Dani Torres: Ganar los X-Fighters ha sido un sueño hecho realidad

Dani Torres se proclamó campeón mundial de los Red Bull X-Fighters 2011, que este año ha demostrado ser una dura prueba de eliminación

Lluis Llurba

Dani Torres: Ganar los X-Fighters ha sido un sueño hecho realidad
Dani Torres: Ganar los X-Fighters ha sido un sueño hecho realidad

Ante más de 10.000 espectadores, Dani Torres se proclamó campeón mundial de los Red Bull X-Fighters 2011, cuya última prueba se celebró en Cockatoo Island, una de las islas de la bahía de Sidney, Australia. Un logro que ha cautivado a más de 230.000 almas en los seis eventos que se han disputado esta temporada en cuatro continentes. Y es que el certamen de este año ha demostrado ser una dura prueba de eliminación.

Tanto el campeón, Dany Torres, como Nate Adams, su principal adversario, se vieron obligados a no participar en dos de las seis pruebas por lesión (Brasilia y Madrid, respectivamente), mientras que el noruego Andrè Villa, tercer clasificado final, se rompió un fémur en la penúltima prueba (Poznan, Polonia), que acabó con sus aspiraciones de luchar por el codiciado título.

Sin duda, ha sido un título de lo más disputado…

«Ha habido mucha igualdad en todas las pruebas y siempre ha habido una gran rivalidad entre Nate Adams y Andrè Villa. Lástima que los tres fuéramos víctimas de lesiones, pero así es este deporte. Y es que hay que tener presente que, en este campeonato, se encuentran los mejores freestylers del mundo y la igualdad es máxima. Con tal panorama no es de extrañar que, en ocasiones, rebasemos esa delgada línea roja».

¿Dirías que es la especialidad más peligrosa?

«Creo que hay más riesgo en el motocross o en el supercross. En estas especialidades no solo las caídas dependen de uno mismo, en ocasiones son producidas por otros pilotos y, en la mayoría de casos, son insalvables. Aquí compites individualmente y si te vas al suelo es por culpa de tus propios errores…».

Cierto, pero tienes que reconocerme que hay que tenerlos muy bien puestos para hacer lo que hacéis.

«Realizar deportes extremos tiene un gran riesgo. No te negaré que una caída puede conllevar duras y dolorosas lesiones. Aterricé en Brasil con una fractura de los dedos de los pies y un metatarso. El hecho de vencer en la primera cita de Dubai alimentó mis ganas de arriesgarme en Brasilia, pero tras mi primer salto en los entrenamientos, tuve que plantarme. Fue una gran decepción. No hay que tener miedo a este deporte, pero nunca perderle el respeto. Hay que ser valiente».

Entiendo que no cabe improvisación antes de encarar un rampa.

«Es muy, muy difícil improvisar antes de realizar un truco. Sabes perfectamente el salto que vas a realizar en todo momento y este varía dependiendo de la distancia que la rampa. Una vez en el aire es imposible cambiar una figura por otra. En el caso de no encarar bien la rampa o, de lo contrario, llegar a ella demasiado rápido o lento, abortamos el salto y seguimos el programa establecido. Aunque somos humanos y también erramos…».

¿Pero quién te mandó a ti hacer freestyle con lo bien que estabas en el motocross?

«Creo que lo llevo en los genes. Cuando corría en las ligas juveniles de MX me gustaba lucirme siempre en los saltos. A los quince años, me llamó Javi González y me dio la oportunidad de practicar freestyle. No tardé mucho en descubrir que eso era lo que quería hacer, ya que me divertía mucho más que cualquier cosa. Durante los siguientes tres años estuve participando MX, SX, FMX hasta que me di cuenta que era imposible estar al 100 por cien en las tres modalidades. Al final, y antes de alcanzar la mayoría de edad, me dediqué profesionalmente al FMX».

En esos momentos, ¿creíste que llegarías tan lejos?

«¡Qué va! Ganar los X-Fighters ha sido un sueño hecho realidad. Es el máximo galardón que puede alcanzar un freestyler, incluso más que el Mundial de FMX. Hay que tener un extraordinario nivel para formar parte de esta familia y aprovechar al máximo la oportunidad que te brindan».

¿Con qué momentos te quedarías desde que participas en los X-Fighters?

«Sigo los X-Fighters desde que se inauguraron en 2006 y de todas mis vivencias destacaría mi primera victoria en Méjico al ser la primera de mi carrera deportiva y cuando fui campeón en Las Ventas de Madrid. Lo cierto es que ganar frente a los tuyos es una locura. Estás en una nube y en esos instantes de das cuenta de que todas las penurias que has pasado para lograrlo han valido la pena. Siempre me he sentido muy orgulloso de nuestro público».

¿Y ahora qué?

«Pues está claro que mantenerme en el número uno. Algo que seguro que va a ser todo un reto para mí. Además, este año logré la medalla de bronce en los consagrados X-Games de Los Ángeles y no me queda otra que intentar mejorar en 2012 con un metal de plata o oro… ¡Iré a por ello!».