Durante muchos años, todo lo que no fuese acabar la temporada con Marc Márquez y Jonathan Rea como campeones de los dos títulos más importantes del motociclismo de velocidad era toda una sorpresa. Los hexacampeones de MotoGP y Superbike, respectivamente, resultaban absolutamente imbatibles y convertían los cursos en poco menos que sendos monólogos que dejaban a sus rivales luchando por ser subcampeones.
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Un dominio que se manifestaba de forma especial en ciertos territorios, en los que se volvían absolutamente inexpugnables. Sin embargo, los años han ido pasando y las circunstancias han ido variando, lo que inevitablemente ha cambiado el paradigma de ambos campeonatos hasta el punto de que este mismo fin de semana tanto Márquez como Rea llegan a un territorio que siempre ha dominado con más incertidumbre que nunca.
Marc Márquez llega al Circuit of the Americas, un circuito que llegó a MotoGP al mismo tiempo que él. El trazado texano aterrizó en el calendario mundialista en 2013, año del salto del español a MotoGP. Fue la segunda carrera y Márquez se convirtió en el ganador más joven de todos los tiempos en la categoría reina.

Desde entonces, ha logrado allí siete poles en siete intentos y seis victorias, una racha que se vio cortada en 2019 cuando se fue al suelo mientras lideraba. Dado que el año pasado no se pudo correr allí por el Covid-19, Márquez encara ahora la reconquista de su placa de Sheriff en el lejano oeste, pero lo hace en un momento en el que todavía no ha recuperado su nivel de entonces después de su gravísima lesión y con Fabio Quartararo en estado de gracia buscando consolidar su actual estatus de número uno de la categoría.
Algo parecido le sucede a Jonathan Rea con el Algarve International Circuit. Su primer triunfo allí llegó en la segunda carrera 2014, cuando aprovechó la lluvia que caía sobre Portimao para vencer con una Honda obsoleta que desde que él se fue no volvió a igualar sus logros. Al año siguiente pasó a Kawasaki y se convirtió en invencible: dobletes en 2015, 2017 y 2018 (en 2016 no se pasó por allí), dos de tres en 2019 y triplete en 2020.

El saldo de sus 13 últimas carreras allí es de 12 victorias y un segundo puesto bastante dulce en 2019, cuando ya había encarrilado su quinto título mundial. Sin embargo, en este 2021 llega con un saldo de apenas dos triunfos en las 14 últimas carreras, con una Kawasaki que se está quedando obsoleta (y lastrada por las 500 revoluciones por minuto que les quitaron sin previo aviso antes de empezar el año) y que no le está permitiendo plantar cara a un excelso Toprak Razgatlioglu que va disparado a su primer título.
Los condicionantes de ambos son muy distintos, y lo que está en juego también: Márquez no se juega nada en términos de campeonato y Rea está ante el que puede ser el último tren hacia el título del presente curso. Todo lo demás es similar: los dos han marcado una era en sus campeonatos pero tienen que defender dos de sus principales feudos en un momento complicado y ante dos rivales en estado de gracia que buscan dar a Yamaha un doblete de títulos que solamente lograron en 2009 con Jorge Lorenzo y Ben Spies.