Uno de los modos de comprar una moto es mediante una subasta, ya sea pública o privada. Para todas ellas es necesario aportar una serie de documentaciones que generalmente consisten en los permisos de conducción, a lo que habrá que añadir una suma inicial de dinero en depósito para poder acceder a la subasta en cuestión.
Una vez que se decide participar en una, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones para hacerse con el modelo deseado, aunque dependerá un poco de cómo sea la subasta. Y es que si se trata de una en la que se ponen en venta motos clásicas difíciles de encontrar, en perfecto estado y por las que se pueden llegar a pagar cantidades astronómicas, los siguientes consejos no estarán vigentes. De hecho, en esos casos, la mejor recomendación es contar con la mayor cantidad de dinero posible y con dotes para jugar con las cifras y el miedo que los demás pujadores tengan de pagar demasiado dinero por una moto que realmente no lo vale.

Recomendaciones para comprar motos en subastas
Dejando el escenario de las subastas de alto copete a un lado, hay una serie de consejos para participar en una subasta y conseguir una buena moto a un buen precio.
- Lo primero que debe hacerse es comprobar si la moto subastada está libre de cualquier carga en forma de multa o de pago a terceros. Sobre ello no solo se debe informar en el momento de realizar las pujas, sino que además es posible hacerlo en el portal de la DGT.
- También es recomendable realizar una inspección de la moto antes de comenzar. Al menos echar un vistazo y comprobar si hay algún resto de accidente, ya que si ha sufrido alguno grave, su mecánica ha podido quedar dañada internamente. Si no se tiene idea de ello, no está de más pedir a algún conocido más experto que ayude en esta tarea.
- Constatar que dispone de toda la documentación necesaria, así como de los juegos de llaves adecuados. Es clave salir de la subasta con la certeza de que se tiene todo lo importante para darse de alta como nuevo dueño del vehículo sin ningún contratiempo.
- En el momento de la subasta, hay que tener muy claro cuál va a ser el máximo que se va a pujar y no sobrepasarlo bajo ningún concepto. Si se decide una cifra, es porque, a primera vista, no se considera que la moto en cuestión vale más. Así que, si llega el momento en que el precio se dispara, no conviene dejarse llevar por la adrenalina y superar límites que no estaban marcados en un principio.
- Una vez que se hace una puja, la persona que la realiza está obligada a comprar la moto en caso de que nadie puje más. De hecho, si se echa atrás, habrá de afrontar una multa de aproximadamente el 25% de la tasación, lo que sería un gasto innecesario que puede dar al traste con la búsqueda de una nueva moto.