Troy Bayliss hacía estas declaraciones una hora después de ganar su carrera mundialista número 53 (52 en SBK y aquella última victoria de la Ducati Desmosedici 990 cc de MotoGP). Y mientras hablaba en voz baja, volvió a tener lágrimas en los ojos igual que en el podio e igual que en la conferencia de prensa…
Y no era para menos, porque nadie en la historia del Mundial de Superbikes ha salido «por la puerta grande». Ningún piloto de SBK se ha retirado como campeón en título (y en 500/MotoGP sólo el gran Sir John Surtees se marchó invicto (para después ganar el título de Fórmula 1 con Honda). «Cuando llegaba a las última vueltas, no quería que la carrera acabara. Quise hacer más vueltas. La verdad es que nunca he llevado una moto tan noble y buena como la 1098, ni siquiera la 990 cc… No sé si realmente existe la moto perfecta pero hoy, en la segunda carrera, mi moto hizo todo lo que le pedí».
Ha sido la última carrera de Bayliss con Ducati, la última de Noriyuki Haga y Troy Corser con Yamaha, la última de Xaus, cuatro hombres emblemáticos del Mundial de SBK. Haga es al afortunado heredero de «la moto perfecta», Corser y Xaus llevan los dorsales 11 y 111 a BMW, pero Bayliss lleva la placa número 21 a su nueva casa en el Gold Coast («La costa dorada») de Australia. Incluso ha abandonado la idea de correr en el Campeonato Australiano de SuperV8 (automovilismo). «Yo pasé mi juventud haciendo surf y quiero pasar una segunda juventud haciendo surf con mis dos hijos y mi hija… y con mi mujer Kim. Os voy a echar me menos… Hasta a vosotros los periodistas…», dijo con sonrisa.
¿El mejor de SBK de todos los tiempos?
De la misma manera que se discute si Rossi es el mejor de todos los tiempos en los Grandes Premios, tenemos en los paddock y las salas de prensa de SBK la misma discusión… ¿Fogarty o Bayliss? Nunca compitieron de tú a tú los dos colosos de SBK porque Bayliss era el sustituto de emergencia cuando el gran Carl tuvo en Phillip Island la caída que acabó con su carrera deportiva.
La gran diferencia entre Bayliss y las demás superestrellas de la velocidad es que tuvo una juventud normal. No llegó a correr en moto hasta los 23 años. Supo, antes de experimentar la fama, lo que es trabajar con las manos (pintando coches) y lo que es correr como piloto particular con una moto de serie que el mismo compró.
Hasta sus rivales le echarán (un poco) de menos… Y los veteranos que siguen saben que los jóvenes leones que suben a SBK el año que viene, por rápidos que sean, no tendrán la sabiduría e instintos del «viejo Troy».