Las 8 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

En la temporada 2020 este selecto club se vio ampliado a ocho parejas de pilotos con la inclusión de los Gardner.

Todos los padres e hijos que han logrado victorias en la historia del Mundial
Todos los padres e hijos que han logrado victorias en la historia del Mundial

La receta para ganar carreras en el Campeonato del Mundo de Motociclismo no se puede transmitir de padres a hijos porque no hay receta. Sin embargo, la pasión por el deporte de las dos ruedas sí ha logrado trascender generacionalmente en numerosas familias a lo largo de la historia.

[ACTUALIZADO EN 2021 con la inclusión de los Gardner tras la victoria de Remy Gardner en el GP de Portugal 2020].

Traducirlo en resultados ya es algo más difícil, sobre todo si se trata de replicar las victorias del progenitor. Solamente 382 pilotos han ganado alguna carrera en la historia del Mundial desde su creación en 1949, y por el momento son solamente ocho los pilotos que cambiaron el ‘Papá cuéntame otra vez las carreras que ganaste’ al ‘mejor cuento yo mis propias victorias’. Son los siguientes:

Las 7 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

Leslie Graham y Stuart Graham.

GRAHAM: LESLIE Y STUART

El año anterior, Stuart Graham había subido por primera vez al podio y lo había repetido en varias ocasiones, pero siempre se interponía algún mito entre él y la victoria: en Spa, Giacomo Agostini le batió por 49 segundos en 500cc; mientras que en 250cc fue Mike Hailwood el que le cerró el paso: por algo más de un minuto en Imatra y por casi seis en la Isla de Man.

1967 sería su año, pero en las categorías pequeñas, ya que acabaría tercero en la general final tanto en 50cc como en 125cc, logrando un triunfo en cada una. El primero de ellos fue el 16 de junio de 1967 en la Isla de Man, dos días después de ver cómo Phil Read y su Yamaha le privaban de llevar a su Suzuki a la victoria en la carrera Lightweight de 125cc.

Sin embargo, en la carrera de 50cc, su rival era otra Suzuki: la del dominador de la categoría en aquella época, el alemán Hans-Georg Anscheidt. Pero estaban en terreno british y, aunque Anscheidt se acabaría llevando el segundo de sus tres títulos consecutivos a final de curso, aquel día en la isla era para Stuart Graham, que se llevó la primera de sus dos victorias mundialistas.

Fue, sin duda, la mejor manera de honrar a su padre, Leslie Graham. El que fuera el primer campeón del mundo de la historia de la categoría reina con AJS en 1949. Para entonces ya estaba a punto de cumplir 38 años y habían pasado 11 desde su debut en el TT de la Isla de Man, en el Lightweight de 1938 a lomos de una OK-Supreme.

Les Graham ganó dos carreras rumbo a ese primer título: la segunda de la historia en Berne, batiendo a Arciso Artesani por un minuto y 21 segundos, y en el Ulster GP, superando a Artie Bell por un minuto y 39 segundos. Esas dos victorias y un segundo puesto en Assen a tres segundos de Nello Pagani le dieron el título por más puntos netos, pese a que Pagani le superaba en puntos brutos.

Los cuatro años siguientes Graham siguió coleccionando victorias hasta llegar a ocho: tres más en 500cc: una en 1950 y dos en 1952, cuando acabó subcampeón; dos en 350cc y la última en 125cc, cuando por fin logró ganar el TT de la Isla de Man en 1953. Sin embargo, al día siguiente, intentaba repetir victoria en el Senior TT de 500cc cuando perdió el control de su MV Agusta y murió en el acto.

Su hijo Stuart tenía entonces once años, y 14 más tarde pondría el apellido Graham de nuevo como pionero en la historia del Mundial: si su padre había sido el primer campeón de la historia de la categoría reina, con su triunfo se convertían en la primera pareja de padre-hijo en ganar.

Las 7 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

Nello Pagani y Alberto Pagani.

PAGANI: NELLO Y ALBERTO

Y, como sucediera en la temporada inaugural, también en esto los Graham ganaron por la mano a los Pagani. Nacido en 1911 al igual que Les, Cirillo ‘Nello’ Pagani fue víctima del sistema de puntuación de 1949, donde solo contaban los tres mejores resultados de las seis carreras que tenía en el campeonato. Así pues, pese a que además de ganar en Assen y Monza fue tercero en el Ulster GP, cuarto en Berna y quinto en Spa, un solo punto neto dejó sin título al piloto de Gilera.

A cambio sí fue el primer campeón del mundo italiano al llevarse el título de 125cc tras ganar las dos primeras carreras de la historia de la categoría en Berna y Assen, donde se convirtió en el primer piloto en ganar dos carreras en un mismo GP. En total fueron cuatro victorias en aquel 1949. No lograría ya ninguna más pese a sumar un par de segundos puestos en 1950 –año en el que también corrió un GP de Fórmula 1 en Suiza- y algunos podios más hasta 1954, retirándose en 1955.

Solamente cuatro años después, su hijo Alberto Pagani debutaba en el Mundial con una Ducati en 125cc y a final de año sumaba sus primeros puntos al ser quinto en el Ulster GP. Tres años después subía al podio por primera vez al ser tercero en Monza con Honda. Ese día Jim Redman se imponía a Tarquinio Provini por ocho décimas, y 57 segundos más tarde Pagani batía por una sola décima al japonés Moto Kitano, también con Honda. Después de eso también consiguió llevar al podio a la Kreidler en 50cc y a la Paton en 250cc antes de hacerlo con Aermacchi, marca para la que probó varios años, tanto en 250cc como en 350cc.

Sin embargo, su primer triunfo mundialista llegaría en la categoría reina con LinTo en 1969. Aquel año, Giacomo Agostini y MV Agusta habían ganado las diez primeras carreras de la temporada y solamente quedaban dos. La penúltima cita era el GP de las Naciones en Imola, y el conde Domenico Agusta decidió no llevar a sus pilotos en protesta por el cambio de escenario, ya que tenía una casa justo al lado de Monza.

Sin las MV, Pagani aprovechó la ocasión para imponerse por algo más de un minuto a la Aermacchi de su compatriota Gilberto Milani. Era el 7 de septiembre de 1969, justo 20 años y tres días después de la victoria de su padre en el mismo GP, en aquella ocasión en Monza. Ese triunfo convertía a los Pagani en la segunda pareja de padre/hijo en ganar.

Dos años después, Alberto Pagani fichó por MV Agusta tras la muerte de Angelo Bergamonti y ganó dos carreras más con la marca italiana: en Monza 1971 se impuso por más de un minuto a Gianpiero Zubani y, en 1972, su último año y el mejor, en el que fue subcampeón del medio litro tras Agostini y en el que además de seis segundos puestos (todos tras Ago) pudo imponerse en Opatija por un minuto y 42 segundos ante Chas Mortimer en la que fue su tercera y última victoria mundialista.

Las 7 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

Graziano Rossi y Valentino Rossi.

ROSSI: GRAZIANO Y VALENTINO

Durante casi tres décadas, los Graham y los Pagani estuvieron solos en el club. Desde 1969 hasta el 18 de agosto de 1996 con la victoria de Valentino Rossi en Brno. Aquel día el jovencísimo piloto italiano se imponía al veterano tetracampeón Jorge Martínez ‘Aspar’ y comenzaba una de las mayores leyendas jamás contadas en toda la historia del motociclismo.

El joven Rossi fue creciendo ante la mirada de todo el mundo de las dos ruedas, que fue testigo de lujo del segundo mayor coleccionismo de victorias de la historia. Primero con Aprilia, después con Honda y más tarde con Yamaha, drante 15 años seguidos subió a lo más alto del cajón al menos una vez por temporada (en cuatro de ellas alcanzó hasta once), y tras un parón de dos temporadas en Ducati, volvió a Yamaha y reanudó la cuenta, enlazando otras cinco temporadas con al menos una victoria.

Durante ese camino, dos veces hizo que el apellido Rossi se colocase en la primera posición del ránking de mayor número de victorias en el club padres/hijos. La primera fue en 1997, superando las 12 de los Graham, y la segunda en 2008, superando las 91 de los Nieto.

Todo ello fue posible porque las primeras victorias que celebró Valentino databan de mucho antes, cuando apenas contaba con meses de vida. Cuando se dice que ‘Il Dottore’ se crio en el paddock es casi literal. Para su padre, Graziano Rossi, su hijo llegó con un pan debajo del brazo, ya que su nacimiento el 16 de febrero de 1979 fue el preludio de su mejor año como piloto.

La trayectoria mundialista de Graziano no fue especialmente extensa, ya que duró poco más de un lustro desde su debut en 1977 hasta su adiós en 1982. Tras dos años con Suzuki en el medio litro cambió a Morbidelli en 1979, donde compaginó la categoría de 500cc –en la que no logró grandes resultados- con 250cc, en la que sí consiguió brillar.

En un año donde el mito italiano Walter Villa logró su última victoria en la cita inaugural, el sudafricano Kork Ballington defendió su título con éxito. Sin embargo, en el ecuador de la temporada dejó escapar cuatro triunfos, y tres de ellos fueron a parar a Graziano Rossi.

Casi un mes después de ser tercero en el Jarama en el que fue su primer podio mundialista, Rossi se impuso en Rijeka por cinco segundos ante Gregg Hansford, al que también superó una semana después en Assen. No acudió a Spa y regresó en Karlskoga para volver a ganar, otra vez a Hansford. Ahí acabó su racha victoriosa, acabando el año con tres ceros y un segundo puesto para acabar tercero en la general final.

Al año siguiente volvió a centrarse en la categoría reina y logró sus dos únicos podios en la misma: tercero en Misano tras Kenny Roberts y Franco Uncini y segundo en Assen por detrás de Jack Middleburg para acabar quinto en ese 1980. Aunque siguió corriendo dos años más, no volvió a puntuar.

Las 7 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

Kenny Roberts Jr y Kenny Roberts.

ROBERTS: KENNY Y KENNY JR

Como sucediera con los Graham y los Pagani, los Rossi y los Roberts también se encontraron en pista en ambas generaciones. Eso sí, con los papeles cambiados: si en los hijos fue Rossi el más laureado, en los padres fue indiscutiblemente Roberts.

Llegado desde Estados Unidos, Kenny Roberts revolucionó la categoría reina en 1978. Eso sí, su primera victoria llegó en el cuarto de litro, donde había debutado cuatro años antes con un podio en Assen. Fue en la carrera inaugural de ese año en Venezuela y fue, precisamente, el día del padre.

Kenny, que ya era padre por aquel entonces, se auto regaló el triunfo en el circuito de San Carlos ante el ídolo local, Carlos Lavado, con el francés Patrick Fernandez completó un podio íntegro para Yamaha, marca con la que Kenny compitió durante todo su periplo mundialista. Ese día no pudo acabar la carrera de 500cc, pero en la siguiente cita ya subió al podio al ser segundo en el Jarama tras su compatriota Pat Hennen, y en la tercera cita en Salzburgring estrenó su palmarés en el medio litro ganando por 16 segundos al venezolano Johnny Cecotto.

Ese año consiguió seis victorias: dos en 250cc y cuatro en 500cc, donde se proclamó campeón como rookie. Revalidó el título los dos años siguientes y aunque no logró ser campeón por cuarta vez, sí consiguió victorias todas las temporadas que pasó en el Mundial. De hecho, su año más prolífico sería el último, 1983, en el que cosechó hasta seis triunfos pero sucumbió por solo dos puntos ante su compatriota Freddie Spencer en un mano a mano épico.

El cuarto título Roberts lo pondría el más exitoso de sus hijos: Kenny Junior. Había pasado una década de la retirada de su padre cuando hizo su debut mundialista en la carrera del cuarto de litro de Laguna Seca en 1993, siendo décimo. A finales de 1994 fichó por el Marlboro Team Rainey para correr el tramo final de 250cc, categoría que disputó a tiempo completo en 1995.

Tras solo un año dio el salto a clase reina con Yamaha y el equipo de su padre, al que acompañó al año siguiente en la aventura de la Modenas, con la que corrió dos años antes de fichar por Suzuki oficial para 1999. El 18 de abril empezó la temporada en Sepang, y con su victoria por cuatro segundos sobre Carlos Checa, Kenny Jr. logró su primera victoria y añadió a los Roberts a la lista de padres e hijos ganadores.

Ese año añadió tres victorias más para ser subcampeón tras Álex Crivillé, y a la temporada siguiente, repitió el bagaje con otros cuatro triunfos para hacerse con el título, siendo hasta la fecha la única pareja de padre e hijo que ha conquistado el título mundial.

El californiano continuaría en el Mundial hasta mediados de 2007 pero su cuenta ganadora se detuvo en ocho. Eso sí, tuvo tiempo de conseguir cinco podios más, dos de ellos muy especiales en 2006, ya que fueron a lomos de la KR211V, el penúltimo proyecto de su padre.

Las 7 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

Pablo Nieto y Ángel Nieto.

NIETO: ÁNGEL Y PABLO

En España se dice que, de alguna forma, todos los pilotos españoles de las últimas décadas son hijos de Ángel Nieto. Pero lo cierto es que los hijos biológicos del gran campeón español intentaron seguir los pasos de su padre. Al menos dos de tres. Ángel Junior, popularmente conocido como Gelete, y Pablo. También su sobrino Alfonso, conocido como Fonsi.

Gelete debutó en el Mundial de 125cc en 1995 y fue piloto titular entre 1996 y 2001, año en que logró sus mejores resultados con dos quintos puestos en Welkom y Jerez. Para entonces su primo Fonsi ya había logrados sus primeros podios, y en 2002 sería subcampeón del mundo de 250cc con cuatro victorias, añadiendo una quinta al curso siguiente.

Pero quien metería a los Nieto en el listado de padres e hijos ganadores sería Pablo Nieto. Casi cuatro años más joven que Gelete, igual que su hermano desarrolló toda su carrera mundialista en el octavo de litro, donde debutó en Catalunya 1998 para pasar a ser piloto a tiempo completo desde 1999.

Tras tres años con Derbi cambió a Aprilia en 2002 y consiguió sus primeros podios, estrenándose en el cajón en Mugello al ser tercero tras Manuel Poggiali y Youichi Ui, puesto que repitió en Australia y Valencia. Al año siguiente también consiguió subir tres veces al cajón, pero esta vez trepando escalones: tercero de nuevo en Mugello, en Assen solo Steve Jenkner le separó de la victoria.

Y en Estoril, donde un año antes su primo Fonsi logró un triunfo legendario tras caerse y remontar, llegaría la victoria. Aquel el 7 de septiembre de 2003, en el trazado luso, Pablo Nieto superó por tan solo 22 milésimas a Héctor Barberá para conseguir su única victoria mundialista y colocar a los Nieto en el selecto club, donde en el momento (y hasta que lo superó Rossi en 2008) eran el padre e hijo que sumaban más victorias con un total de 91. Al año siguiente logró sus dos últimos podios y corrió hasta 2008.

Casi cuatro décadas antes, en 1969, Ángel Nieto había inaugurado su casillero de victorias. Tras debutar en 1964 había pasado de correr solo la cita española a salir fuera a competir, y aquel año llegarían los dos primeros de sus noventa triunfos. Se estrenó en el Gran Premio de Alemania del Este de 50cc sobre la Derbi, con la que se impuso en Sachsenring a su compatriota Santi Herrero el 13 de julio de 1969.

Repitió en el Ulster GP y conquistó el título de la categoría. Fue el inicio de una trayectoria sin igual en las categorías pequeñas. Al año siguiente revalidó el título de 50cc con cinco victorias y añadió cuatro en 125cc, donde fue subcampeón. Cambió las tornas en 1971 –título en 125cc y subcampeonato en 50cc- antes de conquistar sendos títulos en 1972.

Tras un año sin triunfos en 1973 retomó la senda del éxito al curso siguiente, y desde ese año hasta 1985 –donde logró su única victoria en 80cc en Le Mans-, encadenó doce años ganando al menos una carrera por temporada. Al año siguiente se retiró.

Las 7 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

Stefan Bradl y Helmut Bradl.

BRADL: HELMUT Y STEFAN

Curiosamente, a la temporada siguiente de la retirada de Ángel Nieto debutaba en la carrera del cuarto de litro en Rijeka un alemán de 24 años llamado Helmut Bradl. Al año siguiente se dejó ver por las carreras de Hockenheim y Salzburgring, y desde 1988 hasta 1993 formó parte de la parrilla de 250cc, categoría en la que se labró una interesante carrera.

Siempre con Honda y desde el 89 con los colores de HB, el piloto germano fue creciendo poco a poco y en 1990 inició su racha de podios con un tercer puesto en Jerez, donde entró en solitario a siete segundos de una lucha por la victoria que John Kocinski dirimió en su favor en detrimento de Luca Cadalora.

Hasta seis podios pisaría en ese curso, preludio de un 1991 inolvidable en el que se vería enfrascado en una pelea a tres por el título mundial, sucumbiendo solo ante Cadalora para ser subcampeón por delante del español Carlos Cardús. Un año en el que se mostró enormemente regular, con once podios en quince carreras, y tremendamente veloz, consiguiendo hasta cinco victorias.

Igual que su primer podio, su estreno en lo alto también se produjo en Jerez. En la segunda cita del año en Eastern Creek Cadalora le había ganado por dos décimas, y en la cuarta carrera del año, el GP de España, pudo tomarse la revancha derrotando al italiano por casi medio segundo. Inició ahí un periplo exitoso en el que fue segundo en Misano (¡a nueve milésimas de Cadalora) para ganar de forma consecutiva y en solitario tanto en Hockenheim como en Salzburgring, ambas con Cardús segundo.

Su gran temporada no fue suficiente y tuvo que conformarse con ser segundo tras Cadalora. Estaría en el Mundial dos años más, en los que añadió cuatro podios a su colección, pero ya no volvería a subir a lo más alto y se despidió de los grandes premios en 1993.

Cuatro años antes, en 1989, había nacido su hijo Stefan, que desde la adolescencia empezó a demostrar que había heredado el talento de su padre. En 2005, además de ser campeón del IDM alemán de 125cc, debutó con tres wild cards en el Mundial, del que pasó a formar parte al año completo la temporada siguiente.

Sus primeros años no fueron sencillos, y no pudo completar uno hasta 2008, cuando firmó por el Kiefer Racing, la estructura con la que lograría sus mayores éxitos. De hecho comenzó ese año con un podio al ser tercero en Qatar. No volvió al cajón hasta la décima carrera en Sachsenring, cuando finalizó segundo ante su público tras el a la postre campeón Mike Di Meglio.

Fue un anticipo de la siguiente carrera, celebrada en Brno el 17 de agosto de 2008. Allí Stefan Bradl se hizo con su primer triunfo, batiendo al propio Di Meglio en casi un segundo. Un triunfo que pondría a los Bradl en la lista de los padres e hijos ganadores, y al que sumaría otro más en Japón. Más tarde, y tras un 2009 sin victorias, saltó a Moto2 y consiguió un triunfo en Portugal antes de su glorioso 2011 en el que ganó cuatro carreras para superar a su padre y proclamarse campeón del mundo.

Después vendría el salto a MotoGP, donde consiguió un podio, la marcha a Superbike y el fichaje por Honda para ser probador oficial y realizar algunas carreras en MotoGP, cargo en el que continúa actualmente.

Las 7 parejas de padres e hijos que han ganado en el Mundial de motociclismo

Peter Oettl y Philipp Oettl.

OETTL: PETER Y PHILIPP

Graham, Pagani, Rossi, Roberts, Nieto y Bradl. Durante casi una década fueron seis los apellidos del club de los padres e hijos ganadores. Concretamente hasta el 6 de mayo de 2018 en el Gran Premio de España celebrado en el Circuito de Jerez – Ángel Nieto.

Aquel fue el mejor día, al menos hasta la fecha, en la trayectoria deportiva de Philipp Oettl, que después de pasar por la Red Bull Rookies Cup y tras debutar en la cita final de 2012 en Valencia, pasó a ser parte de la parrilla mundialista de Moto3 con el Interwetten y una Kalex KTM. Después de dos años discretos con alguna actuación prometedora cambió a KTM con el Schedl GP de su padre.

Ese año aprovechó el caos producido por la lluvia de Indianápolis pasar pisar su primer podio al ser tercero tras Livio Loi y John McPhee. Dos años más tarde conseguiría volver al cajón, siendo segundo en Austria solamente por detrás de Joan Mir. Y así fue como llegó a Jerez 2018, después de un discreto inicio con dos ceros y un sexto puesto.

En el trazado andaluz se benefició de una colisión múltiple en el grupo de cabeza en las últimas vueltas, que le dejó en un mano a mano con el italiano Marco Bezzecchi que el alemán resolvió a su favor por apenas 59 milésimas. Tras aquello, y pese a que no tuvo un buen año, saltó a Moto2, donde no logró puntuar y para este 2020 ha puesto rumbo al Mundial de Supersport.

Sin embargo, con aquella victoria pudo emular a su padre, Peter Oettl, un buen conocido de finales de los ochenta y los noventa. Empezó a hacer sus primeras apariciones en la categoría de 80cc en 1986, y dos años más tarde logró colarse en el podio al ser segundo en Assen y en Rijeka, en ambos casos solo por detrás de Jorge Martínez ‘Aspar’.

Su mejor temporada llegaría al año siguiente, 1989, donde hizo sus primeros pinitos en 125cc mientras brillaba como nunca en 80cc. Tras ser tercero en Jerez y abandonar en Misano, el 28 de mayo conseguiría su primer triunfo en Hockenheim al superar a ‘Champi’ Herreros, que se acabaría llevando el título pese a no conseguir ninguna victoria.

Sí lograría otras dos Oettl, en Rijeka y Assen, pero su irregularidad le llevó a acabar tercero tras Herreros y Stefan Dorflinger. A partir de ahí se dedicó a 125cc hasta 1997, logrando dos triunfos, ambos en Mugello: uno en 1991 y otro en 1996.

Wayne Gardner y Remy Gardner
Wayne Gardner y Remy Gardner

GARDNER: WAYNE Y REMY

Poco más de dos años han pasado para incluir un apellido más en esta selecta lista: fue el pasado 22 de noviembre de 2020, cuando el australiano Remy Gardner se hizo con el triunfo en la carrera de Moto2 del Gran Premio de Portugal que cerraba la temporada.

Un triunfo que llevaba tiempo rondando en la categoría intermedia, en la que compite desde 2016 tras haber tenido un breve paso por Moto3. Tras un año con la Kalex del Tasca Racing pasó dos temporadas en el Tech 3 antes de volver a tener una Kalex en el SAG Team, logrando en 2019 su primer podio.

Ya desde entonces había mostrado sus credenciales para subir a lo más alto del cajón, pero no conseguía rematar la faena hasta que en Portimao arrasó sin piedad y no dejó opción al resto de sus rivales, que no vieron en toda la carrera el 87 del australiano.

Un 87 que recuerda a la temporada 1987, en la que su padre Wayne Gardner se proclamó campeón del mundo de 500cc, en un año que consiguió siete victorias tras haber sido subcampeón el curso anterior con tres triunfos.

Gardner, que había debutado en el medio litro en 1983 y que ya en 1984 subió al cajón, volvería a ser subcampeón en 1988, el que sería su último gran año antes de las lesiones que le impidieron volver por sus fueros. Aun así, tuvo tiempo de ganar un GP más en 1989, dos en 1990 y uno más en 1992, el año en que se despidió con 18 victorias.

Victorias de padres e hijos en toda la historia del Mundial
Las victorias de padres e hijos en toda la historia del Mundial de motociclismo (Infografía: @Swinxy).