“Este circuito siempre me ha gustado”, comenta un sonriente Joan Mir tras lograr su tercera victoria en cinco carreras. “Pero no veía tan claro después de lo que ha pasado en la primera carrera que pudiera luchar por ganar. No sabía si había sido culpa mía. Pensaba que igual tenía algún problema con la goma delantera, pero luego me ha dado una moto en la pierna y he visto la que se liaba”, relata el joven español, que reaccionó rápido a la caída de hasta 17 pilotos a la vez que llevó el caos a Le Mans.
“Sabía que había bandera roja y tenía que arrancar la moto como fuera. Aunque me dolía la pierna, lo he conseguido y cuando he llegado al box ha sido un alivio. Pensaba que habría más tiempo hasta la segunda carrera, porque había mucho aceite en la pista, pero estoy contento porque he podido gestionar muy bien la segunda carrera”.
Mir tira de símil cinematográfico para explicar cómo ha vivido la caída: “¿Sabe esa película que se llama 300? Pues lo mismo. He empezado a ver motos volando y me preguntaba qué estaba pasando. Se veía clarísimo que era por el aceite”, confiesa, narrando cómo ha sido volver a pasar por allí en la reanudación: “Se veía la marca blanca y pasamos por dentro, aunque con más cuidado. Después he visto que (Jorge) Martín se ha caído en ese punto, pero no ha sido por aceite sino porque ha abierto antes de tiempo. Han sido muchas emociones en una carrera. Demasiadas…”.
Tantas que la cosa no empezó precisamente bien: “La he liado en la salida. Me ha tocado un piloto, me he abierto un poco y me han adelantado dos más. Aquí cuando huelen sangre y te despistas un poco estás el veinte. No me he puesto muy nervioso, porque sabía que tenía ritmo para llegar delante y cuando (Romano) Fenati se ha puesto delante sabía que se podía escapar y me he puesto a tirar”, prosigue, convencido de que podía haber ganado al italiano aunque no se hubiese caído. “Creo que sí, porque lo venía pillando. Le podía haber cogido antes, pero no he querido forzar mucho para no caerme. La pista patinaba un poquito y sabía que se podía perder la dirección rápido. A él se le veía bastante al límite y se ha caído”.
“No les deseo caídas a mis rivales”, asegura cuando se le recuerdan los ceros de Fenati y Martín, hasta ahora sus dos perseguidores en la general. “Llevo 34 puntos a Fenati y 36 a (Arón) Canet, y eso en cinco carreras me lo pueden recuperar si me despisto”.
No sólo tiene los pies en la tierra, también tiene muy clara la estrategia para ir a por el título: “Hay que puntuar cuando no se puede ganar y dar el puñetazo cuando se puede ganar”.
Por último, ha explicado las consecuencias del golpe recibido en la caída múltiple, que le obligó a pasar por el centro médico antes de la segunda salida: “Ahora me duele un montón la pierna derecha del golpe con la moto, pero con la adrenalina en la carrera no. Sí que me temblaba un poco la pierna y no sabía por qué era, pero no me ha condicionado. En la revisión han visto que tenía bien las vértebras y que sólo era una golpe en la pierna que me lo revisaré mejor”.