El segmento de scooter 125 de rueda pequeña con plataforma plana está poco concurrido y los modelos que mejor lo representan no son precisamente un éxito de ventas. La agilidad que le otorgan sus ruedas de 12 o 13 pulgadas, su buena capacidad de carga y la baja altura del asiento son virtudes de un scooter ciudadano que se precie, pero que no han sido refrendadas por el mercado. Conocedores de esta circunstancia, KYMCO quiere apostar por un claro posicionamiento de precio. Con 2.699 euros de precio de tarifa, se quedaría entre los más baratos del mercado objetivamente (aunque en este segmento la lucha de ofertas entre las marcas es realmente feroz). Por equipamiento, diseño y calidad de acabados la marca taiwanesa ha querido situarlo justo a medio camino entre los scooter urbanos y los gran turismo. El nuevo centro de gravedad del segmento, donde la marca espera que, ahora sí, este nuevo Yager (apellidado GT) se encuentre con el gran público.
El esqueleto del Yager GT es totalmente nuevo, con una doble estructura reforzada en tubo de acero que asegura gran rigidez, para corregir precisamente el que es uno de los defectos de los scooter con plataforma plana: su excesiva torsión en frenadas, aceleraciones, etc. Para dejar más espacio útil debajo del asiento y de paso centrar las masas, se ha optado por colocar el depósito bajo los pies del piloto, lo que permite tener un hueco más generoso. Para poder albergar un casco integral en él, KYMCO España ha rediseñado completamente el asiento. Nuevo tejido, costuras rojas, mayor mullido, bisagra reforzada, espacio diferenciado para conductor y acompañante y lo más importante: nuevo diseño de la base plástica inferior para que entre cualquier tipo de casco integral, incluso de calota grande.
Las suspensiones han ganado en confort (mayor recorrido) en marcha y los frenos se han dimensionado de forma impecable, puesto que aunque no equipa ningún tipo de asistencia, los discos de 240 mm delante y 200 detrás, mordidos por pinzas de dos pistones, se comportan a las mil maravillas.
En acción comprobamos que es un scooter bien aplomado, con una posición de conducción muy cómoda (probablemente el 125 más confortable de KYMCO), que gira mucho y es por tanto muy ágil en ciudad. Esto es posible también a su tamaño compacto: 2.110 mm de longitud y 1.470 de distancia entre ejes. El Yager es, por tanto ratonero, pero no diminuto, pues sus dos ocupantes encuentran espacio de sobra, este último muy bien cuidado, por cierto, con respaldo acolchado y reposapiés plegables.
Cuando aumentamos la velocidad, el escudo hace muy bien su trabajo y protege al piloto, sobre todo a la altura de las piernas. La plataforma plana para los pies es muy ancha y cabe sin problemas una mochila sin tener que apoyar los pies en el borde de la carrocería.
Como comentábamos, el motor es el conocido y probadísimo 125 de refrigeración líquida (12 CV a 7.750 rpm) del antiguo Grand Dink, al que se le ha sustituido el carburador por la inyección Synerject, lo que necesariamente se traducirá en un menor consumo, una mayor suavidad de funcionamiento y una entrega más progresiva de potencia (10,9 Nm a 7.000 rpm). De esta forma, sus 9,5 litros de depósito, son garantía de largos recorridos antes de cada repostaje.
El precio manda, así que no solo se ha buscado ahorrar en el motor, también en la iluminación, especialmente en la trasera. Aunque te parezca que la óptica es de LED, si miras más de cerca, verás que se trata de una bombilla convencional. Delante sí monta luces de día de LED y lámpara halógena H4 de 12V y 60W.
La instrumentación combina información analógica (cuentavueltas) y digital: velocímetro, nivel de combustible, reloj horario, cuentakilómetros parcial y total y diversos testigos.
Es una pena que un scooter tan apetecible llegue en otoño. Sin embargo, ya se sabe que lo bueno se hace esperar. Si no has encontrado tu scooter todavía, quizás deberías pasarte por un concesionario KYMCO para ver el Yager GT. No es solo el precio (2.699 euros, seguro incluido), ni sus decoraciones (blanco, rojo y gris)... Es su carisma.