Inspirados por los viajes que sus padres realizaron décadas atrás por el continente africano, Álex Costa, Lucas Poch y Pablo Poch emprendieron el pasado septiembre una travesía que los llevará desde Barcelona hasta Ciudad del Cabo atravesando 17 países en 100 días. Más de 20.000 kilómetros de retos, emociones y paisajes cambiantes que pondrán a prueba tanto a los pilotos como a su equipamiento.
África, el continente de los contrastes
De las dunas infinitas de Mauritania a las selvas húmedas de Guinea, los tres aventureros se sumergen en un recorrido que va mucho más allá del simple desplazamiento. Su objetivo no es solo alcanzar el destino, sino entender la diversidad y la belleza de un continente que sigue despertando la misma fascinación que antaño.
No todo son caminos fáciles: las largas jornadas de conducción, los trámites fronterizos o la falta de infraestructuras exigen una planificación milimétrica. Pero también hay momentos de pura emoción, como el reencuentro de Álex con un poblado de Costa de Marfil donde había trabajado como voluntario doce años antes.
Kappa, aliada en la ruta más exigente
Conscientes de que cada detalle cuenta, los tres motoristas confiaron en Kappa para equipar sus Royal Enfield Himalayan. La marca italiana, sinónimo de innovación y espíritu viajero, ha proporcionado las alforjas AV04, AV05 y AV07 de la gama K’Rugged, diseñadas para resistir condiciones extremas sin renunciar a la ligereza ni a la funcionalidad.
El sistema Monokey, que separa la estructura de las bolsas impermeables, les permite desmontarlas fácilmente sin cargar peso extra, algo clave en travesías tan largas. “Unas buenas alforjas son imprescindibles —aseguran—. Teníamos claro que queríamos equipaje blando y 100% impermeable, y las de Kappa son ideales para lo que buscábamos.”
Un viaje que deja huella
En cada frontera cruzada y cada kilómetro recorrido, los tres aventureros descubren nuevas formas de entender el viaje. Desde los imprevistos, como las dos noches retenidos en la frontera de Ghana, hasta los encuentros más humanos, cada experiencia reafirma su pasión por la moto y por el descubrimiento.
Con todavía medio continente por delante, el equipo de Down To Africa sigue rodando con un único objetivo: llegar a Ciudad del Cabo y cerrar una aventura que ya forma parte de su historia personal. “Este viaje es un sueño del que no queremos despertar”, afirman, convencidos de que lo repetirían sin dudarlo.








