De la gran cantidad de pilotos japoneses que coparon el octavo de litro en los noventa, además de los dos bicampeones (Kazuto Sakata y Haruchika Aoki) hubo dos que se quedaron a las puertas, pero de formas muy distintas. Noboru Ueda fue el primero en llegar y estuvo una década en lo alto; Youichi Ui llegó de los últimos y su brilló se centró en dos años. Pero qué dos años.
Ui empezó a destacar en el potente All-Japan en 1994, terminando cuarto en 125cc a lomos de una Yamaha para, ya en 1995, proclamarse campeón de la misma por solo tres puntos ante Masao Azuma, en el mismo año en el que realizó su debut mundialista como wild card, sumando su primer punto en la fiesta local de Suzuka: aquel día los japoneses coparon el top 6 y metieron a 14 pilotos entre los 18 primeros.
Con el título nacional bajo el brazo Ui dio el salto definitivo en 1996, y a finales de temporada ya empezó a mostrar su potencial con una pole en Montmeló. Al año siguiente logró su primer podio en Jacarepagua, por detrás de Valentino Rossi y Noboru Ueda, terminando duodécimo. En 1998 fue undécimo con otro tercer puesto y decidió dejar Yamaha –que no estaba a la altura de Honda y Aprilia- por la Derbi del Festina, donde calcó la temporada: undécimo con un tercer puesto.
Todo cambió en 2000: tras no acabar en Sudáfrica, fue segundo en Sepang y se desquitó en Suzuka dando a Derbi su primer triunfo en 1989 al vencer en solitario tras la caída de Roberto Locatelli en un podio japonés con Noboru Ueda y Masao Azuma. Daijiro Kato lideró otro triplete en 250cc y Norick Abe llevó el delirio a la parroquia nipona ganando en 500cc.
A partir de ahí, Ui se convirtió en un cara o cruz: un cero en Jerez, una victoria en Le Mans, dos ceros seguidos, tres victorias consecutivas en Assen, Donington y Sachsenring. Era el más rápido de la clase pero fallaba demasiado y tras ser segundo en Brno y hacer un cero en Estoril, enlazó dos terceros puestos en Valencia y Río, donde el cero de Locatelli le daba opciones.
A dos carreras del final, estaba a ocho puntos del italiano, por lo que dependía de sí mismo para ser campeón. Pero igual que su sueño había empezado en Suzuka, terminó en Motegi: Ui se fue al suelo intentando dar caza a Locatelli, que se llevó la victoria y el título.
Año nuevo, nueva oportunidad, distintos rivales. Comenzó 2001 como un tiro siendo segundo en Suzuka y ganando en Jerez, pero a partir de ahí empezó una racha de resultados un tanto desastrosa con un quinto, un undécimo y tres ceros en cinco carreras. La cortó ganando en Donington pero en las cuatro siguientes solo logró un podio. Quedaban cuatro carreras y todo parecía perdido: el título estaba entre Toni Elías y Manuel Poggiali, separados por ocho puntos. Ui estaba a 46.
Con todo perdido, Ui se convirtió en una apisonadora: ganó en Motegi para desquitarse del año anterior, repitió en Phillip Island y también en Sepang. Elías había fallado, pero Poggiali había sido siempre segundo y en Río le bastaba ser 13. Ui volvió a ganar pero el título fue para el sanmarinense, repitiendo el subcampeonato.
Fue su última victoria. Al año siguiente logró su último podio, en 2004 dejó 125cc y llegó a puntuar en MotoGP con la Harris WCM. De vuelta al All-Japan ganó dos títulos nacionales de 250cc en 2007 y 2009.