España ha construido su hegemonía a nivel planetario en el motociclismo de velocidad desde la base. Es decir, desde el dominio casi absoluto de la categoría pequeña y de las competiciones de acceso al campeonato del mundo. Moto3 se ha convertido en el gran caladero de éxitos para el motociclismo español y que con el paso de los años va colonizando el resto de categorías por arriba.
En los últimos veinte años, doce campeones del mundo tenían pasaporte español y desde la introducción de Moto3 en el año 2012 España se ha llevado siete de los once títulos en juego. El listado recoge la flor y nata de nuestro deporte en las últimas dos décadas: Dani Pedrosa (2003), Álvaro Bautista (2006), Julito Simón (2009), Marc Márquez (2010) y Nico Terol (2011) entre los campeones de la era dos tiempos; y Maverick Viñales (2013), Álex Márquez (2014), Joan Mir (2017), Jorge Martín (2018), Albert Arenas (2020), Pedro Acosta (2021) e Izan Guevara (2022) son los campeones de la era cuatro tiempos.

El lógico ascenso de nuestros mejores pilotos hacia arriba nunca deja huérfana de talento a Moto3. Sin ir más lejos, tres de los cuatro pilotos que se jugaron el año pasado el Rookie del Año eran españoles: Dani Holgado, David Muñoz e Ivan Ortolá, y eso que terminó ganándolo el piloto brasileño Diogo Moreira, criado deportivamente en nuestro país. Ellos serán los encargados de dar un paso adelante en 2023 en una parrilla a la que llegará, entre otros, la penúltima joya de la cantera nacional, José Antonio Rueda. El sevillano ya ha conseguido algo que nadie había logrado hasta la fecha, ganar las dos competiciones más importantes previas al Mundial: el JuniorGP y la Red Bull Rookies Cup.
En la actualidad no hay ningún dato que nos indique que esta situación vaya a cambiar en un futuro cercano. Todo lo contrario. España sigue sacando talento de una cantera que parece inagotable y la tendencia apunta a que queda hegemonía para rato. Pero no hay que olvidar que el deporte casi siempre es cíclico y en un pasado no tan lejano, España vivió su propia travesía en el desierto, sin un título que celebrar entre 1989 y 1999.
Tras los felices años 70 y 80, España vivió su propia travesía en el desierto sin un título que celebrar entre 1989 y 1999
Los felices años 70 y 80, con la explosión del motociclismo gracias a la figura del inigualable Ángel Nieto y que se alargó hasta los tiempos de Sito Pons y Jorge Martinez Aspar, se detuvo en seco en los 90. La sequía se prolongó durante una década hasta los celebradísimos títulos de Emilio Alzamora y Álex Crivillé en 1999, que fueron el preludio de la explosión de triunfos del siglo XXI.

Tras los años de plomo, en estas dos décadas España se ha alzado a la segunda posición en el ranking absoluto de títulos mundiales con 57. Por el camino superó a Reino Unido, que desde el último campeonato de Barry Sheene en 1977 dejó su contador anclado en 43 y solo se movió con el que ganó Danny Kent en 2015. Para travesía en el desierto la del motociclismo británico…
Por delante, y con un margen todavía amplio, Italia sigue al frente de la tabla con un total de 80 títulos. Una distancia que parecería inalcanzable pero que en las dos últimas décadas España ha reducido su distancia prácticamente a la mitad. ¿Cuánto tardará en producirse el ‘sorpasso’?