La Dirección General de Tráfico tiene en la actualidad 780 radares fijos, 1.325 radares móviles y 92 radares de tramo repartidos por todo el territorio español, según los últimos datos oficiales publicados por el propio organismo. La intención de la DGT de cara a los próximos años es aumentar su arsenal de radares en varios centenares.
Además de todos los medidores de velocidad mencionados, en los últimos años también se han incorporado varias unidades de los helicópteros Pegasus, drones e incluso furgonetas, motos y turismos camuflados.
Con todo ello, la DGT también ha venido empleado diversos métodos disuasorios para que los conductores respeten las normas de circulación y más concretamente los límites de velocidad. En varias ocasiones, este organismo ha reconocido que ha venido cambiando la ubicación de diversos radares por las múltiples cajas que en muchos ocasiones se encuentran vacías la mayor parte del año.
Ahora bien, ¿qué sucede con todos esos conductores que frenan (en ocasiones, de forma muy brusca pudiendo ocasionar un accidente) ante la presencia de un radar? Se tratan de acciones muy comunes en el día a día, sobre todo porque a disposición de todos los conductores está disponible el listado oficial de radares fijos, una información proporcionada por los avisadores de radar legales o por numerosas aplicaciones para conductores como Waze o la propia Google Maps.
De esta forma, con el máximo objetivo de sancionar a todos aquellos conductores que habitualmente conducen por encima de los límites de velocidad establecidos y sólo los respetan ante la presencia de un radar, la DGT ha venido empleando dos tácticas que ya están dando sus frutos en forma de aumento de sanciones.
Dichas tácticas para “pillar” al que frena y sólo circula en los límites de velocidad establecidos ante un radar son la presencia cada vez más frecuente de radares de tramo (hay 92 dispositivos de este tipo, aunque seguramente se ampliarán en número próximamente) y los denominados como radares en cascada. Te indicamos cómo funcionan cada uno de ellos.
RADARES DE TRAMO: ASÍ FUNCIONAN Y MULTAN
El radar de tramo controla la velocidad media de un vehículo entre dos puntos, por lo que los conductores deben mantener durante dicho tramo una velocidad similar o inferior a la máxima permitida.
Los radares de tramo funcionan de la siguiente forma:
- El primer panel tiene una cámara por carril que funciona con iluminación por láser-led (imperceptible para el ojo humano).
- La cámara graba la matrícula y la hora a la que pasa cada vehículo (los equipos están sincronizados por satélites GPS).
- Una vez que el coche recorre el tramo, que normalmente oscila entre 3 y 5 km (aunque hay veces que la distancia es mayor), un segundo panel vuelve a captar la matrícula y es entonces cuando el sistema calcula el tiempo que ha tardado el vehículo en recorrer esa distancia. De esa forma, se comprueba la velocidad media.
RADARES EN CASCADA: ASÍ FUNCIONAN
¿Cómo funcionan los radares en cascada? Son radares fijos o móviles que se colocan a continuación del primer radar fijo en un tramo determinado y a una distancia relativamente cercana (en torno a algo menos de 1 kilómetro). Al desconocer el conductor dónde se sitúan, tendrá que mantener la velocidad correcta en todo momento si no quiere ser multado. En definitiva, puede considerarse como una medida disuasoria para aquellos que vuelven a pisar el acelerador tras frenar por la presencia de un radar fijo.