Jorge Lorenzo no se encuentra muy satisfecho, como refleja en su blog, tras haber finalizado cuarto en el Gran Premio de República Checa de MotoGP, en el que venció Casey Stoner, quien se afianza en la provisional del Campeonato.
"Esperaba mucho más de Brno. Pensaba que iba a poder reducir la distancia respecto a Casey. Era el gran objetivo. Después de los primeros entrenamientos tenía mis dudas, pero tras las sesiones del sábado y el warm-up del domingo estaba convencido de que podría rebajar los 20 puntos que nos separaban hasta hace unas horas. Ahora, en cambio, estoy a 32 del piloto de Honda. Quedan siete carreras todavía, muchos puntos en juego, y todavía uno depende de sí mismo. Así que no se pueden bajar los brazos. Eso es lo último que haré. Ahora hace dos años tuve la suerte de recortarle muchos puntos a Valentino en Indianápolis, ¿os acordáis? Con ese casco del Capitán América que tanto me gusta.
El objetivo en estos momentos no es otro que atacar. Si uno quiere ser campeón del mundo no puede quedarse en la retaguardia a esperar un error de su rival más directo. Eso puede ocurrir, ha ocurrido en muchas ocasiones en la historia del deporte, pero no puedes esperarlo y yo tampoco soy de esos. Indianápolis es una pista que me gusta y donde he ganado, espero que sea territorio propicio para acercarnos mucho más a Casey. Dentro de dos semanas será la hora de hablar de ello, de momento analizaré lo ocurrido ayer.
Mi salida no fue tan buena como en las últimas carreras, pero muy pronto supe colocarme en primera posición, me sentía cómodo en los primeros metros. El problema lo tuve a partir de la segunda vuelta, cuando el feeling se esfumó poco a poco. Entonces comencé a deslizarme demasiado y a darme cuenta de que quizá la elección del neumático más blando –era el único junto a Bautista- no había sido la idónea. Efectivamente fue así al final. La culpa es mía, fui yo quién tomó esa decisión, obviamente consensuada con el equipo, así que nada que reprochar a nadie. Pero me sentí tan bien durante los entrenamientos oficiales, mucho mejor que con la dura, que no tenía apenas dudas. Solo tres grados de diferencia entre sábado y domingo, no tenía porque ocurrir nada. Pero hay que sacar siempre el lado positivo a todo. He perdido 12 puntos, pero podría haber sido peor. Tanto riesgo podría haber terminado mal ya que casi me caigo en varias ocasiones o concluir algunas posiciones más atrás.
¡Ayer probé la 1000cc! Hacía tiempo que esperaba este momento y la verdad es que la espera ha valido la pena. Lástima que ha sido por poco tiempo porque antes tuvimos que seguir evolucionando la 800cc. Ramon, mi jefe de mecánicos, no me dejó más tiempo (es broma) con el nuevo juguete de Iwata. Pero os puedo asegurar que las primeras sensaciones son positivas, estoy muy contento por el resultado. Se siente la potencia de la M1 al momento. En la recta te sobra y luego en las curvas derrapas sin parar. Tiene muy buena pinta nuestra Yamaha y sobre todo tiene muy buena pinta el futuro Campeonato del Mundo de MotoGP. Será mucho más espectacular, estoy convencido.
Ahora regresamos a casa y nos pondremos a punto para Indy, que no queda nada. Hay que recuperar el tiempo perdido en las vacaciones y los puntos cedidos en la última carrera. Un saludo y nos vemos en pocos días".