A día de hoy, nadie pone en duda que España es la cuna de la velocidad sobre dos ruedas. Y ya no se trata sobre todo de pilotos nacionales, sino que es difícil encontrar un ejemplo en cualquiera de las parrillas de las tres categorías que no haya pasado por nuestro país. Sin ir más lejos, los dos últimos campeones de MotoGP: el francés Fabio Quartararo y el italiano Pecco Bagnaia, se han criado deportivamente en equipos nacionales del CEV.
En la temporada 2023, la colonia española la forman 31 pilotos en las tres categorías, de un total de 81 pilotos inscritos. Una abrumadora mayoría que incomoda a un determinado sector dentro del campeonato que le gustaría que fuera más global. No se puede negar que la promoción del motociclismo español que asumió Dorna a finales de los años noventa con la gestión del CEV ha sido un éxito… aunque desde el sector más crítico se suele decir que la promoción se le ha ido de las manos.
No hay que olvidar que MotoGP está en plena expansión de su marca, y el próximo año llegará por primera vez a India y Kazajstán. En 2023 todavía habrá más eventos en Europa (11) que en el resto del Mundo (10), pero el núcleo del motociclismo se va moviendo poco a poco hacia otras latitudes. El futuro pasa por salir fuera del Viejo Continente y vender la competición en mercados no tradicionales, pero potencialmente gigantes en comparación con el europeo.

El mercado más importante del sector de las dos ruedas, y con diferencia, es el sudeste asiático. Las marcas venden millones de motocicletas en esta región ya que es el medio de transporte predilecto de la población y MotoGP es un deporte de masas donde los pilotos son tratados como estrellas del rock. El próximo año se disputarán en esta zona cuatro grandes premios (Malasia, Tailandia, Indonesia y la India), con sus gradas a rebosar.
Además, MotoGP ya tiene firmado un memorando con Arabia Saudí para que entre a formar parte del campeonato en los próximos años. Y en el horizonte, hay prevista una expansión por Latinoamérica (con México y Brasil en el punto de mira), más carreras en Estados Unidos y la vuelta al continente africano, con el retorno de Gran Premio de Sudáfrica.
Ya hay programados cuatro GG.PP en el sudeste asiático y en el horizonte hay prevista una expansión por Latinoamérica, Estados Unidos y el continente africano.
El dique de contención que ha encontrado Dorna es exportar el modelo de éxito español por el mundo. Se está intentando formar una base sólida en todo el globo a través del programa “Road To MotoGP”. El primer escalón es nacional, con las FIM MiniGP World Series destinadas a niños de entre 10 y 14 años, que se disputan en un buen número de países europeos, además de Estados Unidos, Australia, Malasia, Indonesia, India y Qatar. El siguiente paso sería suprarregional, con las llamadas Talent Cup (European, British, Northern, Asian, North America y Latin America), cuya edad mínima a partir de 2023 será de 14 años.

Con estas copas de promoción se busca el talento en países con menos tradición motociclista o menos recursos y que finalmente deberían converger en las dos competiciones que sirven de puerta de entrada al Mundial: El actual JuniorGP (antiguo FIM CEV) y la Red Bull Rookies Cup, a día de hoy dominadas con autoridad por pilotos españoles.
Con todo, la ansiada globalización en el motociclismo todavía tardará años en dar sus frutos, aunque está en camino. Mientras esto sucede, y si es que algún día sucede, en nuestro país seguimos celebrando éxitos año a año, con lo mimbres sólidos y gracias a un virtuoso programa de formación que ha creado una cantera de campeones infinita.