La temporada 2012 ha marcado el fin de la carrera de Casey Stoner en MotoGP. El australiano colgó el mono tras la última prueba en Valencia tal como anunció en la cuarta carrera de la temporada en Le Mans. Stoner, uno de los pilotos más rápidos de la historia, lo ha dejado con solo 27 años debido a su desencanto con el rumbo del campeonato y tras haber perdido su pasión por el deporte. Con un total de 45 victorias, 38 en la categoría reina, Stoner puede presumir de haber sido el único piloto capaz de domar la brutal Ducati Desmosedici logrando subir a lo más alto del podio en 23 ocasiones. Además de alcanzar el título en su primera temporada con la moto de Borgo Panigale en 2007. En este artículo, varios personajes del paddock nos cuentan sus recuerdos y experiencias con el piloto australiano.
El director deportivo de Ducati, quien nunca olvidará la primera de las 10 victorias que Stoner logró en 2007 para ganar el primero de sus dos títulos de MotoGP en Qatar. «De inmediato quedó claro lo rápido que era y el increíble talento que tenía la primera vez que se subió a la Ducati. Pero recuerdo su primera victoria en Qatar como un momento muy especial. Ese año hicimos una buena moto, pero para mí el candidato para luchar por el campeonato con nuestra moto y el que tenía más opciones de ganar carreras era Loris (Capirossi). Cuando Casey ganó por primera vez yo estaba muy contento, pero fue como “joder, habría sido mejor si Loris hubiera ganado, porque a largo plazo tendrá más opciones de luchar por el campeonato”. Nadie esperaba que en 2007 Casey estuviera luchando por el título. Pero ganó 10 carreras e hizo un trabajo increíble. Recuerdo su pelea por la victoria con Valentino en Qatar. Cuando faltaban dos vueltas yo estaba seguro de que Valentino se había guardado algo para el final y que sería capaz de atacar y ganar la carrera. Pero la realidad fue que el que tenía algo de margen era Casey y tenía la carrera completamente bajo control. Es una pena que lo haya dejado porque sigue siendo joven y muy rápido. Su marcha dejará un gran agujero en el paddock porque este campeonato necesita talentos como Casey».
Andy Dawson es el técnico de Öhlins que trabajó con Stoner tanto en Ducati como en sus dos últimos años en Honda. Para Dawson siempre quedará en su recuerdo la victoria de Casey sobre Valentino Rossi y Dani Pedrosa en Cataluña 2007. «En Barcelona 2007 teníamos bastantes problemas con los Bridgestone e hicimos un cambio drástico en la moto que al final funcionó. Movimos la distribución de pesos radicalmente porque no teníamos nada de agarre detrás. Cuando das a cualquier piloto más “grip” atrás la moto probablemente se vuelve imposible de pilotar, pero era irreal cómo él la hacía funcionar. En su primera vuelta cronometrada iba marcando cascos rojos por todas partes. Si a Casey le das agarre atrás todo lo demás no importa, él ya se encarga de solucionarlo con su talento. Si hubiéramos hecho una moto así para Loris (Capirossi) habría sido incapaz de pilotarla. Esa carrera fue además la primera vez que ganó a Valentino Rossi en un mano a mano. Ya le habíamos ganado unas cuantas veces, pero la gente seguía diciendo que era porque la Ducati era muy rápida, pero en Barcelona quedó claro que no era así… En ese punto de la temporada fue cuando realmente todos pensamos que podíamos ganar. En la pretemporada en Phillip Island Casey hizo un simulacro de carrera y fue mucho más rápido que Loris, pero aunque luego ganó varias carreras, no fue hasta Barcelona cuando nos dimos cuenta de que tenía muchas opciones de ganar el campeonato. Aun así nadie le dio el crédito que merecía y siempre buscaban excusas para justificar lo rápido que era. Pero no hay otra excusa más que su impresionante talento.
Nunca he visto a un piloto tan decidido y convencido en sus posibilidades, es el mejor piloto que nunca he visto. En lo que se refiere a velocidad pura y dura no sé si volveré a ver a alguien como él. Recuerdo la primera vez que se subió a la Ducati en Valencia a finales de 2006, en la larga de izquierdas antes de la última curva mantenía el gas a fondo desde la primera vuelta. Sete Gibernau probó la moto en Japón unas semanas antes y dijo que era como pilotar una 500 “screamer” de “dos tiempos”. Comentó que la potencia era todo o nada, pero Casey era una bestia. Se subió a la moto y en unas vueltas ya estaba derrapando en aquella curva de Valencia… Los telemétricos no podían creérselo». Pero en esa primera prueba con la Desmosedici, nadie, incluso la gente de Ducati y su propio equipo no imaginaban lo que vendría en 2007… «Era evidente que era especial, pero en ese momento pensamos que durante el año tendríamos mucho trabajo reparando la moto tras las caídas… La moto era indomable y muy difícil de pilotar, pero a Casey le encantaba. Trabajando con él nunca ha habido un momento de relax. Aun siendo el más rápido en los entrenamientos se bajaba de la moto diciendo que era una mierda. Pero cuando llegaba el domingo a las dos de la tarde siempre estaba ahí. A veces ha sido un reto trabajar con él porque nunca ha aceptado ser el segundo. Nunca podías bajar la guardia… Si acababa una sesión con el mejor tiempo y pensabas que el trabajo ya estaba hecho, es cuando entraba gritando y diciendo que la moto era una mierda. No importaba que hubiera sido más rápido que nadie, tenías que asumir lo peor y olvidarte de la tabla de tiempos. Siempre quería más. Incluso si ganaba por 10 segundos seguía diciéndote qué estaba mal, pero era fantástico porque sabías que nunca desperdiciaba ni un segundo cuando estaba en la pista y lo que podía hacer sobre una moto era impresionante. Para mí ha sido un privilegio poder trabajar con él».
Otro personaje que conoce muy bien a Stoner es Livio Suppo. Él fue quien fichó al australiano a finales de 2006 para correr con Ducati y también quien le llevó a Honda en su última etapa en el Mundial. Para Livio Suppo el mejor recuerdo que Stoner le ha dejado en estos años fue la victoria en Phillip Island en 2011. «Fue una carrera inolvidable porque se juntaron muchas cosas que la convirtieron en un sueño. Pocas personas en el mundo pueden experimentar algo como lo que Casey vivió ese día. Corría en casa, era su cumpleaños y además podía ganar el título. Y lo hizo. Casey ha sido increíblemente rápido en MotoGP aunque al principio nadie supo apreciar su talento. Todo el mundo pensaba que era rápido por la Ducati y porque los neumáticos Bridgestone eran mejores. Pero después dejó claro su enorme talento. Loris (Capirossi) tenía la misma moto y los mismos neumáticos y nunca se acercó a Casey, a pesar de que el año anterior había estado luchando por el título. Cuanto más tiempo ha pasado la gente se ha ido dando cuenta de lo rápido que era, y ahora mucha gente se ha dado cuenta demasiado tarde. Le echarán de menos», nos decía Suppo quien espera que algún día vuelva a hacer lo que mejor sabe… «Nadie sabe realmente qué pasará en el futuro, pero pienso que en este momento Casey necesitaba parar. Ha estado corriendo durante mucho tiempo y necesita descansar. Ahora mismo siente que ha terminado, pero quizás en un año pueda pensar de manera diferente, pero la única persona que lo sabe es Casey. Si lo deja y está feliz en casa perfecto, pero si no, espero que lo pueda admitir y vuelva».
Una de las personas que más ha tratado con Casey Stoner es Lucio Cecchinello. Él fue quien le dio su primera oportunidad en el Mundial y también quien le llevó a MotoGP en 2006. «Nuestro equipo jugó un gran papel en la historia de Casey. En 2002 nuestro patrocinador quería que buscáramos un joven talento para el futuro y creo que elegir a Casey, después de hablar con Dorna y Alberto Puig quien le descubrió en sus primeros pasos en la MoviStar Junior Cup, no fue una mala opción. Todo el mundo pensaba que era un piloto interesante y, aunque teníamos muchos otros nombres en la lista, nos decidimos por él. De esa época tengo muchos buenos recuerdos, pero uno que nunca olvidaré fue la primera vez que se subió en una Aprilia 250 en Jerez al comienzo de 2002. Marco Melandri estaba probando la 250 de fábrica y después de solo unas vueltas Casey estaba a unas décimas de Marco. La Aprilia de Casey era estándar y ya rodaba un segundo más rápido que nuestro otro piloto, David Checa, por lo que desde el primer momento supimos que tenía un gran talento», cuenta Cecchinello. «Pero sin duda que otro de los momentos estelares fue cuando logró la pole position en su segunda carrera en MotoGP en Qatar 2006. Y en la siguiente en Turquía subió al podio… Fue entonces cuando la gente realmente comenzó a ver su talento. Nosotros no esperábamos tan buenos resultados con él en MotoGP, pero tampoco fue una sorpresa que después ganara dos títulos mundiales y muchísimas carreras.
Es un súper talento porque un piloto que puede adaptarse a cualquier moto, en cualquier categoría, como él ha hecho, es algo que solo un talento excepcional puede hacer. Daba igual las condiciones o el circuito, siempre lo daba todo. En la primera vuelta de entrenamientos o en la salida de una carrera, era rapidísimo. Creo que este talento le viene de cuando era pequeño y corría en carreras al sprint de solo tres vueltas donde tenía que darlo todo desde el primer momento. Este don que Casey desarrolló siendo un niño fue una de sus mayores armas en MotoGP. No necesitaba tiempo para empezar a ir deprisa y, la verdad, era impresionante». Como Suppo, le gustaría volver a ver sobre una MotoGP en el futuro, pero cree que la decisión de Casey no tiene vuelta atrás... «Respeto su decisión de parar porque demuestra que le preocupa más su calidad de vida y la de su familia que cualquier cosa. Quiere vivir tranquilo y nadie puede negárselo después de lo que ha conseguido. Pero si algún día quisiera volver a MotoGP, no creo que hubiera ni un solo equipo en el paddock que no estuviera dispuesto a darle una moto. Pero, personalmente, creo que no volverá».
Chris Richardson trabajó con Casey Stoner cuando el australiano llegó al Mundial en 2002. «Mi primer año con Lucio Cecchinello fue 2002. Me dijeron que trabajaría con un joven australiano que debutaba en Gran Premio con el equipo. Pero realmente no había oído nada más de él. Todo el mundo decía que era rápido pero que tendría que aprender, pero en cada circuito al que llegábamos, “bang”, era rápido desde el primer momento. La primera vez que trabajé con él fue a finales de enero de 2002 cuando probamos la Aprilia 250 en Jerez. Recuerdo que llegó al box y tenía 16 años, era flacucho y solo se le veían las orejas… Miró a la moto y dijo: “¿Es esta mi moto?”, con la misma sonrisa que un niño en Navidad. El primer día le empujé para salir de boxes y la moto se caló. Corrí hacia él y pensé: “Mierda, esto va a ser un desastre”. Pero en solo cuatro vueltas ya estaba a un segundo del récord del circuito, fue asombroso. No es que hiciéramos de niñeras con él, pero parecía tan joven y frágil… Pero un día su padre Colin vino al box y nos dijo que no debíamos tratarle como un niño. Recuerdo que ya entonces la gente decía que iba a ser un piloto increíble y con los años se convirtió en uno de los mejores que nunca he visto».
En MotoGP su primer técnico fue Ramón Forcada, que por entonces trabajaba con el equipo de Lucio Cecchinello con Honda. «Siempre recuerdo la facilidad que tenía para ir rápido y sobre todo sus comentarios. Era un tío que venía de 250, no como ahora que llegan de Moto2 y solo le sorprendió la potencia. Pero para mí era increíble la sensibilidad que tiene para notar los cambios. También sorprende que hace tandas muy cortas en entrenamientos, pero eso le basta para saber qué le pasa a la moto», nos comentaba el actual jefe de mecánicos de Jorge Lorenzo en Yamaha. «Recuerdo que me llamó mucho la atención una vez que estábamos probando diferentes proveedores de llantas, pero todas basadas en el diseño de HRC. Por lo tanto, en teoría, si te dan el diseño, las características del material y las especificaciones, no tiene que haber diferencia entre las llantas… Pues él notaba qué llanta era de cada fabricante. Yo nunca había visto a nadie con tanta sensibilidad para notar esas cosas.
Pienso que también tenía un problema, y era que cuando él se convencía de que había que hacer las cosas de una manera, él quería hacerlo así aunque el resultado fuera caerse una y otra vez hasta que le salía. Pero eso en un equipo privado como era del de Cecchinello fue un problema por el considerable gasto que tuvimos en recambio… Cuando trabajamos juntos en 2006, el control de tracción no había evolucionado tantísimo como en estos momentos, pero es cierto que Casey casi no lo usaba. Como es un piloto con tanta sensibilidad le gustaba jugar con el gas y controlar el derrapaje. Pero esto depende mucho de la moto, porque cuando estaba en Ducati, sin ver los datos, solo con lo que veía en la pista, yo creo que usaban mucho más control de tracción que el que usaba con nosotros en 2006 y en estos dos últimos años con Honda». Lo que Ramón tiene claro es que pierden un rival muy serio. «Casey era un rival a tener siempre en cuenta porque era bastante imprevisible. Era capaz de hacer la mejor carrera cuando todo estaba en su contra y luego fallar en las que parecía que iría bien. Una de sus características es que las cosas le salían demasiado fáciles y cuando algo te sale fácil, no tienes que esforzarte. Por este motivo Casey nunca ha sido un piloto que se ha cuidado mucho físicamente, porque le salía tan natural, que no le hacía falta. Pero también hemos visto que ha sido de los pilotos que más problemas físicos, no debidos a una caída ha tenido».
Su compatriota y jefe de mecánicos de Valentino Rossi, Jeremy Burgess, siempre ha alabado a Stoner. Aunque en los últimos dos años la tensión entre los equipos ha sido patente, Burgess cree que: «Todos sabemos que Casey tiene un don para pilotar una moto. Cuando pienso en Casey sigo viendo a un jovencito sin ningún miedo cayéndose cuando estaba delante en Sudáfrica 2002. Era solo su segunda carrera con una 250, pero ya estaba liderando la carrera y podías ver que aquel niño tenía talento a raudales. Ninguno le habíamos visto antes y con los años mirad dónde ha terminado. Ha ganado carreras en todas las categorías, dos títulos en MotoGP y sus récords hablan por sí solos. Le echaremos de menos, eso es seguro. Muchas de las cosas que critica de este deporte son muy ciertas. Estas motos no necesitan ser idiotizadas. Tienes que ser el mejor en el mundo para pilotarlas y no necesitan cambios a peor. Casey y los americanos tenían esa actitud, no necesitaban ser los tipos más simpáticos del mundo. Ellos no vinieron a MotoGP para tener reconocimientos, ellos vinieron aquí para ganar y eso es lo que hizo Casey».
También un veterano como Colin Edwards tiene grandes recuerdos de Stoner, tanto dentro como fuera de la pista. «Casey desmostró su talento desde la primera vez que se subió en la Honda de LCR en 2006. Su talento es increíble. Habitualmente ha hecho algunas cosas encima de la moto impresionantes de ver. Él decidía antes de apagarse el semáforo que iba a ganar la carrera y lo hacía. Daba igual que le echaras un lazo al cuello para tratar de engancharte, al final siempre se rompía y te decía hasta luego…». Pero lo que más impactó a Colin Edwards y nunca olvidará fue el apoyo que Casey le dio tras el trágico accidente que costó la vida a Marco Simoncelli en Sepang 2011. «Casey vino a la clínica del circuito para ver cómo estaba y eso vale mucho. Vino con Nicky (Hayden) cuando estaba con mi hombro fuera y retorciéndome de dolor. Sabía que los médicos estaban trabajando con Marco y me senté ahí roto de dolor. Cuando vino un médico me dijo que tendrían que dormirme para colocarme el hombro porque sería muy doloroso. Cuando desperté seguía un poco grogui y Casey y Nicky estaban allí. Sabía antes de que me durmieran que Marco no iba a volver, pero fue muy bonito tenerles ahí y que me contaran que la carrera había sido cancelada y todo lo demás… Fue impresionante».