“Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;"
Con este cuarteto da comienzo el que es uno de los poemas más famosos de toda la historia de la literatura española, una obra maestra en forma de soneto firmada por Francisco de Quevedo, y cuyo título ‘Amor constante más allá de la muerte’ despeja cualquier duda sobre su contenido.
No hace ninguna falta recordar el fatídico día que la sombra se llevó el blanco día de Marco Simoncelli, cerrando sus ojos para siempre. No hace falta recordarlo porque nadie lo ha olvidado. Precisamente a eso, a que nadie le olvide, ha encomendado su vida su padre, Paolo Simoncelli.
“mas no, desotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a ley severa."
Por eso, y para no morirse de pena –como él mismo confesó-, decidió crear un equipo de competición: el SIC58 Squadra Corse, en el que volcar toda su experiencia, adquirida junto a su hijo. Al igual que Quevedo, Simoncelli ha dejado su memoria en el mismo sitio donde ardía.
La figura de SuperSIC ha trascendido muchísimo más allá, sabiendo perder el respeto a ley severa. Así fue como el SIC58 nació en Italia en el año 2013, dando el salto al Mundial Junior de Moto3 dos años después y, otros dos después, ya en 2017, al Campeonato del Mundo de Moto3.
“Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,"
Desde su creación, el SIC58 ha llevado consigo el alma de Marco desde Italia a todo el mundo. El 58, retirado de MotoGP, sigue luciendo en rojo, tal y como él lo llevó. Era cuestión de tiempo que el icónico dorsal de Marco Simoncelli volviese a lo más alto del podio del Mundial. Fue en Jerez, ¿dónde si no?
Allí, Niccolò Antonelli –al que durante los últimos años muchos han comparado con Supersic- se hizo con una gran y emotiva victoria, y no solamente eso: su compañero, Tatsuki Suzuki, cruzó la meta tras él y coronó el doblete para el SIC58 Squadra Corse en un día totalmente inolvidable.
"médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;"
Allí, 15 años y tres días antes, el 2 de mayo de 2004, un Simoncelli de 17 años se hacía con su primer triunfo mundialista en 125cc batiendo al alemán Steve Jenkner. También allí, el 2 de octubre de 2016, Tony Arbolino llevó al SIC58 Squadra Corse a lo más alto del Mundial Junior de Moto3.
Y allí, el 5 de mayo de 2019, Niccolò Antonelli devolvió a Marco Simoncelli a la victoria en el Campeonato del Mundo en lo que es la consumación más absoluta del amor constante más allá de la muerte entre Marco Simoncelli y el Circuito de Jerez.
"serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, más polvo enamorado."