Muchos años antes de ni tan siquiera haber oído hablar de la tabla periódica, cualquier persona que se haya enamorado del deporte en la infancia, asociará el oro, la plata y el bronce a las tres primeras posiciones de una competición. No solo eso: es muy probable que, al ver por primera vez una tabla periódica, se pregunte por qué no aparece el bronce.
En algún punto, descubrirá que el bronce es la aleación de cobre con estaño, y que su desarrollo permitió la creación de herramientas y armas más duraderas, lo que impulsó tanto la agricultura ya la construcción como la guerra; siendo tan vital en la evolución de la humanidad que dio lugar a un periodo histórico llamado la Edad del Bronce.
De bronce sabe mucho Marco Bezzecchi. Desde que se colgó el oro conquistando el CIV Moto3 en 2015 (un año después de saborear la amargura de la plata) ganando todas las carreras que logró terminar, la tercera posición final ha sido su techo. Hasta en cuatro ocasiones ha salido en la foto de la gala en las últimas ocho temporadas.
La primera fue en Moto3 2018, cuando se desinfló al final y perdió la segunda posición tras claudicar en el mano a mano por el título con Jorge Martín. La segunda en Moto2 2021, siendo el mejor del resto en un año dominado por la dupla del Red Bull KTM Ajo. La tercera en MotoGP 2023, cuando solamente fue superado por dos pilotos con mejor moto.
Con todo, absolutamente nadie esperaba verle recogiendo la medalla de bronce en el podio final de MotoGP 2025. Su salida de Ducati rumbo a Aprilia y su discreto 2024 hacían que no estuviese en el top 5 de cualquier quiniela, donde básicamente solo aparecían los pilotos de Ducati junto a campeones como Fabio Quartararo y Jorge Martín o la esperanza Pedro Acosta.
Ahora resulta sonrojante recuperar aquellas predicciones, pero lo cierto es que resultaban más que lógicas en aquel momento. Tanto por las dudas que ofrecía el rendimiento de Aprilia tras las salidas de Maverick Viñales y Aleix Espargaró; como por el estatus de número uno de la marca Noale que confería a Jorge Martín la presencia de dicho guarismo en su carenado.
Desde ahí, lo sucedido a lo largo del curso 2025 ya es bien sabido: como si se tratase de cobre y estaño, Marco Bezzecchi y la Aprilia RS-GP25 fueron formando una aleación que no solamente les permitió alcanzar esa medalla de bronce; sino que, de alguna forma, han ido creando una herramienta (o arma) más duradera que quiere ser vital en la evolución de MotoGP.
Ya dijo el propio Bezzecchi que dos victorias no son suficientes para estar al nivel de Marc Márquez, pero su carta de presentación ha sido inmejorable de cara al próximo curso. Un 2026 que será quien dicte sentencia al respecto, pero el nivel de Marco Bezzecchi sobre la Aprilia hace pensar que MotoGP podría estar entrando en su particular Edad del Bronce.







