Valentino Rossi: “La arrogancia no tiene sentido, la humildad es más divertida”

El piloto de MotoGP quiere el décimo título, y explica qué significa, para él, correr en moto.

Nacho González

Valentino Rossi: “La arrogancia no tiene sentido, la humildad es más divertida”
Valentino Rossi: “La arrogancia no tiene sentido, la humildad es más divertida”

Estoy preparado. Como antes”, afirma Valentino Rossi, que inmediatamente se corrige: “Más que antes”, anuncia antes de sentenciar una entrevista con una frase que nadie esperaría de un piloto que acaba de cumplir 38 años: “Correr significa pensar en el futuro”. Palabra de ‘Il Dottore’.

Antes de eso, y tras pasar de puntillas por preguntas made in Fórmula 1 –manifestando su admiración hacia Max Verstappen, o su desconcierto y su disgusto ante la retirada de Nico Rosberg-, el piloto más laureado del motociclismo moderno va desgranando en las páginas de ‘Il Corriere della Sera’ su presente y su futuro, tanto dentro como fuera de las pistas.

Voy a dormir y me despierto antes”. Es su forma de doblarse ante el inexorable paso del tiempo. “Pero si hay que ir de fiesta, estoy casi siempre”, matiza de inmediato. Se ha ido a vivir junto a su madre: “Somos compañeros de camino”, confiesa, íntimo. Aunque usa Facebook para comunicarse con sus amigos, no ha caído en las redes (sociales): “Siempre alguien te restriega sus vacaciones en Maldivas, su cita con una chica guapa…”, bromea.

Se muestra escéptico ante las relaciones, pero cree que es “el momento adecuado” para tener un hijo, uno de sus dos sueños. “Sé que debo revisar mi estrategia”, reconoce entre risas al recordarle el entrevistador que necesitará una madre para ello.

PROFESOR. GANADOR. SOÑADOR

Habla también de su faceta educativa, de su VR46 Riders Academy: “Poder ayudar a los pilotos jóvenes me gusta muchísimo”, revela, ensimismado con sus pupilos. “No había nada parecido en Italia, y ahora tenemos niños que van fuerte y tienen ambición, es bonito”, concede.

Como maestro –o “hermano mayor”, como él se ve-, incide en la importancia de las lecciones inculcadas por su padre, Graziano Rossi: “Siempre me enseñó que la arrogancia no tiene sentido, que la humildad es más divertida. No soy tan estúpido como para pensar que nadie me puede ganar, incluso tratándose de niños en formación”, admite, relatando una simpática anécdota con uno de sus alumnos:

Uno de ellos se me acercó, radiante, tras su primer podio. Me dijo ‘Vale, ¿tú cuántos has hecho?’. No podía responder: más de doscientos, así que fingí un lapsus de memoria”.

¿Y el otro sueño? “Seguir ganando”, comenta con naturalidad: “Buscar el décimo título”, concreta. Cree en ello desde la consciencia de la dificultad, y se expresa en un tono filosófico: “La base y los ingredientes son los de siempre. Puedo ganar cuando se puede ganar. Puedo buscar la victoria cuando es más complicado, pero no siempre”, relata.

APRENDE, PERO NO OLVIDA

Se sincera también con el efecto de su periplo en Ducati: “dos años devastadores pero, vistos ahora, sirvieron para relanzar el esfuerzo y el deseo”. Y no, no olvida 2015, que cataloga como “el punto determinante”.

Cuestionado por su interlocutor, profundiza en ello. Tanto en lo que supuso para él: “una desilusión fortísima” como dejando otro recado a Marc Márquez: “Fue una vergüenza para el deporte. He luchado contra adversarios duros y diferentes, desde (Max) Biaggi hasta (Casey) Stoner, pero ninguno se comportó como Márquez”, afirma, reconociendo también cuál fue su error: “Si no hubiera hablado… si no hubiera reaccionado”, se lamenta. “Metí la pata”.

La siguiente pregunta, sobre los españoles, sirve para dejar patente el inmovilismo de su postura: “(Jorge) Lorenzo, para bien o para mal, es más transparente que Márquez. (Maverick) Viñales me parece más equilibrado que Lorenzo, pero habrá que ver si puede gestionar la tensión y el estrés”, prosigue,

Quizá en pista no lo vea, con lo rápido que ha ido en los test”, bromea el italiano, que inmediatamente recupera la seriedad: “Las personas se revelan bajo tensión. Todos son buenos haciéndose los señores con la moto parada”, asegura.