Tras una travesía de dos años en Gas Gas, el piloto de Cambrils sabía que si quería dar un giro a su carrera deportiva, eso pasaba por hacer algo diferente y por cambiar de equipo. Y finalmente, así lo ha hecho, Iván Cervantes vuelve a casa, vuelve al KTM Farioli con ilusión renovada, un equipo con viejos y nuevos conocidos para él, en el que, por primera vez, coincidirá como compañero de filas con Cristóbal Guerrero. El hijo pródigo vuelve a la que nunca dejó de ser su casa para reconciliarse con el éxito.
Hace dos años, cuando anunciaste tu fichaje por Gas Gas, comentaste que, al igual que Valentino Rossi con Ducati, querías ganar un mundial con una moto hecha en casa... ¿Qué ha fallado para que no se cumpla ese sueño?
«Quizás, a raiz de varias decepciones, haya llegado el momento de tomar esta decisión y cambiar de aires. Al final, si la fábrica lo hubiera dado todo y yo igual, y lo resultados no hubieran salido... Pues mira, mala suerte. No habría pasado nada, los éxitos tarde o temprano habrían llegado, aunque siempre que hemos pedido algún cambio o nuevas piezas no han llegado o lo han hecho demasiado tarde. Creo que la coordinación del equipo ha fallado y también yo, como piloto debo asumir mi parte de culpa. En alguna ocasión, buscando soluciones por la vía rápida, he cortado por lo sano y también he terminado equivocándome».
Te vas con la sensación de haber tenido que arriesgar más de la cuenta por la falta de material competitivo.
«Sí, y mucho. Ésta ha sido una de las temporadas en las que más me he caído y en las que más errores he cometido».
Y algo decepcionado...
«Realmente yo firmé un contrato de dos años con opción a un tercero y con un proyecto de futuro del cual no se ha cumplido nada. La principal promesa era construir una 350 cc de cuatro tiempos totalmente nueva. Y por razones que desconozco, el proyecto se paró y se sustituyó por un motor Yamaha, algo que no encajaba con los planes que se habían marcado en un principio. Y en este sentido, no había más opciones. Y sinceramente, la idea de volver a correr un año más, como en 2011, en E2 con una 250 cc contra los monstruos del mundial todos ellos con 4T, ya no me apetecía nada. Ha habido muchas dificultades y luchar por conseguir resultados así es cansado. Desilusiona un poco, te cuesta entrenar y se hace todo más pesado. No he dispuesto de material 100% bueno».
Como ya has hecho oficial a través de las redes sociales, vuelves a la que fue tu casa, el KTM Farioli, ¿lo haces para dar un paso hacia adelante?
«Hablé con la gente de Gas Gas y les dije que no quería renovar y que quería buscar nuevas metas y nuevos objetivos, y en cierto modo lo comprendieron. Aunque lo más difícil en ese momento para mí fue decirme: “¿Y ahora dónde vas a ir tal y cómo están las cosas?”».
Sin embargo, no te han faltado novias…
«Me he sentido un piloto muy querido y valorado en el paddock y eso ha hecho que recobrase la ilusión. Al final, las opciones se redujeron a tres: Husqvarna, Honda y KTM. Con Husqvarna hubo conversaciones, pero no se llegó a ningún acuerdo por la incompatibilidad entre uno de mis patrocinadores con Monster. Yo tenía muy claro que no quería dejar Red Bull, en su día ellos me brindaron una gran oportunidad y creo que ahora es el momento de devolverles ese favor. Y quitando a Husqvarna, me quedaban dos opciones: Honda o KTM. Honda tiene muy buen producto y tiene una buena estructura, pero me faltaba una cosa, una estructura para hacer el campeonato de España. De hecho, ellos querían que hiciera el campeonato de Italia y que me trasladase allí, todo era un poco más complicado y, al final, a KTM ya los conocía, había sido mi casa y con ellos siempre ha habido muy buen “feeling”. Ya sabía cómo era la estructura, tengo muy buena relación con César Rojo y con Jordi Vilalta, y sabía que trabajaríamos todos juntos en una misma dirección para conseguir éxitos. Y el acuerdo no tardó en cerrarse».
¿Tenéis decidido ya en qué categoría correrás?
«Pues no, todavía no. Lo que está claro es que será entre E2 o E3, aunque todavía tenemos que probar las motos y estudiar qué vamos a hacer. Hay que mirar también qué harán los equipos rivales y qué campeonato disputaremos en España, esto también es muy importante. Decidiremos conjuntamente entre KTM España y KTM Austria qué vamos a hacer».
Por primera vez coincidirás con Cristóbal bajo la carpa de un mismo equipo. Pasáis de ser rivales a ser compañeros.
«Respeto muchísimo a Cristóbal como piloto y como persona, me llevo muy bien con él y lo primero que dejé claro en mis primeras conversaciones con KTM fue que no quería que hubiera ningún tipo de problema por mi vuelta. Soy muy consciente de que Cristóbal ha hecho un trabajo excepcional en este equipo desde que yo me fui. Ha hecho un trabajo increíble y lo que no quería bajo ningún concepto era llegar y restarle méritos. Acepto que Cristóbal ahora mismo es el piloto número uno. Yo soy el dos y no pasa absolutamente nada. Ni a él ni a mi nos van a dar una mejor o peor moto por eso».