MotoGP. GP de Japón. 250. Dovizioso no ceja en su empeño de amargar el campeonato a Jorge Lorenzo. Lo que podría haber sido una fiesta para el mallorquín se convirtió en un via crucis sobre el mojado asfalto de Motegi. El de Honda fue segundo, mientras que el de Aprilia fue undécimo. Al menos, Kallio, con la veloz KTM, echó una mano a Jorge Lorenzo impidiendo a Dovizioso hacerse con los 25 puntos a los que dan derecho la victoria. Ahora, les separan 36 en la lucha por el Mundial. Buena renta todavía, aunque el líder no se puede descuidar. El mejor español fue Barberá, quien consiguió un inesperado podio.
Kallio ayuda a Lorenzo
Mika Kallio consiguió su primera victoria en 250 gracias a su magnífico pilotaje sobre mojado. El finlandés, quien acaba de ser padre, se regaló un merecido triunfo. Estuvo arriba desde el comienzo y luego se benefició de las caídas de Hiroshi Aoyama, su compañero, ganador aquí los dos años anteriores, y de Takahashi, compañero de Dovizioso.
Y es que fue una carrera extraña, plagada de incidentes, caídas, salidas de pista y retiradas y en la que, por vez primera, Jorge Lorenzo no tuvo el protagonismo absoluto. La situación comenzó a clarificarse en las primeras vueltas. Por delante, cinco o seis pilotos tomaban posiciones, mientras que otros decían adiós a sus aspiraciones. Primero, Bautista, que se cayó. El de Talavera logró volver a la prueba y terminar decimoquinto. Después, fueron Lorenzo y Sughei Aoyama quienes dijeron adiós a la victoria, aunque en su caso más por demérito que por incidente. Al mallorquín no le gusta la lluvia y hoy se ha vuelto a demostrar.
Con Lorenzo y Bautista muy retrasados, nuestra única esperanza radicaba en Héctor Barberá. El valenciano aprovechó a la perfección su primera fila en la parrilla de salida, para engancharse al grupo de cabeza. Por un momento, parecía que Barberá iba a luchar por la victoria, pero en el último tercio de la prueba comenzó a perder ritmo y no pudo seguir con los cuatro pilotos que iban a luchar por el triunfo: las dos KTM del equipo Red Bull, Kallio y Hiroshi Aoyama, y las dos Honda del Kopron Scot, Dovizioso y Takahashi. Claramente, el gran beneficiado era el italiano. De poder perder el campeonato en Japón a volver a meterse de lleno en la lucha por el título. El todo o la nada.
A falta de cuatro vueltas, con los cuatro pilotos con el cuchillo en la boca, quedó claro que la carrera se iba a decidir por eliminación. El primero en caerse de la lucha por el triunfo, fue Takahashi. Se fue al suelo, aunque pudo acabar cuarto. El siguiente, a dos vueltas del final, fue el otro piloto local Hiroshi Aoyama, quien quería su tercer triunfo aquí en Motegi. La victoria quedaba, así, en manos de Kallio y Dovizioso. Y ahí las prestaciones de la KTM fueron superiores a las de la Honda. El finlandés pudo hacerse con una victoria relativamente fácil. Dovizioso fue incapaz de ponerle ni siquiera en apuros. Además, los doblados resultaron determinantes.
Otro de los grandes beneficiados del día fue Barberá, quien pescó un inesperado podio en río revuelto, gracias a los incidentes de Takahashi y de Aoyama. Sexto fue Julito Simón, cuyas prestaciones incrementan proporcionalmente al agua caída sobre la pista, mientras, como ya comentamos, Lorenzo concluyó undécimo y Bautista decimoquinto. Aleix Espargaró terminó en la posición 17, tras una caída en la primera curva en la que también se vio involucrado Efrén Vázquez, que no pudo terminar.
Ya puedes leer las declaraciones de Jorge Lorenzo y del resto de la parrilla de 250 al término del GP de Japón
2º
1º
3º
DOVIZIOSO
KALLIO
BARBERA
Honda
KTM
Aprilia
a 4”893
48’28”585
a 21”527
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