Quizás te pase como a mí, que nunca habías visto una caída tan espeluznante como la que hace un año nos heló el corazón en esta misma pista. Fue durante el FP2 de MotoGP, cuando en plena recta y a casi 300 km/h, el italiano volaba por los aires, para impactar de manera brutal contra el suelo, quedando tendido en el asfalto e insconsciente.
Lo que pudo acabar en tragedia, quedó en un enorme susto. Fue un auténtico milagro que en el parte de lesiones no hubiera siquiera un hueso roto, solo algunas contusiones en la zona del tórax, abdominales y lumbares. Tanto es así, que las intenciones del piloto eran volver a subirse a la Ducati el día siguiente. Aunque se impuso la lógica y sólo volvimos a ver a Pirro de calle dentro del box.
Pendientes del estado de @PirroRider después de este grave accidente. #MotoGP #ItalianGP pic.twitter.com/Ec0wTHLpiW
— MotoGP en Movistar (@movistar_motogp) 1 de junio de 2018
Ha pasado un año desde aquel milagroso viernes de 2018. Y volvimos a hablar con el probador de Ducati, que como cada año disputa este GP de Italia como wild card. “Ya ha pasado un año, y un piloto siempre tiene que mirar hacia delante. Para mí ya está olvidado".
Aunque en un principio se le nota incómodo con el tema, no duda ni un momento en contestarnos. “Volví a ver la caída, pero no porque quisiera verla. Y tengo que decir que cuando la vi me sentí muy aliviado porque en la tele era mucho peor de lo que yo sentí en ese momento. Y ahora sí que puedo decir que fui muy afortunado".
Como nos cuenta el propio Pirro, no recuerda nada de todo aquello. “Es lo bueno, que no me acuerdo de nada. La caída no existe en mi memoria. Hubo un problema y no frenó la moto y después de eso nada. Sólo el dolor del día siguiente".
Hoy se cumple un año de aquella caída que silenció Mugello. Y aunque supone el regreso de Michele Pirro a este circuito bajo los focos de MotoGP, lo cierto es que en Mugello ya ha rodado muchas veces después de aquel día, tanto en test, como en carreras del campeonato italiano.
“Recuerdo la primera vez que volví a pasar por ese punto. Salía del box, pasé despacio y vi exactamente donde frené y donde caí. La visión desde la cámara frontal es muy diferente que cuando lo ves de nuevo desde el lateral. Necesité tres o cuatro vueltas para volver pasar por ese sitio con la normalidad. Pero ya puedo decir que aquello está olvidado".
Los porqués de la caída
¿Qué pasó para que Michele Pirro perdiera el control de su Ducati y volase por los aires? La explicación está en el cambio de rasante que hay a final de recta en Mugello. Con las actuales velocidades que se llega a ese punto (más de 350 km/h), la moto literalmente tiende a volar. Hay veces que solo se levanta la rueda delantera, pero en ocasiones los dos ejes se despegan del suelo.
Esto es lo que le pasó a Michele Pirro. La rueda delantera se levantó tanto que al volver a contactar con el suelo provocó un "shimmie" (latigazos en el manillar) que hizo que las pastillas de freno se abrieran, y cuando quiso frenar se encontró con que no había nada de potencia en la maneta.
Según la telemetría, Michele Pirro presionó hasta tres veces la leva de freno. En las dos primeras las pastillas no encontraron el disco, y la tercera acabó por bloquear la rueda delantera. Imagínate los metros que pasan desde que Pirro encuentra su punto de frenada, y cuando consigue accionar los frenos.
La telemetría demostró que Pirro empleó el doble de presión a la leva de la frenada habitual. Es decir entró en modo “panic breaking"… y con razón. Además de la velocidad, en ese punto del circuito los muros están realmente cerca. Después de bloquear la rueda delantera, Michele Pirro se fue al suelo a 290 km/h. Y el primer impacto dejó al piloto italiano inconsciente, recorriendo una gran distancia hasta finalmente detenerse. Lo dicho, un auténtico milagro que no pasase nada.