas del equipo de Fausto Gresini, Daijiro afrontó en la temporada 2000 su primera campaña completa en el Mundial; nuevamente, en el cuarto de litro y con el soporte de HRC. Desconocía la mayor parte de los circuitos, pero ello no fue óbice para que agregara cuatro victorias (Japón, Portugal, Rio, Motegi) y cinco podios más (Sudáfrica, Malasia, España, Italia, Australia) a su palmarés. Su gran regularidad (fue el único piloto de la clase intermedia que puntuó en todos los GGPP) le permitió alcanzar el tercer puesto final en la clasificación, por detrás de Jacque y Nakano. Fue el mejor representante de Honda y tan solo sumó una veintena de puntos menos que el francés. Casi nada para un novato.

 

En 2001 llegaría el año de su consagración. Tras la marcha a 500cc de sus dos principales adversarios, el de Saitama partía como máximo favorito. No defraudó. 11 victorias, un segundo puesto y un tercer lugar fueron el brillante bagaje con el que concluyó la temporada. Solo falló en Italia y en Holanda, donde la lluvia hizo acto de presencia. Estas dos citas, junto a la de Motegi, fueron las únicas pruebas en las que no pisó el cajón. Huelga decir que se proclamó campeón. Arrasó en el cuarto de litro como hacía tiempo que no se recordaba, superando a sus rivales en algunos circuitos por distancias abismales: 18 segundos en Suzuka, 16 en Estoril, 14 en Sepang, 11 en Jerez, 10 en Donington... Su salto a la clase reina era inapelable.

MotoGP

En la recién creada MotoGP, Daijiro fue uno de aquellos valientes que luchó contra las potentes 4T de 990cc. No fue hasta el Gran Premio de la República Checa cuando el nipón pudo subirse a la RC211V. Hasta entonces, tuvo que pilotar la NSR 500 2T, con la que consiguió subir al podio en Jerez. En la segunda mitad del campeonato, ya a lomos de la máquina de cuatro tiempos, repitió presea, otra segunda plaza en Brno. A partir de entonces y hasta el final del curso, sería un habitual de la primera línea de la parrilla, aunque luego en carrera no lograría materializar sus buenos entrenamientos. En la clasificación final, ocupó la séptima plaza, con 117 puntos.

La tragedia

Los buenos tiempos cosechados en la pretemporada colgaron a Kato el cartel de favorito en 2003. Nuevamente, defendía los colores de la escuadra de Gresini y se espera mucho de él. La vida, sin embargo, le tenía reservado un cruel destino.

En el GP inaugural, Kato solo pudo clasificarse undécimo. Tratándose de la carrera de casa, no le quedaba más remedio que remontar. Así lo hizo en los primeros compases y continuaba haciéndolo cuando, en la tercera vuelta perdió el control de su moto. No pudo negociar correctamente la chicane y se estrelló contra el muro. Inmediatamente, fue llevado a la Clínica del circuito, donde fue atendido por los facultativos. El propio doctor Claudio Costa confirmaría más tarde a la prensa los peores augurios: las lesiones de Kato eran extremadamente graves y sus esperanzas de sobrevivir, mínimas. En el caso de que lograra salir adelante, las secuelas le imposibilitarían valerse por sí mismo. Pero Kato no lo logró y el 20 de abril moría en el hospital de Yokkaichi. Con 27 años recién cumplidos, dejaba mujer y dos hijos, uno de ellos nacido apenas unas semanas antes del accidente.

 

Diez años después del fallecimiento de Nobuyuki Wakai, la tragedia volvía a sacudir el Mundial. Wakai perecía en 1993 al colisionar con un aficionado que paseaba por el pit lane de Jerez y Kato por las pésimas condiciones de seguridad de una pista que, a partir la campaña siguiente, quedaría excluida del calendario. Su número, el 74, también sería retirado permanentemente del campeonato. No fue el único homenaje que la organización le brindó; en el GP del Pacífico, Daijiro, como ocurriría recientemente con Marco Simoncelli, sería incluido en el Hall of Fame de MotoGP.

Trayectoria

  • 1985 Campeón japonés de pocket bikes
  • 1988 Campeón japonés de minimotos
  • 1991 Campeón japonés de minimotos
  • 1994 Primera victoria en el campeonato japonés de 250cc
  • 1996 Debut en el Mundial (GP de Japón, 3ª posición)
  • 1997 Primera victoria en el Mundial (GP de Japón)
  • 1998 Segunda victoria en el Mundial (GP de Japón)
  • 1999 Segundo clasificado en el campeonato japonés de 250cc
  • 2000 Primera temporada completa en el Mundial (250cc). Tercer puesto
  •          Victoria en las 8 Horas de Suzuka
  • 2001 Campeón del mundo de 250cc
  • 2002 Debut en MotoGP. Séptimo clasificado