“¿De verdad os creíais que estos dos se iban a liar a puñetazos? Somos motoristas, no púgiles”, dice un Josep Lluís Merlos convertido en maestro de ceremonias y árbitro de boxeo, después de la presentación de Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo en el ring. A cambio, Merlos promete “un combate mejor, un combate igualado”.
Un combate de 20 golpes para cada uno en forma de pregunta, con 30 segundos para defenderse en forma de respuesta y que se puede ver en el canal ‘Duralavita’ del 99.
Preguntas que, en el caso de Lorenzo, resultaron mucho más directas. Tanto buscando el morbo de la animadversión que se profesaban hace casi dos décadas como para tratar de entender la técnica de su rival sobre la moto. Por su parte, Pedrosa parecía más interesado en intentar entender la filosofía vital de Lorenzo.
Con todos los matices que se quieran buscar, lo cierto es que el duelo dialéctico entre ambos sirvió para dejar jugosos titulares, para desvelar algún secreto del pasado y para corroborar cosas que se intuían hace mucho tiempo, pero que nadie había expresado de viva voz.

EL ODIO DE DANI
“Por supuesto”, responde tajante Dani Pedrosa cuando su otrora archienemigo le pregunta abiertamente si le llegó a odiar. Un primer intercambio que ya deja patente que la intención de la contienda era no dejar mucho lugar a las medias tintas. Poco después, el catalán explica su negativa a darle la mano en Jerez 2008.
“Llegaste a MotoGP, no hablaste muy bien de mí en tus entrevistas previas. No soy una persona falsa. Así que, como no me caías bien...”, relata Pedrosa, que también cuenta cómo vivió el apretón de manos forzoso, obligado por Juan Carlos de Borbón, por aquel entonces jefe de estado español. “No quería darte la mano, pero me vi obligado”, recalca.
Además, tras confesar que estuvo muy cerca de fichar por Yamaha en 2017 -ocupando precisamente el hueco de Lorenzo en su marcha a Ducati-, Dani revela lo que pensaba de su potencial sobre la YZR-M1: “No creo que hubiera ido más lento que tú. No sé si siempre hubiera podido ir más rápido que tú, porque has demostrado en infinidad de ocasiones tu velocidad. Pero creo que podría haber ido, al menos, a tu velocidad. Seguro”, asevera el de Castellar, que también apunta que ambos, en su prime, batirían a la generación actual, donde “quitaría todas las ayudas para ver mucho más el talento del piloto”.

EL CARÁCTER DE JORGE
“Es muy difícil trabajar conmigo”, admite Jorge Lorenzo en una frase que repite dos veces distintas a lo largo del choque. “Me frustro mucho cuando las cosas no van como las he imaginado”, incide el balear, que ya de entrada confiesa que su chulería y su arrogancia no eran más que un intento de compensar su timidez.
Una idea que desliza al inicio del vídeo y en la que profundiza en una de sus últimas respuestas: “He intentado camuflar la timidez con más chulería, y porque siempre me han gustado ese tipo de personajes. Arrogantes, muy seguros de sí mismos. Y quería ser como ellos. Ali, Cantona, Mourinho, Cristiano Ronaldo. Prefiero esto que lo opuesto”, subraya.
Ya en el epílogo del vídeo, Lorenzo no se corta a la hora de contestar si alguna vez quiso dar un puñetazo a un rival. “Un montón de veces, pero no podía. Dorna me hubiese sacado del Mundial. Me tuve que contener”, explica tranquilamente, antes de sentenciar: “Si no hubiese reglas, lo hubiese hecho”.
EL TÍTULO QUE NO LLEGÓ
“No gané el título de MotoGP, pero me llevé un aprendizaje muy importante. Sin duda he anhelado mucho ese título”, explica Pedrosa, admitiendo haber pasado más que noches sin dormir por no lograr el título de MotoGP. “He sufrido emocionalmente, mentalmente, la presión del equipo, de la gente que te rodea...”, prosigue el 26.
Además de desvelar, a petición de su rival, su técnica para levantar la moto rápido o controlar el wheelie, Pedrosa no esconde qué año le dio más rabia no ser campeón: “2012, claramente. 2013 también. Pero en 2012 los dos estábamos haciendo un campeonato increíble, pero todo lo que pasó en Misano no lo pude tragar durante mucho tiempo”, relata el actual probador de KTM, que también reflexiona sobre qué le hubiera dado ser más corpulento:
“Creo que me hubiera hecho menos daño o creo que hubiera tenido algo más de confianza en mí mismo en ciertos momentos de mi carrera deportivo. A lo mejor, hubiera podido enfrentarme a mis rivales con una seguridad más fuerte, sobre todo en MotoGP. Seguro que alguna lesión menos o alguna carrera más ganada me hubiera dado ese título”, asegura.
Donde menos se moja Dani es al hablar de su separación con Alberto Puig: “Yo hice mi camino, aprendí mis lecciones”, razona, sin entrar a valorar si su despedida de Honda fue una venganza del que fuera su gran valedor. Lo que sí desvela es cómo Puig le inculcaba una mentalidad de rivalidad directa: “Al rival, ni agua. Se generaba un ambiente en el que la motivación de ganar al rival fuera real. Que perder fuera algo que doliera”, recuerda.

FILOSOFÍA Y ESTILO DE VIDA
Las profundas preguntas de Pedrosa han permitido conocer al Lorenzo más filosófico y reflexivo. “Mi mayor miedo es la muerte. Me gustaría vivir mucho más de lo que viviré. Me gustaría no morirme nunca. Es tan maravillosa la vida que es una putada morirse”, discurre el mallorquín.
“No sé por qué estamos aquí. No sé si es un sueño o lo que es”, medita el pentacampeón mundial al ser interrogado por el sentido de la vida: “Soy muy pragmático, no me creo nada”, prosigue un Jorge que, al hablar de su vida más allá de las motos, no duda en sacar pecho de sus conocimientos del mercado inmobiliario y la bolsa americana: “Entiendo bastante”, se jacta.
Siguiendo con reflexiones vitales, llega a afirmar que “el amor incondicional solo lo encuentras por tu madre y, quizá, por tu padre”, desvelando también que es incapaz de no estar liado en algún proyecto, con una única excepción: “El único sitio del mundo donde consigo un poco desconectar y apreciar el presente, casi al 100%, es en Maldivas. Es mi sitio favorito del planeta, el único donde mis vibraciones bajan”, reconoce.
Un bonito cara a cara que termina cuando prometen dar al público el esperado combate de boxeo prometido. “Yo he venido aquí a darte dos hostias y no me voy a ir sin ellas”, musita Dani Pedrosa entre risas antes de levantarse, vestirse de púgiles y volver al ring, donde empiezan a tantearse entre pullitas hasta que proceden a darse un puñetazo simultáneo... momento en el que se corta el vídeo y se dibuja una palabra: ‘Continuará’.