La pretemporada no ha arrancado muy diferente a como se cerró el campeonato en 2022. Vale que solo sea un test, vale que se trata del primer día de tres jornadas de entrenamientos en Sepang, pero Ducati ha vuelto a demostrar que está un paso (o dos) por delante de sus rivales.
Siete DesmosediciGP entre los nueve primeros, y solo Maverick Viñales y Aleix Espargaró se han colado entre las Ducati. ¿Y Honda? Lejos. Marc Márquez ha sido 12º a casi un segundo del mejor tiempo logrado por Marco Bezzecchi. ¿Era lo esperado? A tenor de lo que contaba el piloto de Cervera nada más bajarse de la moto… sí, con un pero.
“A mí en la pretemporada me gusta evaluarla al final de la pretemporada, que será el último día de Portimao. Aún tenemos muchas cosas que hacer. Tenemos un plan de trabajo y no hemos llegado ni a la mitad. Hay cosas a probar. De entrada, el primer día estamos lejos de los de delante, de los pilotos Ducati y los Aprilia, que son dos marcas que van muy rápido. Además, Malasia es uno de nuestros circuitos más débiles, con lo que se exagera un poco más la diferencia, pero estamos en el primer día. Veremos en el segundo, en el tercero y, sobre todo, me quedaré más con la sensación del último de Portimao, antes de la primera carrera. Ahí puedes evaluar bien”.
Marc Márquez tenía cuatro motos en su box, pero como ha explicado después, no ha trabajado con todas esta jornada. “Básicamente he rodado con dos, porque una era la de 2022 y era simplemente para dar cuatro vueltas y ver que no se me había olvidado ir en moto, y coger las sensaciones. Luego hemos saltado a la moto del test de Valencia y a partir de ahí hemos empezado a probar cosas y a intentar entender. Al final del día, hemos probado una de esas motos negras con el carenado delantero diferente”.
Incluso, durante un momento del test le ha dado tiempo a ir a rueda de Jorge Martín, donde ha podido comparar su Honda con la nueva Ducati. “No es que le haya seguido, es que me ha pasado porque venía más rápido. Yo tenía que entrar al box pero, ya que estás, me he puesto una vuelta detrás para entender como estamos a nivel de motor y nivel de todo. Yo iban con gomas mucho más frescas que él y así no se ve la realidad, pero a nivel de velocidad punta tampoco estamos tan lejos sino que es más en otras partes del circuito”. También aseguraba después que la entrega de potencia de su RC213V de momento era la misma que la del año pasado.
Pero Marc Márquez también tenía motivos para sonreír hoy. Especialmente porque lo que dependía de él, el aspecto físico, ha respondido. “Estoy contento, muy contento, porque físicamente, que es en lo que he trabajado yo este invierno, me he encontrado bastante mejor y esto es lo que buscaba, y también sensaciones. Lógicamente, mañana y pasado bajaremos los tiempos un poco, pero creo que lo haremos todos”.
Y seguía valorando el estado de su brazo: “Honestamente, era lo que más me preocupaba este invierno. La moto está claro que no depende de mí y lo que más me preocupaba y estaba en mis manos era hacer un buen trabajo físico. Ahí he dado un salto importante y estoy convencido de que de aquí a la carrera de Portimao aún daré otro salto, porque estamos trabajando en la buena dirección. Esto es lo más importante para mí. Físico hay uno y motos van cambiando”.
Está claro que Marc Márquez ha hecho su parte del trabajo, ahora solo falta que Honda responda con una moto a su altura.
