Alta Motors echa el cierre, pero todavía hay esperanza

Hemos podido confirmar con una fuente interna el cierre de Alta Motors y el posible nuevo rumbo de la compañía.

Carlos Domínguez

Alta Motors echa el cierre, pero todavía hay esperanza
Alta Motors echa el cierre, pero todavía hay esperanza

Esta mañana leíamos a Jensen Beeler en Asphalt and Rubber anunciando el cierre de la compañía de motos eléctricas, Alta Motors. Una nefasta sorpresa para la industria de la moto y para las pequeñas empresas que de atrevidos empresarios que intentan hacer realidad una idea más o menos innovadora. Tras el fiasco de Skully, el cierre de Alta no habla muy bien de la estabilidad del mercado en los alrededores de San Francisco, aunque en este último caso las razones son radicalmente distintas. En cualquier caso, y sin la confirmación oficial de la empresa, en Motociclismo contactamos con uno de los ingenieros jefe de Alta Motors para contrastar la noticia.

Por desgracia, él ha venido a confirmar lo que contaba Jensen. Alta Motors como tal ha dejado de funcionar y sus empleados están ya en casa. Nos cuentan sin embargo que un importante, por relevancia más que por número, grupo de trabajadores de la empresa está intentando salir adelante con una nueva ronda de financiación, especialmente pensada para los inversores interesados en el mercado europeo. Dentro de este grupo se encuentran algunos de los personajes más importantes del la escena motociclista californiana, que de hecho ya estaban involucrados en la compañía.

Alta había conseguido desarrollar una línea completa de motos de altas prestaciones enfocadas en motocross y enduro, habiendo incorporado incluso una supermotard pensada para el ámbito más urbano. Para 2019 tenían incluso preparada la Redshift EXR, una moto "dual-purpose" idea para poder circular por asfalto sin perder sus sobresalientes dotes camperas. Son capaces de desarrollar hasta 50 cv y se vendían a un precio que rondaba los 11.000 euros, un precio similar al de la KTM Freeride E-XC, aunque con significativamente menos potencia.

Si en Estados Unidos no hay sitios todavía para las motos eléctricas, esperamos que en Europa sí se acojan empresas que, de la nada, han conseguido sacar un producto capaz de rivalizar con las marcas tradicionales.

MotoGP tendrá en 2019 una copa eléctrica pero parece que la tecnología en sí misma tiene todavía por delante la tarea de asentarse y convertirse en un producto de masas, más que de unos pocos "early adopters". ¿Para cuando ese Tesla de dos ruedas?

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