“Mi padre nos llevó a Daytona para correr Dirt Track. A la vuelta recuerdo que nuestro techo tenía goteras y tuvimos que poner cubos en todas las habitaciones. Encima de mi cama se formó una tan grande que me quejé a mi padre. ‘¿Por qué no tenemos un techo sin goteras como el del resto de mis amigos?’. Mi padre me respondió: ‘Porque tú corres en moto’. Mis padres pagaban viajes como el de Daytona en vez de reparar el techo". Esta conversación de Nicky con nuestro colega Dennis Noyes después de ganar su primer GP en Laguna Seca 2005 resume muy bien la vida en casa de los Hayden antes de que los tres hermanos se convirtieran en pilotos profesionales.
En su Owensboro natal creció rodeado de motos… y de coches, ya que la familia tenía un concesionario de venta de coches de segunda mano. Sus padres (Earl y Rose) no sólo eran grandes aficionados de las motos, también compitieron a nivel nacional. De su progenitor heredó el famoso número 69, con el que competía en Dirt Track, “como me caía mucho, quería un número que se pudiera leer cuando estuviera con la moto al revés", bromeaba Earl. Sería Nicky quien pasearía ese pícaro 69 por el mundo, que sólo cambiaría una vez en su carrera, el año 2007. “Nunca tuve dudas de que el día que me proclamara campeón del mundo cambiaría el 69 por el 1, el número que he querido llevar toda mi vida".
Mucho antes de instalarse en Europa para buscar el sueño de toda una vida, se fogueó en las pistas de Dirt Track y se le puede considerar el último heredero de un linaje de pilotos americanos que dominaron el Mundial entre 1978 y 1993. Al pequeño Nicky le encantaba correr en los óvalos, pero no tanto los días de lluvia, ya que las carreras se suspendían. “Era lo que mejor conocía mi padre y comencé en Dirt Track, pero en América no había muchas oportunidades para esta disciplina, ya que no había muchos pilotos que cobraran. El ídolo de mi padre siempre fue Kenny Roberts, quien consiguió pasar del Dirt Track a la Velocidad. Viendo eso y el futuro que tenía, pensamos que debíamos intentar abrir nuevas puertas, conseguir más apoyos y lograr más gente que nos ayudara. Decidimos probar. Me encantaba el Dirt Track, pero inmediatamente me enamoré del asfalto, puesto que los circuitos eran más largos y tenían más variables: subidas, bajadas y curvas de derechas. Me encantó esto de las carreras en asfalto y la velocidad. Cuando era niño, odiaba los días lluviosos: llegar a un circuito ilusionado, tener que dar la vuelta y volver a casa era una tortura", comentaba años después en una entrevista con la web oficial de motogp.com.
Se fogueó en pistas de Dirt Track, pero cambió los óvalos por los circuitos del AMA
De manera puntual siguió compitiendo y ganando algunas pruebas del Grand National de Dirt Track. Quizás la victoria más especial de su vida fuera en esta disciplina, en el Springfield TT de 2002, cuando los tres hermanos Hayden coparon el podio. Pero Nicky lo tenía claro y se dedicó a tiempo completo a la Velocidad. Con sólo 16 años ya era piloto del campeonato AMA de Supersport, y en 1999 se hacía con el título de la categoría. Era el diamante en bruto de las series americanas, así que un año después estaba corriendo en la estructura oficial de Honda América en la categoría de Superbike.
En aquellos años el AMA era un coto privado de las Suzuki del potente equipo Yoshimura Suzuki y del ídolo australiano Mat Mladin. Sin embargo, el joven Nicky plantó cara desde el primer día y fue capaz de robarles el título de 2002 ganando 9 de las 16 carreras de la temporada. Era el piloto más joven en ganar la clase reina del AMA y, hasta la fecha, Honda no ha vuelto a conquistar el campeonato americano, pero un talento como Nicky debía volar en busca de nuevos retos.
Un pez fuera del agua
Nicky Hayden falleció el 22 de mayo de 2017 en un hospital de Cesena, después de cinco días en coma tras un fatal accidente cuando entrenaba en bicicleta en las inmediaciones de Rimini. Esos días en los que el americano se debatía entre la vida y la muerte, coincidieron con el Gran Premio de Francia de MotoGP, un campeonato donde tantos amigos había dejado y tantos recuerdos afloraron. En aquella rueda de prensa oficial del jueves en Le Mans, Valentino Rossi recordaba con nostalgia el día que conoció a Nicky Hayden en el invierno de 2003, en un viaje a la fábrica de HRC.
“Me lo encontré directamente en Japón, vestido como un americano en la estación de Tokio. Esa es una imagen de la que me acordaré siempre, era como un pez fuera del agua". No debía estar muy desencaminado Valentino Rossi, y es que en un Mundial en el que los americanos habían perdido peso progresivamente y cuyas mecánicas ya latían al ritmo de los 4T, aterrizaba un desconocido piloto de 22 años nacido en Kentucky. Y lo hacía ni más ni menos en el equipo Repsol Honda como compañero del vigente campeón, Valentino Rossi.
Con 22 años aterrizó en el Mundial por la puerta grande, en el Repsol Honda
“Fue un cambio grande para mí. En todos los sentidos. Empezando por la casa y la familia, pasé de Kentucky al Campeonato del Mundo. Sabía que tenía mucho que aprender, no sólo en lo que se refiere a la pista, sino también al nivel cultural y mental. No quiero decir que es más difícil para nosotros, pero hay cosas que no ayudan a los americanos o australianos. Tenemos la familia lejos y muchos circuitos son de un estilo muy diferente a nuestras pistas. No fue fácil al inicio, pero logré el título de Rookie del Año en el 2003", recordaba Hayden en motogp.com.
No lo tuvo fácil para adaptarse al Mundial, pero tampoco para sortear las voces críticas, que cuestionaron el fichaje por el equipo de fábrica de HRC de un piloto sin apenas palmarés. Su primer podio no llegó hasta el mes de octubre, en la primera carrera de la gira asiática. Fue tercero en Motegi, por detrás de Biaggi y Rossi, y dos GG.PP después repitió posición en Australia. Su primer año en el Mundial se saldó con dos podios y la quinta posición final, haciendo ya gala de una de sus mayores virtudes. La regularidad. Los Hayden tenían una mentalidad de puntuar siempre. Así ganó el Mundial de MotoGP en 2006. Y ésta es una característica genérica de los pilotos de Dirt Track que se pasan a la Velocidad, que suelen caerse muy poco porque las caídas en los óvalos se pagan muy caras.
Fue precisamente en su segunda temporada en el Mundial cuando más sufrió por culpa de las lesiones. Tocaba mejorar sus resultados del primer año, pero se perdió varias carreras por una aparatosa lesión de clavícula. El equipo Repsol Honda estaba en plena reestructuración, después de la salida de Rossi a Yamaha, y ni él ni su compañero de equipo, Alex Barros, lograron ganar ninguna carrera. Sí lo harían Gibernau y Biaggi con escuderías satélites, dejando al equipo de fábrica en muy mal lugar. Sin embargo, en HRC mantuvieron la confianza en el chico de Kentucky, así que 2005 sería un año clave.
La carrera de Laguna Seca 2005 supone un antes y un después en su carrera. El histórico trazado californiano regresaba al calendario una década después y los pilotos europeos pudieron sentir lo que sentía Nicky cuando aterrizó en el Mundial. Sólo los americanos conocían un trazado que a él le iba como anillo al dedo. “Todos los pilotos han buscado mi rueda en entrenamientos. Hasta Sete, que en los tres años que llevo en el Mundial no me ha dejado seguirle ni en el parking. Así que cuando he visto su Honda con el número 15 detrás he hecho trayectorias de mentira", decía Nicky aquel sábado de 2005 después de lograr la primera pole de su carrera en MotoGP. El domingo no tuvo rival y celebró la victoria con un bailecito en el podio que dio la vuelta al Mundo. Había nacido la leyenda de “The Kentucky Kid". En el final de ese 2005 enlazó cuatro podios consecutivos, que le situaban tercero en la clasificación final y en la primera fila de aspirantes al título de 2006.
El piloto que batió a Rossi
Como había demostrado en la recta final de la temporada pasada, Nicky Hayden estaba preparado para luchar por el título en su cuarto año en MotoGP. Seguía en el equipo Repsol Honda, pero este año compartía box con la apuesta de HRC para crear una nueva dinastía. Dani Pedrosa, que llegaba con tres títulos consecutivos bajo el brazo y la etiqueta del anti Rossi. La llegada de Dani fue un revulsivo para Hayden, que lo último que deseaba era ver que llegaba un novato al equipo y le ponía en evidencia.
Ésta sería la última temporada de las MotoGP de 990 cc, y en Honda trabajaban en paralelo pensando en la nueva moto de 800 cc… y quien llevó el peso de ese desarrollo fue Nicky Hayden. La Honda RC211V “Evolución" contenía algunos elementos internos y dimensiones semejantes a las RC212V de 800 cc. Aunque él se sentía más cómodo con la versión estándar, aceptó la misión de pilotar ese “laboratorio con ruedas", que pesaba 5 kg menos y cuyas mejoras llegaban con cuentagotas (Honda tardó ¡15 carreras! en solucionar un problema de embrague). Pocos imaginaron en Honda que el piloto que les devolvería la gloria sería el perseverante Nicky.
Fue una temporada atípica, con seis ganadores diferentes, y con un Valentino Rossi al que le pasó de todo. El italiano era el amo y señor de MotoGP y enlazaba ya cinco títulos en la clase reina, los dos últimos con Yamaha. Sin embargo, comenzó el año con problemas de “chattering", una palabra que escucharíamos mucho aquel 2006, y padeció problemas de neumáticos, roturas, caídas y lesiones (se rompió muñeca y tobillo Assen, sus primeros huesos rotos desde que llegó al Mundial). Hay quien asegura que su mal fario se debió al amarillo Camel que patrocinaba ese año a su Yamaha.
Hayden cuadró un inicio de temporada muy consistente, con 7 podios en las primeras 8 carreras. Desde el tercer GP en Turquía, el americano se puso líder y lo conservó hasta la fatídica carrera de Portugal, la penúltima del año. En Assen ganó su primera carrera en suelo europeo, y como casi siempre, pocos le dieron el valor que merecía. Y todo porque Rossi corría lesionado y muchos llegaban tocados de la terrorífica caída en la salida de Montmeló, una semana antes. Además, su rival ese día, Colin Edwards, que se fue al suelo disputándole la victoria en la última curva, no tardó en lanzar un dardo a su compatriota. “Estoy cabreado porque Nicky es el tío más rápido cuando sigue a alguien, pero no sabe liderar una carrera. Para ser campeón del mundo hay que ser capaz de liderar y él no lo es en este momento". No encajó bien la derrota ese día el lenguaraz Colin.
La segunda victoria de Hayden llegó en su feudo, después de otra increíble exhibición en Laguna Seca. Ese día su único rival fue Pedrosa, mientras que Rossi se tuvo que retirar por culpa de un problema con el circuito de refrigeración de su Yamaha. Con sólo seis por disputarse, Rossi tenía una desventaja de 51 puntos con Nicky y declaró abiertamente que el campeonato se había terminado para él. “El título es misión imposible, así que las próximas carreras saldré a divertirme, pero no a pensar en el campeonato". Pero aunque Rossi no lo sabía todavía, quedaba mucho campeonato todavía.
Después del parón veraniego la suerte cambió de barrio y Hayden enlazó varios malos resultados, al mismo tiempo que vimos al Rossi más inspirado de la temporada. De los 51 puntos de Laguna Seca, pasamos a los 12 de renta en la penúltima carrera del año, en el circuito de Estoril. Rossi partía desde la pole y se escapaba, mientras Hayden trataba de reaccionar en la vuelta 4. Y entonces llegó el desastre. Dani Pedrosa entró colado en la curva 6 y arrastró a su compañero de equipo.
Le vimos maldecir desde la grava, pero ni siquiera ese día hizo un solo reproche público. “Ése ha sido el momento más duro de toda mi vida", reconocería años después. Un momento que define el carácter de Nicky, educado y elegante hasta en los momentos más bajos, que le hizo ganarse la admiración de todo el paddock. Hubo un protagonista más en aquel aciago GP de Portugal. Toni Elías, cuya victoria sería decisiva para que el americano conquistase el título semanas después.
Con sólo 2 victorias, 1 pole y 10 podios, Hayden ganó el título de 2006 frente al entonces imbatible Rossi
En Valencia todo estaba preparado para que Rossi celebrara su sexto título consecutivo. Llegaba con 8 puntos de ventaja y partía desde la pole, mientras Hayden lo hacía en segunda fila. Michelin había producido durante la noche del sábado un neumático específico para Rossi, que a la postre fue un regalo envenenado, ya que era demasiado duro y costaba calentarlo. El italiano había salido mal y rodaba séptimo en el inicio de la vuelta 5. Hayden era segundo, y campeón virtual en ese instante. Rossi se impacientaba y en la curva Doohan cometió un error y se fue al suelo. Aunque volvió a pista, la remontada era imposible y el tercer puesto hacía campeón al americano por un margen de 5 puntos… los mismos que Elías había arrebatado a Rossi en la carrera de Estoril, y de paso daba a Honda el último título de la era MotoGP 990.
Con sólo 2 victorias, 1 pole y 10 podios, Hayden ganó el campeonato frente al piloto más rápido de 2006, Valentino Rossi, que acabó el año con 5 victorias. Muchos dudaron de que Nicky pudiera aguantar la presión todo el año, y curiosamente fue Valentino el que se fue al suelo cuando era líder del Mundial. Sobre la "presión" que tanto preguntaban a Hayden en rueda de prensa, contestó así en Valencia. “¿Cómo no la voy a sentir corriendo con estos chicos que son los mejores del mundo? Muchos escribían que no aguantaría la presión. Es verdad que Rossi estaba muy lejos en la clasificación y yo le dejé levantarse en lugar de poner el pie sobre su garganta. Pero la presión afecta a todos, como hemos visto hoy…".
El lento ocaso
Después de hacer cumbre en el motociclismo, no volvió a saborear las mieles del éxito. Pese a ser campeón del mundo, la apuesta en Honda seguía siendo Dani Pedrosa y nunca se adaptó al cambio de cilindrada. Es verdad que no estuvo a la altura el año que defendía el #1, logrando apenas 3 podios y un octavo puesto final. Mejoró en 2008, pero ese sería su último año en el equipo Repsol. Salía en dirección a Ducati, pero agradecido de todo lo que había hecho Honda por él desde los tiempos del AMA. Tardarían en olvidar a Nicky en HRC, ya que el gigante nipón necesitó un lustro para volver a ganar en la categoría reina, de la mano de Casey Stoner.
Con el australiano coincidió en sus dos primeros años en Borgo Panigale, y como tantos otros que pilotaron la Desmosedici, encontró serias dificultades para domar a la bestia. A la sombra de Stoner, apenas rascó un par de podios esas dos temporadas. En 2011 se reencontraría en Ducati con su viejo rival Valentino Rossi, el mismo piloto con el que había compartido su primer box en MotoGP. Si al lado de Stoner su condición de piloto número 2 era obvia y aceptada, durante el bienio que Rossi vistió de “rosso", Ducati sólo tuvo ojos para él. Nunca escuchamos alzar la voz al bueno de Nicky. En 2011 llegaría su último podio en MotoGP. El tercer puesto en el GP de España en un lluvioso Jerez, el día que Stoner le dijo a Valentino aquello de “tu ambición superó tu talento".
Después de seis años en el equipo oficial de Honda y otros cinco en el de Ducati, volvió a pilotar una moto japonesa, esta vez privada, en el Team Aspar. En sus dos últimas temporadas en MotoGP la distancia entre las motos “pata negra" y las de categoría Open como la que él pilotaba, era gigantesco y no se podía aspirar a más que a puntuar siempre que hubiese ocasión. A mitad de la temporada 2014 tuvo que pasar por el quirófano para operar una vieja lesión en el escafoides de su muñeca derecha, que le hizo perderse varios GG.PP ese año y que le lastró físicamente en sus últimos años de piloto.
Leyenda de MotoGP
En 2015 anunció que ponía rumbo al Mundial de Superbike después de 13 temporadas. Y en su despedida en Valencia, otra vez Valencia, el campeonato le homenajeaba nombrándole MotoGP Legend, la primera vez que se hacía con un piloto en activo. Nicky tuvo que lidiar con elegancia una vez más las voces que criticaron ese galardón. “Sé que hay gente en este club con grandes trayectorias y que han ganado más que yo, pero independientemente de eso yo también estoy ahí. Durante trece años he comido, dormido y respirado MotoGP, ha sido una aventura increíble. Claro que estos dos últimos años han sido complicados, pero he disfrutado cada minuto de ellos".
Hayden ha sido el único piloto que ha corrido un gran premio tras ser nombrado “Leyenda de MotoGP"
Un año después, en 2016, se convirtió en la única Leyenda de MotoGP que hasta la fecha ha disputado un Gran Premio. Fue llamado a filas por Honda para sustituir a Jack Miller en Aragón en el EG 0,0 Marc VDS y a Dani Pedrosa en Australia. Aquella carrera en Phillip Island fue especial ya que volvió a vestir los históricos colores del Repsol Honda, que le habían hecho campeón en 2006.
Su último año y medio lo pasó en el paddock de WSBK, donde se ganó el respeto y la admiración de todos por su amabilidad y sencillez. De nuevo en el equipo oficial Honda, lidió con una CBR1000RR que estaba en el segundo escalafón, por detrás de las Kawasaki y Ducati. Y pese a todo brilló en su vuelta a las motos de producción. Acabó el año quinto, con cuatro podios y una histórica victoria en Sepang, que llegaba diez años después de su último triunfo en Laguna Seca. 2017 estaba siendo un año duro para el equipo, con una nueva moto que está mucho más lejos que la del año pasado. La carrera de Imola fue la última de Hayden como piloto. Acabó duodécimo, por delante de su compañero de equipo y sin reprochar nada al equipo, simplemente mirando a la siguiente carrera que debía disputar Donington Park.
El destino fue cruel con Hayden. Después de iniciarse en los peligrosos óvalos del Dirt Track y de pasar media vida a 350 km/h, un accidente mientras montaba en bicicleta se llevó a una de las mejores personas que han pilotado una MotoGP. Nos quedará el consuelo de que ya había cumplido su sueño. “De niño siempre tuve un gran deseo. Era todo lo que quería. Nunca dije, ‘cuando sea mayor, me gustaría ser astronauta o presidente’. Quería ser piloto de Grandes Premios". Y vaya si lo conseguiste, fuiste campeón del mundo y te convertiste en Leyenda. DEP Nicky.