El francés Johann Zarco correrá la temporada 2021 de MotoGP en el Pramac Racing. Una noticia que, a priori, puede parecer un revés, teniendo en cuenta que la pugna tácita por saltar al oficial que mantenía con Pecco Bagnaia ha ido a parar al joven italiano, que cogerá el testigo de Andrea Dovizioso en el corazón de los ducatistas. Sin embargo, si se analiza fríamente, el bicampeón de Moto2 está ante la gran oportunidad de su vida en MotoGP.
El comunicado de Ducati no solamente encajaba las piezas del puzle de pilotos. Al mismo tiempo, deslizaba una idea importante: tanto los dos pilotos del equipo oficial como los del Pramac contarán con la versión más reciente de la Desmosedici (que salvo sorpresa se llamará GP21) y, lo más importante, que los cuatro tendrán las mismas especificaciones técnicas.
La tendencia en MotoGP es la de tener cuatro motos iguales para poder competir con más bazas en un contexto de igualdad impresionante. KTM lo lleva a rajatabla, Ducati ya lo ha adoptado, Yamaha se acerca mucho (la de Franco Morbidelli es una versión ligeramente inferior) y Honda de momento solo tiene tres.

El caso particular de Ducati es que no tiene cuatro motos en pista, tiene seis. Por lo tanto, ha empleado la fórmula del 4+2. Los oficiales y el Pramac van a la última, dejando las motos del curso anterior para el Esponsorama, que en este 2020 ha recibido apoyo de fábrica en la parte del box de Zarco. El francés ha respondido con un podio y el premio es el ascenso al Pramac, que será su quinto equipo distinto en poco más de dos años tras Tech 3, KTM, LCR y Avintia.
Dos años que han sido una auténtica montaña rusa para Johann Zarco. Llegó a KTM como fichaje estrella tras dos años increíbles con la Yamaha del Tech 3, logrando cuatro poles y seis podios. Su periplo en la marca austriaca fue breve y decepcionante, saliendo antes de terminar el primer año. Acabó la temporada sustituyendo a Takaaki Nakagami en las tres últimas carreras y, terminado el curso, se quedó compuesto y sin moto. Con pie y medio fuera de MotoGP, Ducati acudió en su rescate y le colocó en el Avintia, dejando fuera a Karel Abraham.
Aquello hizo que Zarco se ganase la fama de trotamundos de MotoGP, ya que en cuestión de un año se había subido a la Yamaha YZR-M1, a la KTM RC16, a la Honda RC213V y a la Ducati Desmosedici GP; a las que añadir la Suzuki GSX-RR que había probado en 2016, cuando aún corría en Moto2.

Pese a haberse subido a todas esas máquinas, en 2021 tendrá lo que no había tenido hasta ahora: una moto ganadora. Cuando estuvo en el Tech 3, su Yamaha no era como las oficiales. Cuando estuvo en KTM, la moto era oficial pero todavía no ganaba. La Honda que llevó en el LCR era la del año anterior. Y en este 2020, la Desmosedici que tiene es la del año pasado.
En 2021, pese a que cambiará de box, lo hará dentro de la familia Ducati y, a sus 30 años (será uno de los más veteranos de la parrilla) al fin tendrá a su disposición una moto capaz de ganar carreras, como ya han demostrado este año tanto Jack Miller como Pecco Bagnaia. Pese a que ninguno lo ha conseguido, han evidenciado que se puede: al australiano se le escapó por los pelos en Estiria –cuando se estaba jugando el triunfo con Pol Espargaró y les robó la cartera Miguel Oliveira-, y el italiano se fue al suelo en Emilia-Romaña cuando lideraba cómodamente.
Una vez más, Zarco demuestra que es mejor tarde que nunca. El galo no llegó al Mundial hasta los 18 años, no fue campeón del mundo hasta los 25, no debutó en MotoGP hasta los 26 y, cumplida la treintena, por fin tendrá lo que estaba esperando. Una moto ganadora. La gran oportunidad de su vida.