Un sábado loco. “Un sábado movido, muy movido. Me he levantado con ganas de apretar, estamos en Alemania. En agua podía pilotar como sé pilotar aquí, como he pilotado siempre, y estaba ahí delante. Pero luego cuando se ha ido secando la pista… tres caídas. Empujando a tope, porque es mi mentalidad natural en esos casos. Empujar, salir, el golpe en la pierna, volver, coger la moto, empujar otra vez… Pero, honestamente, cuando me he sentado en la oficina tranquilamente he visto que la balanza no compensaba. Todo el esfuerzo para una séptima posición no compensaba. Y de hecho luego he salido a carrera muy convencido de que iría bien, pero desde la primera vuelta ya un susto, luego me he ido largo, no tenía la sensación. Arriesgando mucho quizás podía quedar octavo. Pero de octavo a undécimo no me cambia la vida, así que cortas gas y llevas la moto al box.
¿La primera vez en tu vida que te dejas llevar? “No, esto lo he hecho en casi todo 2021 y 2022, porque tenía limitaciones físicas. Y si te fijas en esos años prácticamente acababa todas las carreras: octavo, décimo, duodécimo”.
Pero ganaste tres en 2021. “Sí, pero ahora no se puede ganar. Mañana veremos. Estamos trabajando con el equipo para darle otra vueltecita al tema a ver si para mañana podemos tener algo diferente, algo que nos aporte más, para al menos ir más cómodo las 30 vueltas, porque he pilotado muy incómodo en estas 15 vueltas. Sí que es cierto también que hemos arriesgado y que hemos hecho un cambio para la carrera, para ver qué pasaba, para entender, y ha ido peor. Ya te digo, si no hubiese tenido las caídas del oficial a lo mejor me habría caído en el sprint, pero la balanza aquí no ha compensado”.
¿Duele más en Alemania? “Duele en cualquier circuito. Sí que es verdad que a Alemania vienes más ilusionado, y cuando vas más ilusionado el golpe es más fuerte. Pero, en este caso toca seguir trabajando. Estamos en la séptima carrera, si el piloto se derrota ahora todo el equipo se derrota. Así que yo soy el primero que quiere tirar hacia delante, el que quiere seguir trabajando. Y de hecho he cogido al equipo y les he dicho ‘¡Venga, bah, vamos a probar algo mañana!’. Esto, lo otro… Es difícil también para ellos pero, bueno, seguir trabajando para probar cosas y a ver si damos con la tecla”.
¿Cuál ha sido la caída que más te ha molestado? “La última, la de final de recta, igual que ayer, exactamente igual, muy raras. Luego miro la telemetría y no las entiendo. Las dos primeras en agua venía en casco rojo, empujando y pasa. Y la otra cuando vas con slicks en agua, puede pasar también. Pero la última… no quería volver a caer, porque ya había caído, pero me he caído. Eso, lógicamente, te va restando confianza. No te caes porque vas fuera de tu sitio, te caes sin previo aviso, que es lo que me está faltando. El pobre Joan Mir, cuando estaba en casa y en Jerez se cayó cuatro veces luchando por la posición catorce, quince, dieciséis… Es ahí donde tenemos que seguir trabajando y conjuntamente con el equipo remar”.
¿Qué hacen las otras motos que no hace la tuya en carrera? “En esta carrera no puedo evaluar esto porque hemos hecho un cambio, arriesgándonos, porque ayer estaba sufriendo mucho con el agarre trasero, y haciendo ese cambio hemos perdido más grip trasero y encima giro. Así que la moto durante la carrera ha sido, básicamente, un desastre en todas partes. Mañana debería mejorar, volveremos atrás a la moto que conocemos y tratar de encontrar las sensaciones”.
